1.- El primer puesto del punto más frío lo tiene el municipio leridano de Torre de Cabdella, al que pertenece el lago de Estangento, que en el 'Gran Frío de 1956' batió todas las marcas con 32 grados bajo cero la mañana del 2 de febrero en que amaneció todo absolutamente congelado. Dos invasiones consecutivas de aire polar continental y una tercera algo más débil convirtió casi toda España en una pequeña Siberia con heladas que se reprodujeron también a nivel del mar. El Loira, en la vecina Francia, que pasaba muy cerca de este municipio, quedó absolutamente congelado y, según el INM, antiguo AEMET, es probable que algunas áreas del Pirineo, lejos de las estaciones de medición llegaran a los -50ºC.
2.- Molina de Aragón (Guadalajara). Aquí es habitual rozar o alcanzar los -10ºC en las madrugadas de invierno, aunque su récord histórico se alcanzó el 28 de enero de 1958 con -28,2ºC.
3.- Casi la misma temperatura que otro municipio cercano de la provincia de Teruel: Calamocha. En este caso, el mercurio cayó hasta los -27ºC el 17 de diciembre de 1963.
4.- Podemos pensar que en zonas de campo, no expuestas a la contaminación o a las islas de calor de los edificios es más lógico que las temperaturas caigan considerablemente en situaciones excepcionales. Sin embargo, una capital de provincia ostenta también otro de los récords de frío de España. Es Albacete, que en la zona de Los Llanos-aeropuerto marcó -24ºC en 1971.
5.- En -24,6ºC se quedó el mercurio en la Reinosa, en la montaña cántabra, en la misma ola de frío, en concreto, el 4 de enero. Además, Reinosa es también uno de los municipios donde podemos contar grandes acumulados de nieve en situaciones de olas de frío de origen polar marítimo, ya que toda la humedad se encuentra con la Cordillera Cantábrica dejando nevadas muy generosas.
6.- Burgos llegó a los -22ºC en 1971, en concreto cerca de su aeropuerto (Villafría) haciendo honor a su nombre. Es el mismo valor en el que Teruel ha marcado su récord histórico en enero de 1945. Hay que tener en cuenta que la capital turolense, junto a Ávila y Cuenca, es una de las ciudades que se hallan a mayor altitud superando los 1.000 metros.
7.- Vitoria pasó una Navidad congelada en 1962 con 21 grados bajo cero.
8.- Salamanca, que también se caracteriza por sus bajas temperaturas en invierno, tocó los -20ºC en 1963.
9.- ¿Almería? Los aficionados al invierno esperan cada año rememorar alguno de estos grandes fríos, como el de febrero de 1956 donde nevó de forma simultánea en ciudades como Donostia, Madrid, Barcelona, Palma de Mallorca o Málaga con heladas en lugares tan poco acostumbrados a este fenómeno como Almería (-1,2ºC), Alicante (-4,6ºC), Bilbao (-8ºC), Castellón (-7,3ºC).