¿En qué casos te pueden anular el examen de la PAU? Cuidado con hacer esto
No existe un reglamento único nacional, pero las universidades públicas de cada comunidad autónoma siguen directrices comunes
Los errores más comunes en la PAU, según un profesor que lleva 14 años corrigiendo exámenes
MadridImagina que llevas meses estudiando, repasando, controlando los nervios y haciendo simulacros. Pero un descuido, un gesto sospechoso o un objeto prohibido encima de la mesa podría echar por tierra todo ese esfuerzo en segundos. La PAU (o EBAU, según la comunidad) no solo exige preparación académica: también requiere conocer las normas al detalle, porque cualquier infracción puede acarrear la anulación del examen o incluso de toda la prueba.
Aunque no existe un reglamento único nacional, las universidades públicas de cada comunidad autónoma siguen directrices comunes establecidas por el Ministerio de Educación. La mayoría contempla conductas sancionables con la anulación inmediata de la prueba, incluso aunque no haya intención expresa de copiar. Esto es lo que deberías evitar a toda costa.
Copiar o intentar copiar: la infracción más obvia (pero no la única)
Según recoge el Ministerio en su documentación oficial fuente, el intento de copiar es la causa más habitual de anulación. Esto incluye tanto chuletas en papel como el uso de dispositivos electrónicos (móviles, relojes inteligentes, pinganillos...).
En muchas universidades, basta con que el estudiante tenga el móvil encendido encima de la mesa o, incluso, dentro del bolsillo, para considerarlo motivo de anulación, aunque no lo haya consultado. Como recuerda la Universidad Complutense de Madrid en su normativa de la EBAU: "El simple hecho de portar un dispositivo electrónico no autorizado durante la prueba supondrá su retirada y la anulación del examen correspondiente".
Conversar o gesticular con otros alumnos
Incluso si no hay una intención clara de copiar, cualquier interacción entre estudiantes durante la prueba está prohibida. Mirar repetidamente hacia otro pupitre, hablar en voz baja, intercambiar objetos como gomas o bolígrafos o incluso hacer señas pueden ser interpretados como conducta sospechosa. En estos casos, el tribunal puede optar por realizar una advertencia o, si lo considera suficientemente grave, retirar el examen al instante.
Apuntes en el baño o en objetos personales
Los tribunales de la PAU han tenido que enfrentarse a intentos cada vez más ingeniosos de introducir información al examen. Uno de los más comunes y sancionados es dejar apuntes escondidos en los baños, ya sea pegados en cubículos, escritos en papel higiénico o disimulados en la ropa.
Según la normativa de la Universidad de Zaragoza, “si el tribunal detecta cualquier tipo de contenido relacionado con la materia del examen en zonas comunes (baños, pasillos, mobiliario), podrá vincularlo al alumno que haya accedido en ese turno y anular su prueba”. En otras palabras, aunque no se demuestre que fue el autor del material, puede ser sancionado por beneficiarse de él.
Asimismo, se prohíbe expresamente llevar al aula mochilas, estuches cerrados, carpetas, botellas con etiquetas impresas o envoltorios de comida sospechosos. Cada vez son más centros exigen que los alumnos dejen todos sus objetos personales fuera del aula para evitar confusiones.
Identificarse mal o marcar el examen con signos no permitidos
Otra causa de anulación que muchos desconocen es romper el anonimato del examen. Está terminantemente prohibido escribir el nombre completo, firmar, dejar mensajes personales o marcas distintivas fuera de la casilla destinada a la identificación del alumno.
Como advierte la Universidad de Granada en sus instrucciones, “la inclusión de firmas, saludos, dibujos o cualquier anotación que pueda identificar al alumno anulará automáticamente el ejercicio”.
Este tipo de error es más común de lo que parece, especialmente en casos de nervios o despiste. También se consideran indebidas frases como “gracias por corregirme” o “no me ha dado tiempo a terminar”, que pueden ser interpretadas como intentos de influir en la corrección.
Conductas indebidas fuera del aula
No todo termina cuando se entrega el examen. Las normas se aplican desde el momento en que el alumno entra en el recinto hasta que finaliza la jornada de pruebas. En algunas comunidades, está prohibido divulgar los contenidos del examen en redes sociales, hacer fotos dentro del aula o salir del aula sin una autorización expresa. Todo ello puede suponer la anulación de la prueba e incluso recibir una sanción que afecte a convocatorias futuras.
Además, en ciertas universidades como la de Valencia o Santiago de Compostela, se penaliza el uso del móvil durante los descansos entre exámenes, si se sospecha que se está usando para repasar contenidos o compartir respuestas.