Se acerca una densa nube de polvo a España: ¿Dónde habrá calima y podría llover barro?

Las tormentas no son lo único que nos obligará a ponernos a cubierto estos días: también va a llover barro. La llegada de una densa nube de polvo a España va a causar calima en muchas comunidades, con un empeoramiento de la visibilidad y de la calidad del aire por la presencia de partículas suspendidas. Por si acaso, no laves el coche.

Mayo de 2023 ya no es el más seco de la serie histórica. Con las precipitaciones de los últimos días, ha llovido más que en mayo de 2022. Concretamente, hasta el día 23 del mes habían caído en el conjunto de España un total de 25 litros por metro cuadrado. Y la lluvia va a continuar unas cuantas semanas más, hasta bien entrado junio.

Una DANA causa lluvias en toda España a finales de mayo

Paraguas, chubasqueros y nórdico. Las cosas han cambiado mucho en los últimos días por la llegada de una DANA (depresión aislada en niveles altos), un embolsamiento de aire frío que circula por la atmósfera causando inestabilidad, que da lugar a lluvias con tormenta.

Los vientos que impulsa esta DANA, y que a su vez inyectan humedad sobre nuestro territorio, proceden del sureste, y van a traer consigo una masa de polvo sahariano procedente de África que enturbiará los cielos varios días seguidos. Las regiones más afectadas serán las del Mediterráneo.

¿Dónde podrá llover barro?

“En Baleares habrá estos días nubosidad variable, y posibilidad de chubascos tormentosos que podrían estar acompañados de barro”, ha anticipado Rubén del Campo, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).

La nube de polvo se adentrará también en la Comunidad Valenciana, Cataluña, y por el resto de la mitad este peninsular, llegando a zonas del interior como Madrid y Castilla y León, incluso más al norte.

En todas estas zonas, salvo quizás en el noreste peninsular, donde estará más despejado, es probable que se produzcan lluvias de barro.  

Además se producirá calima, que produce una disminución de la calidad del aire, con un incremento de partículas de polvo en suspensión PM10 (partículas con un diámetro de unos 10 micrómetro).

La exposición prolongada o repetitiva a las PM10 puede perjudicar la salud de las personas, aunque las partículas más peligrosas son las PM2,5, más finas, que se pueden colar en el sistema respiratorio y sanguíneo y afectar especialmente a asmáticos y personas con problemas respiratorios, así como personas con enfermedades cardiovasculares.