Sol y más sol. En Reino Unido no se habla de otra cosa. Con temperaturas escandalosamente altas para el país en los últimos días, se ha decretado oficialmente la ola de calor. De hecho, este miércoles ha sido hasta el momento el día más caluroso en lo que va de año, con máximas de 31,9ºC en una región al norte de Gales. No obstante, los meteorólogos no descartan que este jueves suban incluso más y se batan récords de temperatura.
Se trata de una situación que probablemente se alargue durante el fin de semana y la semana que viene, si bien los modelos marcan la llegada de tormentas eléctricas debido a estas altas temperaturas. De momento, los cielos están azules, lo que ha hecho que todos los británicos salgan a la calle a celebrar la llegada del calor al que tan poco están acostumbrados.
Pero no todo han sido alegrías. Con la llegada del calor, mucha gente se ha acercado a los lagos a refrescarse, lo que ha causado tres víctimas mortales por ahogamientos, dos de ellos menores de edad. Además, también se están produciendo numerosos incendios forestales, resultado de un calor seco y de unos meses en los que apenas ha llovido en el país.
Según los medios locales, parte de Saddleworth Moor, en Peak District (un parque nacional entre Manchester y Sheffield) está siendo calcinado por un enorme incendio forestal y desde el domingo cientos de efectivos luchan contra las llamas. En las últimas horas ha tenido que intervenir hasta el Ejército.
De momento, varias casas han sido desalojadas mientras las llamas siguen arrasando todo a su paso, según ha informado Servicio de Rescate y Bomberos de Gran Manchester.
Por si fuera poco, los servicios ferroviarios están sufriendo paros en los viajes. La razón está precisamente en los raíles de las líneas de tren, que hace que se expandan y en algunos casos se doblen, causando interrupciones en los viajes.
Precaución con el calor
A pesar de que los británicos han recibido con ilusión la llegada del sol, el Servicio Meteorológico Británico (MetOffice) no deja de insistir en la necesidad de tomar precauciones para combatirlo, sobre todo en las personas más vulnerables, en este caso los ancianos y los niños, ante más que posibles golpes de calor y mareos.