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Esta Semana Santa será la primera que vivamos confinados, aunque va a haber un factor en el que sí coincidirá con años anteriores: las lluvias. Suele ocurrir que, como arte de magia, las nubes reaparecen en algunas localidades del sur a tiempo para entorpecer la festividad, dejando siempre cierta incertidumbre hasta el último momento antes de las procesiones. Y este año, a pesar de todo, no iba a ser menos.
En lo meteorológico, las cosas han cambiado radicalmente en los últimos días en Europa. En anticiclón se ha movido continente-adentro, provocando es un aumento de las temperaturas y una disminución de la inestabilidad excepto en los países más expuestos del Atlántico.
En España estamos a medias entre esas altas presiones, que están suponiendo una mejoría del tiempo en el este, y las bajas presiones atlánticas, que están arrastrando lluvias al oeste. Aunque sí hemos tenido un vuelco evidente en lo referente a las temperaturas: de las heladas nocturnas hemos pasado este fin de semana a los 20ºC que se alcanzan ya en muchas provincias.
En zonas de Aragón, de hecho, se vieron obligados la semana pasada a utilizar quemadores en el campo para evitar que el hielo acabase con la cosecha como ha ocurrido en años anteriores. En 2019, sin ir más lejos, el frío que irrumpió en primavera con los árboles ya florecidos arruinó los frutos especialmente en Murcia, con pérdidas millonarias.
Como decimos, el termómetro será más generoso esta vez, regalándonos valores que, aunque no podremos disfrutar al aire libre, al menos contribuirán con nuestro campo. De igual manera, lo harán las lluvias. De hecho, a pesar de que nuestros embalses se encuentran un 10% más vacíos de lo normal (media de los últimos 10 años), arrastramos un balance muy positivo desde que arrancó el 'año hidrológico' (1 de octubre de 2019), con 63 litros/m(2) más de precipitación de lo que marca el promedio del periodo de referencia 1981-2010.
Por si fuera poco, la Semana Santa se presenta, como acostumbra a hacer, lluviosa. Si el año pasado el cielo descargó con toda su fuerza en el Levante, este año lo hará de manera mucho más leve pero más repartida, y afectará en buena medida a puntos de Andalucía.
Una sucesión de frentes nos llega por el Atlántico esta semana. El primero, el lunes, viene asociado a la borrasca que afecta a Islandia, donde generará fuerte viento del suroeste con lluvias abundantes. Aquí impulsará una línea de nubes cargadas de humedad que ocuparán toda la Península y parte de Baleares, y dejará precipitaciones repartidas aunque en general poco intensas.
Aunque habrá ratos de sol, serán menos frecuentes en el noroeste y el centro peninsular, y más en el Mediterráneo, especialmente si comparamos con las lluvias que azotaron la región la semana pasada, cuando Castellón registró un récord de precipitación en 24 horas y se inundaron varias localidades de Murcia, además de complicar la plaga de mosquitos en Valencia.
El martes, las lluvias irán a menos en el norte, aunque se agradece el agua que está cayendo a esta hora especialmente en Cantabria, donde los bomberos han tenido que apagar una veintena de incendios provocados.
Al final del día, con el primer frente saliendo ya de nuestra geografía, llegará el segundo, que reavivará las lluvias en el noroeste de cara al miércoles. Como contrapartida, la entrada de una masa de aire cálido sumará grados al termómetro en toda España.
El aire cálido del sur y suroeste sin duda será de agradecer tras unas semanas muy frías. De poder disfrutar las playas, de hecho, sería un perfecto día en zonas del Cantábrico como el País Vasco, donde hará hasta 25ºC, y de Canarias, donde se rozarán los 30ºC. Aunque desde el balcón, será posible tomar el sol en la semana mitad de la semana en muchas zonas de España.
Habrá excepciones, eso sí. De nuevo Galicia y Asturias tendrán un día lluvioso. Y la misma situación podrá repetirse en muchos puntos del interior, tanto en Castilla y León como en el norte de Extremadura.
A medida que nos acerquemos al fin de semana, no obstante, un anticiclón podría acercarse por el Atlántico haciendo que se despejen los cielos. Habrá que esperar unos días para poder confirmarlo.