Hay que prepararse para la PAU de la mejor manera posible

Formas de repasar rápido y con eficacia los días previos a la PAU

La nueva prueba de acceso a la universidad
La nueva prueba de acceso a la universidad. EFE
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MadridCon más de 200.000 estudiantes enfrentándose cada año a la EBAU (Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad), ahora conocida como PAU o Selectividad, los días previos al examen son un punto crítico en el que el tiempo es oro y la ansiedad, una constante. En este contexto, saber cómo repasar de manera eficaz no solo es una necesidad, sino una parte clave a la hora de conseguir los mejores resultados. Pero ¿es posible consolidar conocimientos en tan poco tiempo sin caer en el caos?

Diversos expertos en educación y neuropsicología coinciden: lo importante no es cuánto se estudia, sino cómo se repasa. “El error más común es intentar abarcar todo el temario de nuevo como si se empezara de cero. Lo que hay que hacer esos días es afianzar, no aprender”, explica el psicopedagogo José Ramón Gamo, especialista en neurodidáctica.

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Planificación inversa: empieza por el examen

A solo unos días del examen, los expertos recomiendan aplicar una planificación inversa, es decir, organizar el estudio partiendo del objetivo final. Se trata de diseñar un calendario de repaso basado no en el temario, sino en el tipo de preguntas que suelen aparecer. Para ello, lo más recomendable es consultar exámenes de años anteriores, que están disponibles en la mayoría de portales educativos de las comunidades autónomas.

Técnica de arrastre: repasar poco, pero todos los días

Aunque parezca tarde para construir una rutina, la técnica de repaso espaciado o “de arrastre” sigue siendo eficaz incluso en los últimos días. Esta metodología consiste en dividir el tiempo de estudio en bloques cortos (por ejemplo, 25 minutos con descansos breves) y dedicar cada uno a repasar una parte concreta del temario, pero repitiendo los temas claves cada día, en lugar de estudiar en largas maratones.

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Esta técnica se basa en el llamado “efecto de espaciamiento”, avalado por estudios como los de John Dunlosky, psicólogo cognitivo de la Universidad de Kent, quien sostiene que “la repetición distribuida mejora la retención de largo plazo más que cualquier otra técnica pasiva” fuente académica consultable.

La curva del olvido: tu mejor aliada (o enemiga)

Hermann Ebbinghaus, pionero en la psicología de la memoria, demostró que olvidamos más del 70% de lo que estudiamos si no lo repasamos en las siguientes 24 horas. En los días previos a la PAU, esto se convierte en un factor decisivo. Por eso, reforzar lo estudiado con preguntas tipo test, esquemas o técnicas activas (como explicar en voz alta lo aprendido) puede ser más efectivo que simplemente subrayar apuntes.

Técnicas activas de repaso: explicar, practicar, enseñar

Una de las estrategias más potentes para consolidar conocimientos en poco tiempo es la enseñanza activa. Según la “pirámide del aprendizaje” desarrollada por el National Training Laboratories, explicar a otros lo que uno ha estudiado permite retener hasta el 90% de la información, frente al 10% que se recuerda al leer pasivamente.

Expertos lo confirman, afirmando que el cerebro aprende mejor cuando construye el conocimiento, no cuando lo recibe de forma pasiva. De ahí que grabarse explicando un tema, hacer mapas conceptuales o practicar con un compañero sean métodos eficaces para los últimos días previos a la PAU.

Además, no hay que subestimar el poder de hacer exámenes simulados. Reproducir las condiciones reales del examen (tiempo límite, sin apuntes, en silencio) ayuda a gestionar mejor los nervios y permite identificar fallos frecuentes, algo que puede marcar la diferencia en los días previos.

Dormir y comer bien: claves no negociables

El repaso intensivo suele ir acompañado de malos hábitos: dormir poco, alimentarse mal y estar pegado al escritorio sin el descanso apropiado. Pero la ciencia lo deja claro: sin sueño, no hay memoria.

Según la Fundación Española del Sueño, dormir menos de 6 horas los días previos a un examen perjudica gravemente la consolidación de lo aprendido. Dormir permite que el cerebro fije los recuerdos y asiente lo estudiado, especialmente durante la fase REM fuente oficial.

Lo mismo ocurre con la alimentación. Comer ligero pero completo (hidratos complejos, proteínas y algo de grasa saludable) es fundamental para mantener el rendimiento cognitivo. Y es que el cerebro consume un 20% de la energía del cuerpo. No alimentarlo bien es como intentar correr un maratón sin gasolina.

Lo que no debes hacer: evitar errores frecuentes

A estas alturas, hay errores que pueden costar caro. Estos son los más comunes, según orientadores y profesores con experiencia en PAU:

  • Meter temario nuevo a última hora: es contraproducente y aumenta la ansiedad.
  • Cambiar de técnica de estudio: si llevas semanas subrayando o haciendo esquemas, no cambies a hacer resúmenes justo antes del examen.
  • Obsesionarse con una sola asignatura: los exámenes son varios, y todos suman. Una estrategia equilibrada es mejor.
  • Autoevaluarse en negativo: es común que el miedo a suspender nuble la objetividad. Lo recomendable es repasar con foco en lo que ya se domina y reforzar solo los puntos clave que generan dudas.

Los días previos a la PAU no solo son un reto académico, también emocional. La ansiedad puede jugar malas pasadas. La Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (CEAPA) recuerda que la presión desmedida, ya sea por las expectativas externas o autoimpuestas, puede bloquear el rendimiento. Aconsejan mantener una rutina estable, desconectar una o dos horas al día con actividades placenteras (deporte suave, paseo, música) y tener contacto con personas que aporten calma.