Del desencanto con C's al discurso antinmigración: claves de la irrupción de Vox como cuarta fuerza en Cataluña

  • Los apoyos a Garriga destacan en la zona alta de Barcelona y urbanizaciones de lujo en Tarragona y Girona, también en el Pirineo leridano

  • El discurso contra la inmigración y la delincuencia ha calado en algunos barrios del extrarradio de Barcelona

  • El de Vox es "el voto del cabreo" para los politólogos, que también atribuyen parte de su irrupción a la abstención de votantes de C's y PP

Vox ha irrumpido con más fuerza de la esperada en Cataluña. En las primeras elecciones catalanas a las que se ha presentado y tras conseguir entrar como tercera fuerza en el Congreso de los Diputados en 2019, los de Santiago Abascal lo hacen como cuarta en el Parlament. La oposición frontal del resto de grupos a sus duros discursos contra la inmigración ilegal y las instituciones de la comunidad no les ha bastado para evitar los once diputados que ha conseguido.

217.883 catalanes han dado su apoyo a Vox el 14-F, traducido en once escaños: siete por Barcelona y uno por Tarragona, otro por Girona y un último por Lleida. ¿Cómo es el votante catalán de Vox? ¿Cómo son las ciudades en las que ha arrancado más votos? Estas son las claves de la irrupción de Ignacio Garriga en la cámara catalana?

De la caída de C's en las zonas más ricas...

Aunque no destaca en ningún municipio en particular, la provincia que más representación ha otorgado a Vox es la de Barcelona, siete de once diputados, ganando enteros en algunos de los barrios de la zona rica de la ciudad condal. En una sección del distrito de Les Corts ha sido el más votado con un 19,8% (algo que no sucede en Nou Barris, superado por el PSC), mientras que dicho porcentaje de voto es incluso superior en gran parte de Pedralbes y en Sarrià. En ellos, son varios los adversarios: desde el el PSC hasta el Partido Popular, que ha recuperado algunas calles que perdió ante C's en 2017 pero no las suficientes, o incluso Junts per Catalunya para los independentistas.

El electorado de estas zonas, caracterizado por tener una saneada situación económica y un sentido del voto con tendencia a formaciones de derechas, parece haber reaccionado a la caída de los candidatos popular y naranja y haber respondido a la capacidad de movilización de Vox. "Un tercio de los votantes de Ciudadanos se han ido a Vox", recuerda Fernando Vallespín, expresidente del Centro de Investigaciones Sociológicas, mientras que el analista de Metroscopia, Paco Camas, apunta a una "lógica del doble castigo: al PP en 2017 por la gestión de Rajoy y a C's en 2021 por la gestión de Arrimadas".

El éxodo de votantes de Ciutadans explica la irrupción de Vox, también entre el voto costero. Garriga ha conseguido un diputado y sus mejores resultados en la provincia de Tarragona, sobre todo en la periferia obrera de su capital y en los municipios limítrofes de Salou y Vila-Seca, con cerca del 20% del porcentaje de voto y donde se imponen en alguna sección. También ha ganado en la zona de urbanizaciones de lujo y campos de golf de Mont-roig del Camp, donde ha competido con el PSC pero se ha impuesto a Illa en dos zonas con más del 24% de los votos. De la misma forma, ha retenido muchos de los votos de C's en la comarca pirenaica de Aran, donde los socialistas también han ganado pero el porcentaje de voto a la formación de Abascal ha alcanzado hasta un 25%.

Asimismo, Vox ha ganado en dos municipios: La Pobla de Mafumet (Tarragona) y Vilamalla (Girona). Ambos son pueblos pequeños (de 3.971 y 1.161 habitantes respectivamente) que ya fueron feudos de la candidatura de Arrimadas en 2017 y que tienen algo más en común: un alto nivel de vida y alcaldes vinculados al espacio convergente. Joan Maria Sardà sostiene la alcaldía del municipio tarraconense y Carlos Álvarez, la del gerundense, ambos con pasado en CiU. Ahora, Vox ha ganado con el 21,32% en La Pobla y el 22,52% en Vilamalla.

...al discurso antinmigración en los barrios marginales

Garriga ha conseguido reunir el 7% de los votos emitidos en Barcelona, pero no lo ha hecho de forma uniforme, respondiendo a la dimensión izquierda-derecha ya constatada. Su apoyo también muestra una tendencia al alza en barrios con mayor marginalidad.

Un ejemplo de ello es Nou Barris, distrito que el 14-F ha dejado de teñir de naranja para teñirlo de rojo socialista. En varias de sus secciones, el porcentaje de voto a Vox supera el 15% e, incluso, alcanza el 22% en una de ellas. Asimismo, lo hace en los barrios que han registrado una menor participación, por lo que la abstención no ha penalizado a la formación. De hecho, su electorado "era el más movilizado de las elecciones", en palabras de Camas, que agrega que "visto el resultado, muchos de los votantes del PP y Ciudadanos finalmente acabaron absteniéndose".

A su vez, uno de cada cuatro residentes de este distrito situado en el extrarradio de Barcelona ha nacido en el extranjero, mayormente Sudamérica, sobre todo en Ecuador. Esta no es la zona de la ciudad condal con mayor inmigración, ya que más de la mitad de los residentes en barrios céntricos de Ciutat Vella superan el 50%, pero sí es el distrito con menor renta familiar de toda la ciudad, unos 12.000 euros anuales según datos del Ayuntamiento, una cifra que se ha eternizado en el tiempo puesto que Nou Barris encabeza la lista de los distritos más pobres año tras año; varias de sus zonas también sufren un paro igual o superior al 10%.

Además, los residentes de Nou Barris perciben una sensación de inseguridad mayor que la media de la ciudad, por lo que los discursos de Vox, que insisten en vincular el aumento de la delincuencia con una mayor tasa de inmigración y de pobreza, parecen haber surtido efecto en este distrito de alta complejidad social y laboral de 179.658 habitantes. Una tendencia que se repite en, por ejemplo, Sant Martí, en el que el porcentaje de voto a favor de Garriga aumenta hasta superar el 12% en los barrios con mayor inmigración, también en el extrarradio.

El de Vox, el "voto del cabreo"

No obstante, el expresidente del CIS, Fernando Vallespín considera que el discurso contra la inmigración ilegal o la ideología de género ha tenido un papel "secundario" respecto a otros aspectos en los resultados. Para él, obedece más al debate independentista y a la falta de respuestas que dio el Gobierno de Mariano Rajoy, y agrega: "Vox es el producto del conflicto catalán, es un voto españolista en su versión más extrema, muy harto del 'procés', un voto expresivo que muestra el cabreo" de los votantes porque tampoco tienen "esperanzas" de que puedan pactar con nadie.

Algo parecido a lo que sucede con el aumento del apoyo a la CUP, que ha pasado de cuatro a nueve diputados: "Estos tienen a Vox, los otros tienen a la CUP". En este sentido, el socio-director de la agencia beBartlet, Nacho Corredor, está convencido que entre los 'cupaires' y el PP le han hecho la campaña a los de Abascal. Para Corredor, "tirar piedras, promover la unilateralidad y hablar como ellos no parece la mejor estrategia para que desaparezcan".

Por su parte, el analista de Metroscopia, Paco Camas, sostiene que la derecha ha votado más en clave nacional que autonómica, motivo de más para que Vox haya obtenido mejores resultados. Este aspecto, sumado al "poco atractivo" del proyecto que pudiera liderar el PSC entre el electorado conservador, ha hecho que muchos hayan preferido una candidatura "nueva" como la de Garriga.