Prepara el paraguas: ya hay fecha para el próximo cambio de tiempo
eltiempohoy.es
26/02/201913:33 h.No sabemos si 'la primavera, la sangre altera', pero desde luego el tiempo parece que sí. Con la entrada de la nueva estación de las flores (meteorológica, que no astronómica) el próximo 1 de marzo, el cielo podría volver a encapotarse, devolviendo a las lluvias su papel de protagonistas del tiempo.
La razón es que el bloqueo anticiclónico en omega, que abarca buena parte de Europa, se irá debilitando. De cara a la próxima semana se impondrá la circulación de borrascas atlánticas profundas que avanzarán de oeste a este, con vía libre sin la presencia de las altas presiones. Eso explicaría por qué, a partir del lunes que viene, la mayoría de las predicciones ya empiezan a dar lluvias.
Parece que la situación de cara a la semana que viene cambiará abriendo la puerta a Borrascas del atlántico que traerían lluvia, frío y nieve a nuestra zona. Toca esperar. El debilitamiento del Anticiclón centroeuropeo y aparación del de las Azores piezas clave para el cambio. pic.twitter.com/30AQ7AMUl0
— Meteo Navarra (@Meteonavarra_) 26 de febrero de 2019
En concreto, afectarían sobre todo a la vertiente del Atlántico y del Cantábrico, con los mayores acumulados en la mitad norte peninsular, especialmente Pirineos, Asturias, oeste de Galicia y País Vasco (eso sí, de momento los acumulados no son para tirar cohetes). Por el contrario, no se prevé que en las provincias del Mediterráneo se produzcan lluvias. De hecho, todo lo contrario.
*Imagen: acumulación total de precipitación desde este martes hasta el viernes, 8 de marzo / Tropical Tidbits
En cualquier caso, se trata de predicciones a medio plazo y, por tanto, la incertidumbre aún es alta. Habrá que ver cómo evoluciona el anticiclón y su movimiento, así como el del resto de las borrascas que nazcan en el Atlántico para elaborar predicciones certeras y exactas sobre el tiempo que nos depara la semana que viene.
Malas noticias para el Levante
El movimiento previsto del anticiclón de las Azores hacia el sur, y con el recorrido de las borrascas tirando más bien hacia las islas Británicas, hará que el viento que sople en la península sea de poniente (del oeste).
Eso significa que traerá frío húmedo del Atlántico de forma moderada, y evita que los valores se disparen. Sin embargo, al llegar a al Levante español, este se secará por el efecto Foehn, provocando subidas de temperatura, así como el paso de nubes medias y altas, viento moderado del oeste y mejor visibilidad. Y, por supuesto, todo sin tener que sacar el paraguas más que para protegerse del sol.