Una inmensa nube de polvo sahariano invade las islas Canarias y llega hasta el Caribe

Los vientos cálidos y secos que soplan desde el desierto del Sáhara están arrastrando inmensas cantidades de polvo a través del Atlántico. En los últimos días, la nube ha llegado a islas del Caribe como Puerto Rico y zonas del este de Florida. En España, estas partículas de arena transportadas por los alisios están causando calima en las islas Canarias, donde están desplomando la calidad del aire y disminuyendo la visibilidad.

Cada año, los vientos recogen alrededor de 100 millones de toneladas de polvo en el desierto más grande del mundo y lo transportan sobre el Atlántico, donde pierden carga por el camino. A su llegada a América del Norte y del Sur, lo que sobrevive de arena en la nube polvorienta se deposita o queda en suspensión, causando atardeceres anaranjados y fertilizando los suelos de la selva amazónica y de las aguas del Caribe.

Es lo que sucede desde finales de mayo en zonas de Florida y el Caribe, así como el norte de Sudamérica, donde los cielos se permanecen a comienzos de junio enrarecidos por la calima.

El polvo sahariano es clave para el clima y los ecosistemas

El polvo juega un importante papel en el clima y los ecosistemas de la Tierra. Las partículas del aire absorben y reflejan la luz solar, lo cual hace que llegue menos energía solar a la superficie, y puede hacer que se formen menos nubes y tormentas en según qué condiciones atmosféricas, explica la NASA.

Como suele ocurrir cuando se dan episodios de calima en España, estas partículas de polvo degradan la calidad del aire, por lo que pueden tener efectos nocivos en la salud, sobre todo en las personas son enfermedades pulmonares y cardiovasculares, por lo que suele recomendarse reducir la exposición al exterior (usar mascarilla, ventilar menos y no realizar deporte al aire libre).

Pero no todo es malo. El polvo sahariano es rico en hierro y minerales que las platas y el fitoplancton necesitar para prosperar, por lo que este “fertilizante” natural es clave en el funcionamiento de muchos ecosistemas alrededor del planeta.

El desierto de Sáhara, por su tamaño, es la mayor fuente de polvo del mundo, pero también hay otras, como es el Gobi, en China. Las tormentas que elevan estas partículas de arena hacia la atmósfera pueden ocurrir en cualquier época del año.

En España, en lo que va de 2022, hemos tenido varios episodios de calima relevantes. El más intenso se produjo a mediados de marzo, cuando cubrió de arena y barro buena parte del país.