Las molestias del rey Felipe VI con su brazo durante su besamanos en el Congreso de los Diputados
Una caída jugando al pádel ha complicado el besamanos del rey Felipe VI en el Congreso de los Diputados
El Jefe de Estado se ha dejado ver visiblemente molesto tras la jura de Constitución de la princesa Leonor
Las redes sociales hablan del saludo de la reina Letizia a Santiago Abascal tras la jura de la princesa Leonor
El pasado 8 de octubre, una caída jugando un partido de pádel con amigos provocó una tendinitis en la muñeca izquierda del rey Felipe VI. Un problema de salud que no fue a más pero que ha tenido importantes consecuencias en su ajetreada agenda oficial de las últimas tres semanas.
La primera vez que le vimos con muñequera fue en la Fiesta Nacional, apenas cuatro días después del incidente. En la recepción que organizaron en el Palacio Real, tanto él como la reina y la princesa tuvieron que estrechar la mano a más de 2.000 invitados. Por fortuna, su mano derecha no había sufrido ese traspiés y el besamanos se pudo desarrollar con normalidad.
La historia se repitió el 20 de octubre, esta vez en Oviedo, donde se celebró la última edición de los Premios Princesa de Asturias. Aunque la convocatoria fue menor, el rey Felipe VI también tuvo que hacer trabajar a su muñeca en uno de los actos de más relevancia institucional para la Corona. Pero sus problemas de tendinitis no llamaron especialmente la atención.
La incomodidad del rey Felipe VI tras la jura de Constitución de la princesa Leonor
Ha sido este martes 31 de octubre, tras la jura de la Constitución por parte de su primogénita ante el Congreso de los Diputados, cuando se han hecho más visibles que nunca las molestias de su majestad con su brazo, por el que le hemos visto incómodo en más de una ocasión.
Durante el besamanos a los miembros del Congreso y Senado y resto de asistentes a la sesión solemne celebrada en el Hemiciclo, el rey Felipe VI se ha visto obligado a mantener doblado su brazo izquierdo para proteger su codo haciendo él mismo la función que desempeñaría un cabestrillo, una recomendación habitual para tratar una tendinitis como la suya.
Lo que no le ha impedido, aunque haya tenido que forzar su muñeca, ha sido mostrar su orgullo a su heredera en el trono segundos después de su intervención en la cámara baja. Un orgullo que también han manifestado tanto su mujer, la reina Letizia, como su hija menor, la infanta Sofía, a la que hemos podido ver muy cercana a su hermana en su día grande.
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