Como si de un turista se tratara, la borrasca se va a quedar frente a las costas portuguesas durante al menos dos días. Desde allí no se moverá de posición, pero sus aspas sí giran en dirección contraria a las de las agujas del reloj.
Esto tiene dos consecuencias muy claras: por un lado, las tormentas generalizadas que a partir de este miércoles se van a producir primero en la mitad oeste peninsular y luego en el resto del país; por otro, un aumento de las temperaturas motivado por el arrastre del calor africano hacia la península.
Pero lo que más ha llamado la atención de los meteorólogos es la perfecta forma que ha adquirido la DANA en las últimas horas. Sus círculos concéntricos girando ilimitadamente con una estructura tan perfecta recuerda mucho a una elegante espiral de Fibonacci.
Esto no es algo extraordinario (a principios de abril hablamos de otra borrasca de dimensiones también espectaculares), pero las formas de la naturaleza no siempre son tan claras y precisas. Precisamente por eso, los expertos no han parado de compartir redes desde todos los ángulos y perspectivas posibles esta borrasca.