La otra cara de la COP25, la zona verde dirigida a la sociedad civil

  • En el espacio destinado al público general se desarrollarán más de 500 actividades durante estas dos semanas

La cumbre por el clima ya ha comenzado, dos semanas dedicadas al cambio climático y a cómo abordarlo. Con dos aspectos bien diferenciados, el que tratarán desde la zona azul Naciones Unidas y la zona verde, dirigida a la sociedad civil, que también es necesaria para abordar un problema que afecta a todos. Durante estas dos semanas desarrollará más de 800 horas de actividades y cerca de 500 eventos. Un espacio en el que toda la sociedad es protagonista, un punto de participación social, en el que las propuestas han venido dadas por fundaciones, asociaciones, empresas, y distintas ONG en un tiempo récord.

Durante esta primera jornada de la COP25 Informativos Telecinco ha visitado esta zona verde. Actividades para todos los públicos, aunque se centren especialmente en las generaciones futuras, el sector académico y los jóvenes, que han sido los impulsores de las protestas por el clima bajo el lema `Fridays for future´. Bajo la necesidad de una transición justa hacia la sostenibilidad, con proyectos innovadores que se centran en la salud, la economía y la ciencia, principalmente. Actividades que se han repartido en siete zonas: Acción Sectorial por el Clima, Ágora, Sociedad Civil, Jóvenes, Innovación y Ciencia, Mare Nostrum, y Pueblos Originarios.

Entre los pueblos originarios distintos miembros de zonas indígenas han sido invitados a participar. Una de ellas es una de las mujeres del pueblo Mapuche, que se extiende en zonas de Chile y Argentina. Reivindica la necesidad de una mayor tolerancia con el planeta y ensalza la labor de los indígenas, que son imprescindibles, desde su punto de vista, para conservar el planeta. Además dice que el foco debe de estar en los desafíos concretos, lo que conlleva una gran responsabilidad.

En el otro lado las empresas que se centran en buscar métodos para hacer el planeta más sostenible y crear productos más respetuosos. Es lo que hacen desde el proyecto Sabana, financiado por la Unión Europea. Mediante la producción de microalgas con una tecnología que captura el dióxido de carbono consiguen crear bioproductos que en el futuro podrían cambiar la forma en la que se consume en el planeta en muchos sectores, algo que también influiría en la economía y que uno de los miembros destaca como uno de los objetivos, que la economía sea circular.

Otra de las empresas que reivindica más sostenibilidad es Acciona. Dedicada al sector de las infraestucturas y al de las energías renovables cuenta con proyectos sostenibles a lo largo de todo el mundo. Hoy, reparten carbón dulce a todos los visitantes de esta zona verde para “descarbonizar” el mundo. Ponen de manifiesto la necesidad de que desde las empresas se dejen de usar combustibles fósiles, muy perjudiciales para el planeta y se sumen al uso de energías renovables.

Unas actividades que hubieran sido imposible de desarrollar sin la labor de los voluntarios. Más de 2.000 personas se apuntaron para participar como voluntarios en esta zona dedicada a la sociedad civil. Una de estas voluntarias es una madrileña jubilada, que cuenta que su labor es recomendar a la gente las actividades que más se ajusten a sus intereses y dirigir a los asistentes hacia ellas. Además, ve imprescindible el factor divulgativo de esta cumbre, dice que “tiene que ser un éxito”.

Pese a que el foco durante estas dos semanas esté en las medidas que se deben de tomar desde los gobiernos, el sistema económico, y las grandes corporaciones, cada uno de los ciudadanos puede colaborar para frenar el cambio climático. Así lo exponían desde la sección Mare Nostrum, “hay que pasar de las palabras a los hechos”, además de la necesidad de un sistema transparente en el que se rindan cuentas con la sociedad.

Un sistema necesario para conservar el bienestar futuro de los más pequeños, y por ellos hablan desde `Madres por el clima´. Se creó por la necesidad de hablar por las generaciones futuras que todavía no pueden hablar por si mismas. Como nos cuenta una de sus fundadoras nacen junto al movimiento `Fridays for future´ al que acompañan y durante estas semanas realizarán desde su puesto en la zona verde distintas acciones. La primera de ellas, un mural con las cartas que los más pequeños dirigen a los responsables que, hasta el día 13, debatirán en la zona azul.