Los embalses y pantanos suelen llenarse durante los meses de otoño e invierno, de septiembre a marzo, pero este año ha sido en primavera. Desde 2016, y durante casi 20 meses, las precipitaciones no han sido copiosas, por lo que eran insuficientes para llenar pantanos y embalses, esto hecho que las reservas fuesen negativas.
De hecho, el verano pasado hubo comunidades, como la Gallega, que sufrieron fuertes periodos de sequía, que coincidieron con el verano y los incendios. Esta sequía, en la mayor parte de España, ha acabado con las lluvias y nevadas copiosas que cayeron a partir de el mes de febrero.
Los embalses españoles continúan ganando agua a pocos días del verano, algo no habitual, ya que normalmente la reserva hidráulica comienza a descender en mayo.
Desde febrero, los embalses han dejado de estar entre los 40-60 puntos, hasta llegar el 93%, e incluso en algunos casos, el 100%, como en el pantano de San José de Valladolid, que incluso rebosa agua. La reserva hidráulica ya ha supera la media de los últimos diez años.
A una semana del verano, los embalses leoneses de la cuenca del Duero, rozan ya el 82% de su capacidad. Las reservas han repuntado un 57,7 por ciento en comparación con el año pasado en estas mismas fechas, ha pasado de 3.885 hectómetros cúbicos a los 6.129 actuales.
Por detrás de los embalses y pantanos de la cuenca del Duero, se encuentran los de la cuenca del Tajo, que ha alcanzado los 74,8 por ciento, que se traduce en 8.237 hectómetros cúbicos, la del Guadalete-Barbate, con un 39,35 por ciento, 1.250 hectómetros, y la vertiente Atlántica, con un 33,3 por ciento, al sumar un 73,63 por ciento.
En el archipiélago canario, afrontan el verano con unos embalses que superan el 90% de su capacidad. Los depósitos de la zona suroeste de la isla también mantienen niveles elevados, gracias al agua recogido a través de la Caldera de Taburiente.
Los pantanos españoles han ganado durante el pasado mes de mayo, 304 hm3, cuando las precipitaciones afectaron considerablemente a toda la península, el valor máximo se dio en Soria, donde se recogieron 98,4 litros por metro cuadrado.
Esta situación, aunque se ha producido de manera generalizada, no se ha dado en zonas del mediterráneo, cuyas cuencas, se encuentran aún en sequía. Siendo necesario el trasvase de los pantanos de la cabecera del Tajo, Entrepeñas y Buendía, a la cuenca del Segura, para la zona del sureste de España (provincias de Almería, Murcia y Alicante).