La pérdida de hielo marino en el Ártico alimenta las nevadas extremas en Europa

  • El episodio histórico de la 'Bestia del Este' de 2018 se alimentó de la evaporación en el Mar de Barents

  • El deshielo ártico aporta vapor de agua que resulta en inviernos más fríos y nevadas más extremas en Europa

  • "Para 2080, un mar de Barents sin hielo atlántico será una fuente importante de humedad", dicen los expertos

Un nuevo estudio ha demostrado un hecho paradójico: el calor extremo en unas zonas del planeta origina episodios de nevadas intensas en otras regiones del mundo. Concretamente, se ha analizado el caos que provocó la ‘Bestia del Este’ en Europa en 2018, que tendría su procedencia en una pérdida del hielo marino del Ártico.

“La pérdida del hielo marino del Ártico se ha relacionado con inviernos fríos y nevados en latitudes medias. Sin embargo, los mecanismos y un vínculo directo siguen siendo esquivos debido a la evidencia observacional limitada”, enuncia la investigación publicada en la revista 'Nature Geoscience', llevada a cabo por siete investigadores de instituciones de Estados Unidos, Finlandia, Francia y Noruega.

El episodio histórico de 2018 se habría alimentado, argumentan, de aproximadamente 140 gigatoneladas de agua se evaporaron del mar de Barents durante un episodio anormalmente cálido.

Los datos del nuevo análisis muestran que de 1979 a 2020, la evaporación neta de marzo a través del mar de Barents aumentó en aproximadamente 70 kg por metro cuadrado de hielo marino perdido, concurrente con 1,6 litros por metro cuadrado por año de aumento en las nevadas máximas de Europa, dice el estudio.

Nuestro análisis vincula directamente la pérdida de hielo marino del Ártico con el aumento de la evaporación y las nevadas extremas, y significa que para 2080, un mar de Barents sin hielo atlántico será una fuente importante de humedad invernal para la Europa continental, concluye.

El caos de la 'Bestia del Este'

La ‘Bestia del Este’ se cobró la vida de al menos medio centenar de personas, la mayoría en Polonia, donde las temperaturas inferiores a los -16 ºC se prolongaron varios días. En España, el temporal se cobró la vida de un hombre en Vizcaya.

El caos en el transporte y las escuelas paralizó las vidas de miles de personas en buena parte de Europa. Roma tuvo su primera nevada importante en seis años y una ciudad en el norte de Venecia llamada Campoluzzo registró la temperatura más baja de Europa, de -40 ºC. Las góndolas y estatuas de la ciudad se cubrieron de blanco. Datos históricos que recuerdan al reciente episodio de ‘Filomena’, que afectó en mayor medida a nuestro país.