¿Cómo influye el tiempo en la delincuencia?

Nico Cero 18/11/2015 10:40

Existen tantos estudios que han mostrado esta correlación que los policías deberían estar atentos a los partes meteorológicos antes de salir a patrullar.

Es sabido que el tiempo es capaz de influir en nuestro estado anímico y en nuestro comportamiento. El calor nos irrita y despierta nuestra agresividad, por eso aumentan los delitos con violencia y también la tasa de suicidios. La razón es lógica: la mayor parte de los delitos exige una cierta pasionalidad y violencia, que puede activarse cuando aumenta el estrés ambiental, lo que sucede cuando se incrementa la temperatura.

Sin embargo, no sucede lo mismo con los robos, que requieren más racionalidad y preparación. Por eso disminuyen en días de lluvias y aumentan en periodos de tiempo estable.

Cuidado con los periodos cálidos

Uno de los estudios más conocido sobre este tema lo llevó a cabo el psicólogo John Rotton con la Universidad Internacional de Florida. Rotton examinó el delito en más de 800 ciudades de Estados Unidos, y encontró que el clima caluroso y seco era un factor tan significante en la predicción de los crímenes como los factores económicos y la densidad de población. Raptos, robos y asesinatos ocurrían más frecuentemente en días calurosos.

Esta conclusión viene a ser confirmada por otro estudio de los autores R. A. Baron y P. A. Bell, que señala que las altas temperaturas aumentan la agresividad y la irritabilidad en las personas, pero que existe un tope en los 30ºC, en los que empiezan a disminuir los delitos.

No se trata de teorías nuevas. Ya el filósofo francés barón de Montesquieu propuso en el siglo XVIII que las leyes deberían guiarse por el clima, porque las condiciones atmosféricas tenían efectos en las personas, sobre todo el viento del este. Montesquieu ya señalaba a este viento como la causa que llevaba a muchos ingleses al suicidio.

Al mismo tiempo, Voltaire también señalaba al viento del este como el motivo de la caída de dos gobernantes ingleses: Carlos I de Inglaterra, que fue decapitado en 1649, y Jacobo II, que fue depuesto.

'Soy inocente, había viento de poniente'

De aquellas teorías se alimenta la legislación en países como Suiza, donde el tiempo puede justificar un delito. En este país alpino podríamos escuchar la frase 'soy inocente, hacía poniente', por extraño que nos resulte, ya que el viento seco resultado del efecto Foehn es un atenuante en un juicio.

El efecto Foehn es un fenómeno que se produce cuando una masa de aire fría y húmeda choca con una cordillera y descarga su humedad, al bajar por las laderas se convierte en aire seco. Estos vientos producen un aumento brusco de las temperaturas y en sus áreas de incidencia está comprobado que la composición del aire presenta abundantes cargas de iones positivos, lo que provoca en el ser humano una mayor sensación de estrés y asfixia.

Mucho cuidado porque en España también tenemos masas de aire que son fruto del efecto Foehn, como el terral malagueño o el poniente mediterráneo.

Un elemento global

La revista 'Science' también reunió una serie de estudios que comparaban los niveles de violencia durante periodos de clima normal con periodos de clima extremo, mostrando patrones similares en diferentes partes del mundo.

Así, por ejemplo, se documentó que las temperaturas extremas aumentaron los delitos violentos en Estados Unidos y Australia, que los años de escasez de precipitaciones aumentaron la violencia doméstica y los conflictos étnicos en el sur de Asia, y que las temperaturas más cálidas aumentan los conflictos civiles en todo el Trópico.

El posible aumento de los delitos, por tanto, es otra razón más para concienciarnos en la lucha por frenar el cambio climático, ya que si las previsiones que apuntan a un progresivo aumento de la temperatura resultan ser ciertas nos enfrentaremos a un planeta cada vez más cálido... y con unos habitantes cada vez más irritados.