Tribunales

Juicio al fiscal general del Estado: de las declaraciones de Pilar Sánchez Acera y Juan Lobato a las sospechas de la acusación sobre el papel de Moncloa

Juan Lobato, a su llegada al Tribunal Supremo por el juicio al fiscal general del Estado. Europa Press
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El Tribunal Supremo ha celebrado hoy el tercer día del juicio al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, acusado de presunta revelación de secretos por, supuestamente, haber filtrado el correo electrónico que Carlos Neira, el abogado de Alberto González Amador, pareja de Isabel Díaz Ayuso, envió a la Fiscalía ofreciendo que su cliente reconociera dos delitos fiscales a cambio de llegar un acuerdo con el que evitara la cárcel.

En la sesión, y con la acusación poniendo sobre la mesa la pregunta de si Moncloa tuvo algún papel en la filtración, hoy se han producido dos declaraciones clave: la de Pilar Sánchez Acera, actual número 2 del PSOE de Madrid y exasesora de Moncloa, –que ha negado ese extremo–, y la de Juan Lobato, quien fuese entonces líder del PSOE madrileño.

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La declaración de Pilar Sánchez Acera y Juan Lobato en el juicio al fiscal general del Estado

Pilar Sánchez Acera fue quien envío a este último un pantallazo con un correo electrónico de la filtración que se investiga, algo sobre lo cual la exasesora ha declarado que le llegó inicialmente por un periodista cuyo nombre ha dicho no recordar.

En la misma línea, Juan Lobato, que ha negado que el pantallazo de ese email clave le llegase de la Fiscalía, ha expresado que esperó a que lo sacasen los medios antes de mostrarlo en la Asamblea de Madrid “por prudencia”.

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"En ningún momento recibo ni tengo en mi poder el correo de 2 de febrero objeto de investigación. Recibo una imagen de un documento distinto", ha manifestado, por su parte, Sánchez Acera, en respuesta a la acusación particular que ejerce el novio de Díaz Ayuso, y en referencia al correo que la defensa de González Amador envió ese día de 2024 a la Fiscalía ofreciéndose a reconocer dos delitos fiscales a cambio de un pacto.

"Lo que recibo no tiene ni quién envía ni destinatario ni fecha. Tiene pie de firma del despacho de abogados", ha precisado, la exasesora de Moncloa, que ha reiterado: "Quiero dejar claro que yo no recibo el famoso correo del 2 de febrero".

Además, preguntada sobre cómo recibió el pantallazo que la mañana del 14 de marzo de 2024 envió a Lobato, Sánchez Acera ha reiterado lo que ya dijo en la fase de investigación: que le llegó a través de "un medio de comunicación".

En ese sentido, ha apuntado que no recuerda el medio en concreto ni el periodista en cuestión, pero sí ha dicho estar segura de que le llegó minutos antes de que se lo reenviara al exlíder del PSOE de Madrid.

Por su parte, Juan Lobato, en un interrogatorio que apenas ha durado una hora y se ha centrado en los mensajes de WhatsApp que se intercambió aquella mañana del 14 de marzo con Sánchez Acera, ha insistido en que el ‘pantallazo’ del correo’ no le llegó a través de la Fiscalía, si bien preguntó si era así por “prudencia”, porque pensó que podía interpretarse así.

El pantallazo de Sánchez Acera a Juan Lobato

Concretamente, Sánchez Acera envió a Lobato el pantallazo de ese correo electrónico a las 8:29 horas. "Cuidado con los datos personales", le advirtió, y minutos después insistió al entonces líder del PSOE de Madrid: “Sácasela en la pregunta (...) ¿Quién miente, señora Ayuso, usted o su novia?"

Entonces, el dirigente socialista preguntó a la exasesora si la carta se había publicado en "algún sitio" y cómo la tenían, a lo que Acera contestó: “Porque llega. La tienen los medios”.

No obstante, Lobato incidió en que necesitaba saber de dónde salía el correo para que, como reclamaba ella, pudiera usarlo en la sesión de control de ese día en la Asamblea de Madrid. "Porque si no, parece que me la ha dado Fiscalía", apostilló entonces el aún senador socialista.

En este sentido, y a preguntas de la abogada del Estado Consuelo Castro, que ejerce la defensa de García Ortiz, Lobato ha negado que esa imagen le llegara de "alguien de la Fiscalía". "En absoluto", ha dicho. Sin embargo, la acusación particular que ejerce González Amador ha querido saber por qué replicó a Sánchez Acera que, si no le decía de dónde venía, podía parecer que procedía de Fiscalía, preguntando directamente si es que sospechaba que era así.

“Yo no puedo decir que tuviera sospechas. Yo lo que tenía es prudencia porque yo sé interpretar, ya después de unos años en política, lo que puede suponer una cosa u otra. Y, en ese caso, veía que no era prudente esa vía de actuación", ha expuesto.

La acusación sospecha de la intervención de Moncloa

Pese a sus declaraciones, las acusaciones sospechan de la intervención de Moncloa, porque quien envía la imagen a Lobato no solo era su compañera, Acera, sino también la mano derecha de Óscar López, entonces jefe de gabinete de Pedro Sánchez.

Hoy, Sánchez Acera ha insistido en que la información llegó de un medio de comunicación que no puede recordar ni comprobar, porque meses después de lo ocurrido cambió de teléfono.

Mientras el juicio continúa, y ya a la salida del Tribunal Supremo, Lobato ha querido dejar una reflexión que tampoco ha dejado indiferente a nadie: “Hay que intentar luchar de cara, con honestidad y sin incumplir la ley, que no digo que se haya hecho así… pero para corregir una cosa no se puede hacer otra peor”.