¿Qué son las cencelladas? Así se forman estos paisajes helados de cuento

Marcos Fernández* I Meteoralia 16/11/2017 12:48

(Foto: Maquinaria de campo Cantalpino (Salamanca). | David Martín)

Este anticiclón se traduce en jornadas de sol de principio a fin y una amplitud térmica que puede llegar a los 20 grados. Esa diferencia de temperatura entre la noche y el día, unida a la abundante niebla (que se 'congela'), son las causas principales de las Cencelladas.

Pero no todas las nieblas producen este fenómeno. Es necesario que las temperaturas nocturnas sean muy bajas y que la humedad generada por esa nubosidad se sitúe a ras de suelo, lo que hará que se convierta en hielo. Ayuda además que no haya vientos que puedan 'limpiar' las nieblas.

La estampa, además de navideña, podría llevarnos a confusión y hacernos pensar que es nieve o una simple helada de madrugada, porque el resultado es muy similar. Sin embargo, no es así. La cencellada hace acto de presencia en zonas muy húmedas, cerca de los ríos, pero también de grandes embalses y en áreas de interior donde las temperaturas se desploman de madrugada gracias a que los cielos permanecen despejados.

De esta manera, la humedad de las nubes bajas consigue que las minúsculas gotas de agua o gotículas que la forman cristalicen y pasen de estado líquido a sólido al contacto con cualquier superficie (árboles, casas, semáforos...). Esa es la principal diferencia de las centelladas con respecto a una simple helada, que se disipa con los primeros rayos de sol después del amanecer.

¿Dónde se da?

Este fenómeno es poco común, pero se repite casi cada invierno en Castilla y León, especialmente en Valladolid, y algo más puntualmente cerca del Ebro o en otros puntos del interior peninsular si las nieblas se generalizan y persisten.

(Foto: Paisaje helado en Esquirol (Barcelona). | Domènec Llop)

¿Y qué son las 'plumas de hielo'?

El ambiente que rodea la cencellada es gélido porque los valores mínimos y máximos se quedan bajo cero o apenas marcan algún grado positivo. Si la situación persiste varias jornadas, esa fina capa de hielo va ganando grosor, formando 'plumas de hielo' sobre la vegetación. Y con ellas hay que tener cuidado: suponen un peligro para la circulación en coche (junto a la escasa visibilidad) y a pie, porque el pavimento se congela y acaba convertido en un pista de patinaje.

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*Marcos Fernández ( @marcosfdezfdez) es periodista especializado en Meteorología.