Rotura del vórtice polar estratosférico: ¿Cuáles serían las consecuencias?

¿Se ha roto el vórtice polar estratosférico? Este enorme cinturón de vientos fuertes que circula alrededor del Polo Norte es decisivo en el tiempo que nos espera en todo el hemisferio norte cada invierno, a veces causando olas de frío muy intensas que congelan varios países de golpe. ¿Cuáles pueden ser sus consecuencias este año?

La semana ha empezado en España con temperaturas en descenso. La llegada de una masa de aire frío, unido a la estabilidad atmosférica, que ayuda a que la superficie se enfríe más por la noche, va a hacer que se extiendan las heladas por amplias zonas de la mitad norte y zona centro de la Península estos días, sobre todo el fin de semana, cuando podrá hacer menos de -5 ºC en muchas capitales de provincia.

¿Causará la rotura del vórtice polar estratosférico una ola de frío?

Este frío que nos acompaña es, por ahora, normal para la época del año. Por tanto “no podemos hablar de una ola de frío”, dicen desde la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).

Respecto a lo que pasará en las próximas semanas, tan solo podemos hablar de probabilidades. La pregunta es: ¿Tendremos una ola de frío polar por la ruptura del vórtice polar estratosférico?

Hasta el momento lo que está claro es que “las piezas del puzle meteorológico encajan con una ruptura del vórtice polar estratosférico en las próximas semanas”, dice Rubén del Campo, portavoz de la Aemet. Por tanto, “hay una probabilidad mayor que en otras ocasiones de que se produzca”.

Pero hay que aclarar dos cosas. Número uno: aunque sea más probable, no está confirmado que el vórtice polar se vaya a romper. Y dos: en caso de que se produzca esa rotura, ahora mismo es imposible saber a qué zonas afectaría el vórtice polar.

¿Qué es el vórtice polar y qué consecuencias tiene su rotura?

El vórtice polar estratosférico “es una corriente de vientos muy intensa que circula en la estratosfera rodeando el Polo Norte en el invierno, a unas altitudes de entre unos 15 y 35 kilómetros”, explica Del Campo.

Cuando esta corriente es muy intensa, impide que el aire frío confinado en el Ártico descienda a latitudes más bajas.

“Pero, en ocasiones, se produce una subida de la temperatura muy potente en la estratosfera en poco tiempo que llamamos ‘calentamiento súbito estratosférico’, que lo que hace es debilitar el vórtice polar, y puede hacer que se rompa”, detalla.

Si se rompe, el aire frío puede salir del Ártico y alcanzar latitudes más bajas”, ya sea hacia Norteamérica, Asia o Europa. En caso de dirigirse a Europa, puede llegar a España, como ocurrió por ejemplo el invierno de Filomena.

Está por ver qué pasará este año, aunque por ahora las predicciones del centro europeo ECMWF apuntan a unas próximas dos semanas con temperaturas por encima de lo habitual en España. "No hay a la vista, por lo tanto, una ola de frío en España", comentan desde la Aemet.