Entrevista a Miguel Ángel Revilla, candidato otra vez: "Mi mujer está muy cabreada, pero sabe con quién se casó"

  • El 23 de enero cumplirá 80 años, es el mayor de todos los presidentes autonómicos y esta semana anunciaba que quiere seguir siéndolo

  • Hace un año subí con Calleja un pico de 1.000 metros descolgado de una cuerda... tengo mejor memoria que nunca, asegura el presidente cántabro

  • El fundador y líder el PRC, según las encuestas que maneja su partido, le convierte en el único candidato que puede frenar a PP y Vox en las urnas

El 23 de enero cumplirá 80 años, es el mayor de todos los presidentes autonómicos y esta semana anunciaba que quiere seguir siéndolo. Miguel Ángel Revilla fundador y líder el PRC se ha hecho un nombre que va ligado a Cantabria y eso, según las encuestas que maneja el partido regionalista, le convierte en el único candidato que puede frenar a PP y Vox en las urnas. Así lo ha dicho, públicamente, y en la entrevista que ha concedido a NIUS por teléfono. Encaja nuestra cita en un hueco entre las decenas de reuniones, visitas y actos a los que sigue asistiendo cada día. Es jueves por la mañana, tiene que ver a empresarios y con su estilo directo habitual nos pide que nos ajustemos a la media hora pactada, porque tiene una agenda apretada.

Los 63 miembros de la Ejecutiva del partido le han pedido, en otras tantas cartas personales, que siga siendo candidato a la presidencia de Cantabria y él ha dicho sí. Antes, tendrá que ser elegido líder del partido, pero eso, a la vista de los hechos y sin competencia a la vista, es un trámite.

Antes de contestar sí en sus cartas, acudió a Valdecilla, el hospital de referencia de Cantabria para hacerse todos los análisis y pruebas posibles. Nefrología, urología, radiología y cardiología fueron las consultas que visitó y los informes dijeron que está plenamente capacitado para realizar la actividad que viene haciendo": "Levantarse a las siete, ir a la sede del Gobierno en Peña Herbosa a las ocho y recorrer Cantabria", según cuenta él mismo. Revilla se ve "mejor" de lo que ve al presidente de EEUU, Joe Biden, dos meses mayor que él. Así que de momento, está determinado a ir a por la quinta presidencia.

La que no está tan contenta es Aurora, su mujer. "Está tremendamente cabreada", confiesa en su conversación con NIUS, aunque añade que ella ya sabía con quién se casaba y da por hecho que las aguas volverán a su cauce antes del 28 de mayo, el día de las elecciones autonómicas y municipales.

Pregunta: ¿Qué lleva a alguien a querer presidir un Gobierno a los 80, no es hora de descasar?

Respuesta: Es que en esta vida... Yo tomé un rumbo en 1976. Hasta ese año, era director de un banco, daba clases en la universidad, tenía un barquito, era socio del Club Marítimo... vamos que tenía una vida muy placentera. Pero cuando murió Franco y se empezó a articular España, creí que era el momento de hacer cosas. Había que cambiar el nombre a Cantabria -entonces era la provincia de Santander y formaba parte de Castilla La Vieja- y trabajar por la autonomía.

Así creé el PRC. Compliqué la vida a mucha gente, empezamos con dos diputados y ahora tenemos 14 de los 35 que hay en el Parlamento Cántabro. Así, que cuando ahora los compañeros me dicen que, si estoy bien, me presente, porque de eso depende mucho lo que el partido pueda conseguir, y además me mandan 63 cartas personales, tengo que que planteármelo.

Así que me hice un análisis exhaustivo que dijo que sí, que salvo que ocurra algo, puedo seguir haciendo lo que hago. Y claro, ¿Qué les digo a los compañeros, que les dejo el marrón? Creo que me merezco disfrutar de la vida pero con gran disgusto de mi mujer, les tuve que decir que sí, la única disculpa para no hacer habría sido no estar bien para seguir estando todo el día de reuniones, llamadas y recorriendo Cantabria y en actos hasta las diez de la noche.

P.: ¿Pero esta vez será la última?

R.: Hombre, yo no soy capaz de venir aquí con la cabeza distraída. Pero por ahora tengo buena memoria; tengo movilidad; hace un año subí con Calleja un pico de 1.000 metros descolgado de una cuerda; peso 67 kilos y medio, no estoy ni gordo ni muy flaco, estoy como siempre. Y mi cabeza... tengo mejor memoria que nunca.

Hace un año subió con Calleja un pico de 1.000 metros descolgado de una cuerda y ha vuelto a leer sin gafas

¡Y ojo!, últimamente me ha pasado algo que no sé cómo calificar. Hasta hace poco, yo era incapaz de leer el periódico sin gafas. No llevo gafas para nada más, pero un día me dicen que dónde están las gafas, y entones vi que llevaba unos días igual. Ya no las necesito. A mi padre le pasó lo mismo, debe ser algo que ocurre.

P.: Sólo hace unos días que anunció su intención de seguir, ¿Le ha perdonado ya su mujer?

R.: Mi mujer está cabreada, enfadada, pero sabe con quién se casó, que se casó con alguien que no era director de banco. Ella era militante del partido y sabe lo que hay. Y aunque no está de acuerdo, entiende que si los demás me han escrito 63 cartas personales, mi obligación es aceptar.

P.: ¿Pero, no hay banquillo en el PRC?

R.: Palabra de honor que hay media docena de personas mucho más capaces que yo. Pero el componente de voto personal pesa mucho. No es tan fácil llegar a tener una notoriedad como la mía después de toda una vida política, apareciendo en la tv, en la radio, etc. Hablar de Cantabria y hablar de Revilla parece la misma cosa y ellos eso no lo tienen, aunque tengo un equipo extraordinario.

Pero las encuestas nos dicen que la merma de diputados sería importante. Y la verdad, con esta marea pepera y de vox hay que frenarlo. A ver, lo cómodo sería irme y disfrutar de la vida. Mira, no he viajado nada, no conozco Granada, ni Toledo, ni Londres, ni Nueva York. Me encantaría viajar, dar conferencias y atender a todo el mundo que me llama.

Pero no puedo dejar tirada a la gente después de haber originado este terremoto de Cantabria, me lo he ganado a pulso.

P.: Hablando de mareas del PP, ¿El efecto Feijóo ha pasado ya?

R.: Pues hace un mes le veía imparable, como una marea. Mira, los que somos de costa sabemos que las mareas suben y te meten para dentro. Y con Feijóo había una muy grande, imparable.

Pero ahora, hay un estancamiento, un parón. No es lo mismo que estar en Galicia que ir a Madrid y tener que contestar a cosas todos los días. Yo siempre he contestado a todo, no soy como Pujol que decía aquello de "hoy no toca", y Feijóo se está encontrando con lo que supone estar en primera línea.

Lo que no termino de entender es que el otro día lo vi en una revista, con unos modelitos, unos jerséis de cuello alto y unas poses de reportaje de una revista de modas, que no sé yo

A los medios no les gusta que no contestes. Te preguntan por precios, actualidad, y claro, dices cosas que van en contradicción con las que dicen otros de tu partido. Eso es difícil de gestionar.

Lo que no termino de entender es que el otro día lo vi en una revista, con unos modelitos, unos jerséis de cuello alto y unas poses de reportaje de una revista de modas, que no sé. No me lo esperaba de un hombre tan austero. Es como si yo, que siempre me ven en albarcas por aquí, apareciera con fotos así, aunque es verdad que no tengo el tipo de Feijóo. Pero vamos, que hay que tener un poco de mesura, no entiendo bien eso de aparecer como una estrella del Rock.

De todas, formas, lo que me preocupa es el defecto original que supone el pacto con Vox en Castilla y León. Que se podría haber reproducido en Andalucía y que se puede repetir en Madrid, porque yo tengo claro que PP y Vox gobernarán en coalición si les da.

Feijóo es peleón, es rocoso y además, a este tío en Europa se le acercan, cuentan que tiene un cierto prestigio.

Ya te digo que hace un mes yo lo veía imparable, pero ojo, porque queda un año muy largo hasta las elecciones y hay acontecimientos que pueden mejorar la imagen del Gobierno, como presidir Europa en el segundo semestre del año. Y luego está la guerra, la economía. Hay muchas variables y no se sabe lo que va a pasar en un año.

Lo que me preocupa es lo de Vox. Imagine unos señores que están en contra de la autonomía de Cantabria, que quieren que estemos en Castilla y León

A mí lo que me preocupa es lo de Vox. Imagine unos señores que están en contra de la autonomía de Cantabria, que quieren que estemos en Castilla y León, cuando nosotros lo que queríamos y hemos conseguido es una comunidad prestigada.

Creo que todos los que estén leyendo esto saben dónde está Cantabria, que recibimos a todo el mundo, que somos profundamente españoles. No queremos ser más ni menos, pero sí estar ahí y eso ha costado muchos años.

P.: ¿Y a Sánchez, cómo lo ve?

R.: Lo veo muy activo. Viaja mucho, es muy tenaz, un político de libro. Aunque para eso hay que carecer de unos principios como los míos que me habrían impedido hacer determinados pactos.

P.: ¿Qué pactos no habría hecho usted?

R.: No hago un pacto con partidos que tengan en su programa, no sólo separarse de España, sino usar procedimiento al margen de la Constitución (ERC). Y también tengo reticencias con Bildu, aunque es un logro de la democracia que esté en el Parlamento, ahora que ETA ya no existe.

Lo que me preocupa es lo de Vox. Imagine unos señores que están en contra de la autonomía de Cantabria, que quieren que estemos en Castilla y León

Pero como te decía, Sánchez es muy tenaz y tiene logros importantes. Por ejemplo, hace tres años, en esta entrevista, tú me habrías por Cataluña, y ahora no estamos hablando de eso.

P.: Por cierto, ¿Cómo ve la reforma del delito de sedición?

R.: Hay que acomodarse a la normativa europea. Igual que nos hemos adaptado y nos hemos integrado en cosas como la moneda, hay que hacerlo. Es que hay sentencias de nuestros jueces nos las echan atrás en Europa, llega Estrasburgo y nos llama la atención. Así que tendremos, que adaptarnos.

P.: Esta entrevista está hecha el jueves. Unas horas antes del naufragio de la negociación para renovar el CGPJ. Así que, con todo en el aire, le preguntamos a Miguel Ángel Revilla: ¿Tendremos renovación del CGPJ antes de que pase este puente de Todos los Santos?

R. Me gustaría mucho, pero no sé yo... Mira, voy a decir que sí… un sí condicionado. Pero esto se tiene que arreglar en 15 días, como mucho.

El tiempo se agota, a Miguel Revilla le esperan unos empresarios esa mañana y siete meses hasta las elecciones en las que se decidirá si vuelve a ser presidente por quinta vez. Hasta ahora, nunca ha obtenido mayoría absoluta y sus pactos para ser presidente siempre han sido con el PSOE. Aunque en entre 1995 y 2003, las primeras legislaturas en las que tocó Gobierno, fue vicepresidente de un Gobierno liderado por el PP.