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El cielo anunciaba tormenta y trajo tormenta. El granizo que cayó en Murcia el sábado por la tarde no se alejaba mucho del tamaño de una pelota de golf, y algo más menudo pero igualmente intenso fue el que descargaron las nubes en localidades de Ciudad Real, Soria, Guadalajara, Navarra… Pero sin duda lo más impactante fue el rayo que impactó contra un edificio en L’Olleria (Valencia) al mediodía, que abrió un boquete en un edificio.
Las alcantarillas de Jumilla y Lorca, en Murcia, se vieron incapaces de tragar la cantidad de agua caída el fin de semana en forma de lluvias y granizo. Sus calles se convirtieron en ríos como estuvieron a punto de hacerlo también en Ciudad Real, Albacete o Navarra. La que cayó fue de aúpa.
Un episodio que en Murcia, además, preocupaba a los vecinos del entorno del Canal del Embalse de Santomera, que ya en septiembre de 2019, con el paso de la DANA (depresión aislada en niveles altos), tuvieron que desalojar cuando una rotura causó inundaciones en al menos dos localidades.
Los radares de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) detectaron el fin de semana miles de rayos de tipo nube-superficie, entre ellos el que fue a parar a L'Olleria, en Valencia, con una carga de 247 kAmperios, el doble de la intensidad habitual. Por suerte, a pesar de los desperfectos en el tejado y el muro que da a la calle de una vivienda, nadie ha sufrido daños.
Y estos no son los únicos datos relevantes. En la estación meteorológica del Aeropuerto de Barcelona la precipitación que cayó superó el valor más alto del periodo de referencia 1981, marcando un récord para un día de abril con 77,8 litros/m(2).
De repetirse las tormentas que hemos visto en las últimas 48 horas, lo harían en puntos del nordeste peninsular o Baleares. Donde más precipitación se espera hasta el jueves es en Cataluña, sobre todo en Girona, donde podrán caer más de 100 litros/m(2), pero tampoco se descartan en la Comunidad Valenciana, Aragón o Baleares, y en comunidades autónomas aledañas como, de nuevo, Castilla-La Mancha.