El Supremo conforma el tribunal que juzgará al fiscal general del Estado, con Martínez Arrieta de presidente

El magistrado Andrés Martínez Arrieta.. Europa Press (archivo)
  • Los siete magistrados que juzgarán a Álvaro García Ortiz: Martínez Arrieta, Ana Ferrer, Juan Ramón Berdugo, Manuel Marchena, Antonio del Moral, Susana Polo y Carmen Lamela

  • El nuevo presidente de la Sala de lo Penal, Andrés Martínez Arrieta, presidirá también este tribunal

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MadridEl Tribunal Supremo ha dado a conocer este jueves el tribunal que juzgará al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, por un presunto delito de revelación de secretos y que estará encabezado por el nuevo presidente de la Sala de lo Penal, Andrés Martínez Arrieta. Paralelamente, el fiscal general ha presentado su escrito de defensa ante el Supremo por esta causa.

Así consta en una providencia de este jueves, a la que ha tenido acceso Europa Press, en la que enumera los siete magistrados miembros del tribunal: Andrés Martínez Arrieta, Ana Ferrer, Juan Ramón Berdugo, Manuel Marchena, Antonio del Moral, Susana Polo y Carmen Lamela. Es un tribunal de mayoría conservadora, solo dos magistradas son calificadas como progresistas.

Se da la circunstancia de que Martínez Arrieta y Ferrer se enfrentaron recientemente por la Presidencia de la Sala de lo Penal --ostentada anteriormente por Marchena--, uno impulsado por el sector conservador del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), que finalmente se impuso, y otra, apoyada por los vocales progresistas del órgano de gobierno de los jueces.

Aunque el tribunal es de mayoría conservadora, la magistrada que se encargará de hacer la propuesta de sentencia será Polo, de la asociación progresista Juezas y Jueces para la Democracia (JJpD). Esta tarea ha recaído sobre ella porque así lo establece igualmente la normativa interna al haber sido la ponente del auto de la Sala de Admisión por el que se abrió causa al fiscal general del Estado.

La fecha del juicio contra el fiscal general

Según fuentes jurídicas consultadas por Europa Press, el juicio se celebrará en el mes de noviembre, con una duración aproximada de una semana.

Sin embargo, el juicio podría alargarse en función de las pruebas que finalmente se admita, ya que las partes han solicitado las declaraciones de numerosos testigos.

Siguiendo este calendario, las citadas fuentes calculan que podría recaer sentencia hacia final de año.

Un proceso judicial complejo y sin precedentes

Las fuentes consultadas auguran un juicio complejo, tanto por la entidad del acusado --nunca antes un fiscal general ha sido juzgado en el Tribunal Supremo-- como por las dificultades probatorias del delito apreciado por el magistrado instructor, Ángel Hurtado, la revelación de secretos.

No obstante, el catálogo de delitos podría ampliarse, ya que el propio instructor mencionó, en la resolución por la que envió a juicio a García Ortiz, otros de prevaricación o infidelidad en la custodia de documentos públicos, dos tipos penales que también califican algunas de las acusaciones populares y que podrían elevar la eventual pena a hasta seis años de cárcel y doce de inhabilitación.

Los testigos en el caso de Álvaro García Ortiz

En cuanto a la prueba a practicar en juicio, en sus escritos las acusaciones reclamaban la declaración de García Ortiz y de numerosos testigos, entre ellos González Amador; su abogado en el caso por delitos fiscales, Carlos Neira; el jefe de gabinete de Díaz Ayuso, Miguel Ángel Rodríguez; cuatro fiscales --Pilar Rodríguez, Almudena Lastra, Diego Villafañe y Julián Salto--; y varios periodistas.

La acusación particular también reclama las testificales de la ex asesora de Moncloa, Pilar Sánchez Acera, del que fuera líder de los socialistas madrileños Juan Lobato y del ex secretario de Estado de Comunicación Francesc Vallés; mientras que la acusación popular que ejerce la Asociación Profesional e Independiente de Fiscales (APIF) plantea interrogar al ex secretario de Organización del PSOE Santos Cerdán

Se espera que el juicio gire en torno a las testificales, ya que tras ocho meses de investigación la causa se sostiene en las declaraciones de testigos e imputados acordadas por Hurtado; en el informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil con las comunicaciones de Pilar Rodríguez en las horas clave de la presunta filtración, puesto que García Ortiz borró sus chats y correos; y en las conversaciones de WhatsApp aportadas por Lobato, Miguel Ángel Rodríguez y periodistas.

Los hechos fijados por el juez instructor

Los testigos reclamados por las acusaciones de cara al juicio son los personajes clave de los hechos investigados que finalmente Hurtado ha acotado a la presunta filtración por parte de García Ortiz a la Cadena SER la noche del 13 de marzo de 2024 del correo electrónico enviado por Neira a la Fiscalía el 2 de febrero de ese año, buscando un pacto en la causa por delitos fiscales donde González Amador ya ha sido enviado a juicio.

El magistrado sostiene que, en paralelo, desde la Fiscalía General, "y antes de que hubiera tenido difusión por otros medios el correo" en cuestión, se envió copia del mismo a Sánchez Acera, "quien hizo uso de él, dando instrucciones" a Lobato para que lo exhibiese en su intervención en la Asamblea de Madrid contra Díaz Ayuso.

En su resolución, Hurtado insiste en que el citado 'email' contenía "información sensible relativa a aspectos y datos personales de un ciudadano, que habían sido aportados con vistas y a los efectos de un ulterior proceso penal, en el curso de unas conversaciones privadas entre su letrado y el fiscal encargado del caso, sujetos a los criterios de reserva y confidencialidad por parte de la Fiscalía, que han de presidir este tipo de conversaciones".

El magistrado expone que, dado ese "deber de discreción", "no es tolerable divulgación alguna a terceros sin autorización del interesado, cuya reputación bien pudiera verse perjudicada por esa revelación".

A ello añade que la filtración del correo "pone en cuestión el prestigio de la institución", destacando en este sentido "el cometido y la función constitucional que le viene encomendada al Ministerio Fiscal, sujeto en esa función a principios como el de legalidad e imparcialidad".

Hurtado opina que estos principios "pueden quedar en entredicho en la medida que su actuación se viera comprometida por indicaciones externas, y, sin duda, tener indudables efectos perjudiciales en el fundamental derecho de defensa del afectado".

Para el magistrado, todo ello fue asumido por García Ortiz, desde el momento en que, "a una información confidencial de la que tuvo conocimiento por razón de su cargo como fiscal, le dio una publicidad que no debió alcanzar, como alcanzó, al salir del ámbito de reserva para el que fue concebida".

El escrito de defensa de Álvaro García Ortiz

Por contra, la defensa del fiscal general reivindica su inocencia, en base a un relato cronológico --que va desde el 23 de enero de 2024, cuando Fiscalía comenzó a investigar a González Amador, hasta el 14 de marzo de ese año, cuando difundió la nota de prensa con el intercambio de 'emails' entre Neira y Salto--, que a su juicio evidencia que "no existe ninguna conexión lógica" entre la publicación del citado 'email' en la SER y García Ortiz.

Precisamente este jueves, el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, ha presentado su escrito de defensa ante el Supremo por esta causa por los correos en los que el novio de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, aceptaba haber cometido fraude fiscal.

Ortiz ha reivindicado su inocencia y ha defendido su actuación en nombre del prestigio de la Fiscalía ante una "operación perfectamente orquestada" desde la Comunidad de Madrid para presentar Alberto González Amador como "víctima de una operación política".

La Abogacía del Estado, en representación de García Ortiz, insiste en su escrito, que no hay delito porque "los hechos atribuidos no constituyen ilícito penal alguno, no existiendo responsabilidad penal por parte del fiscal general" dado que "no ha existido hecho delictivo".