El verano será más caluroso de lo normal en el sur de Europa

  • El calor será especialmente anómalo en los países del sureste de Europa

  • Los episodios de sequía podrán ser extremos en países del continente y habrá que extremar la precaución con los incendios

Lo de las temperaturas más altas de lo normal está siendo una constante en lo que va de 2020. El invierno pasó sin grandes fríos –y con grandes calores para la época en el mes de febrero– y abril y mayo no han ‘curado’ esta tendencia. Los modelos de predicción meteorológicos apuntan ahora a un verano que, en la misma línea, nos trae más calor del que debería. ¿Habrá olas de calor como las del año pasado?

Más calor en todo el sur de Europa

La agencia meteorología francesa Meteo France acaba de publicar sus estimaciones para el verano de 2020 en Europa, y parece que nos espera un trimestre junio-julio-agosto un tanto asfixiante.

"Se espera que las temperaturas estén por encima de las normas estacionales en todo el sur de Europa", enuncia la nota de prensa. Por hacernos una idea, la media de las temperaturas máximas consideradas 'normales' (las del periodo de referencia 1981-2010) en julio y agosto es de más de 30ºC en más de la mitad de España, y de más de 34ºC en el caso de algunas zonas de Andalucía, Extremadura y Castilla-La Mancha, como ilustran los siguientes mapas del meteorólogo César Rodríguez Ballesteros:

Lo más seguro es que tengamos alguna ola de calor

A la pregunta "¿Existe el riesgo de una ola de calor este verano?", la agencia meteorológica responde tajante: sí. "Es difícil cuantificar este riesgo, pero podemos identificar factores favorables o desfavorables", aclara. "Para este verano, hay un factor favorable a este riesgo, es la circulación general: varios modelos sugieren un anticiclón de las Azores más desarrollado".

El año pasado, la primera ola de calor en España no se hizo esperar. Se produjo prácticamente al inicio del verano astronómico, entre los días 26 de junio y 1 de julio. "Otros episodios cálidos destacados fueron los de los días 20-25 de julio y 6-10 de agosto", enuncia en el resumen estacional la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).

Menos lluvia de lo habitual

Esto acarrearía, a su vez, un clima más seco de lo habitual en el sur de Europa durante el verano. Este año llegamos a las puertas del verano, eso sí, con un dato algo mejor que el año pasado.

Nuestros embalses se encuentran al 67% de su capacidad frente al 61% del año pasado por estas fechas, principalmente por las lluvias que se han producido desde que arrancó el año hidrológico (1 de octubre de 2019) en el norte y el este peninsular. Ha caído casi un 18% de lo que acostumbra a caer desde entonces hasta el 28 de mayo en España.

Esto no quiere decir que lleguemos sin preocupación por la sequía al verano, pero sí lo hacemos con mejor dato que otras zonas de Europa. En el sureste del continente –los países de los Balcanes como Grecia y Croacia– se prevé que las temperaturas sean incluso más anómalas que aquí, y para colmo la primavera no ha sido especialmente lluviosa a pesar de las precipitaciones que se están produciendo estos días.

Hace poco el National Geographic publicaba un artículo dedicado a la escasez creciente de agua que se viene observando en las islas de Grecia en los últimos años. En ocasiones se ven obligados a trasladar buques cisterna cagados de agua para satisfacer la demanda.

También en el centro de Europa –Alemania y Suiza, principalmente– rezan para que los cielos rieguen sus campos después de un periodo de unos dos meses sin ver llover en algunas regiones. Los Alpes han sido los grandes castigados esta cuarentena por el excesivo calor y la escasa lluvia. Según la previsión estacional de Meteo France, el verano podrá agravar esta sequía y repetir el episodio desesperante que se vivió el 2018, cuando tuvo que abastecerse de agua al ganado con ayuda de helicópteros militares.

Los incendios serán el gran reto este verano

Otro riesgo de la vegetación seca -y más asilvestrada por la cuarentena, con más 'mala hierba'- serán los incendios. El excesivo calor y la falta de humedad son el cóctel perfecto para la propagación del fuego a la mínima que sople el viento, se produzca una tormenta eléctrica, o algún irresponsable encienda la llama. Tocará extremar la precaución este verano, que muchos meteorólogos advierten: romperá récords.