El PP continúa cayendo en el Parlament: pierde 1 diputado y achaca el mal resultado a Bárcenas

  • Alejandro Fernández lamenta los resultados obtenidos

  • “Nuestro resultado es muy malo porque no hemos logrado los objetivos", asegura Fernández

  • Vox ha irrumpido en el Parlament con 11 escaños

El PP catalán continúa, tras las elecciones catalanas y, con ello, no ha conseguido sus dos objetivos de campaña: no ha aumentado su representación parlamentaria --ha pasado de 4 diputados a 3-- y no podrá disponer de grupo propio, con el 98,4% del voto escrutado.

Se ha cumplido uno de los temores que su candidato, Alejandro Fernández, expresó en voz alta: la abstención ha crecido mucho más entre los votantes constitucionalistas que entre los independentistas, penalizando a la formación popular, que ha perdido la marca del 4% del voto que obtuvo en 2017 y no ha obtenido diputados más que por la provincia de Barcelona.

Solo uno de los tres electos que representarán al PP en el Parlament es miembro del partido --el propio Fernández--, ya que Lorena Roldán --exlíder de Cs, fichada tras su descabalgamiento como candidata del partido naranja-- concurre como independiente, igual que la número 3, la concejal de Barcelona pel Canvi Eva Parera.

Objetivo truncado

Fernández ha dirigido una candidatura con que los populares querían recuperar la confianza de su electorado en dinámica descendente en la última década, desde que en 2012 la dirigente popular Alicia Sánchez-Camacho obtuviera los mejores resultados de la historia del PP en Catalunya con 471.197 votos (12,99%) y 19 escaños, quedando a un asiento de un PSC en declive.

El entonces presidente de la Generalitat, Artur Mas, había adelantado los comicios tras romper relaciones con el Gobierno de Mariano Rajoy (PP) y esa convocatoria electoral suponía también una contienda entre los posicionamientos entre ejecutivos, con la sentencia que recortaba el Estatut y la falta de acuerdo para un nuevo modelo de financiación de por medio.

Cuando Mas volvió a adelantar los comicios en 2015 y los presentó como un plebiscito de la independencia aumentó la polarización, un escenario en el que los populares tuvieron que dividirse el espacio constitucionalista con el PSC, pero también con Cs, que pasó de 9 a 25 diputados, nutriéndose del granero electoral de socialistas y de populares, que quedaron en cuarta posición con 348.444 (8,5%) y 11 escaños.

Los últimos comicios, los de 2017, convocados por el propio Rajoy en aplicación del artículo 155, tras la gestión del Gobierno central del 1-O, costaron a los populares siete escaños; en ellos obtuvieron su peor resultado con 185.670 votos (4,24) y 4 escaños, quedándose sin grupo propio en el Parlament.

Vox y Bárcenas, adversarios de campaña

Tras el cambio en la dirección del partido, tanto a nivel estatal como catalán, en estas elecciones el PP de Alejandro Fernández hacía frente a una nueva amenaza electoral: la irrupción de Vox en el Parlament, que fragmenta todavía más el espacio de la derecha en Catalunya, por lo que el candidato ha buscado el cuerpo a cuerpo en los debates mostrando su carisma, con una mezcla de ironía y elocuencia.

Además, Fernández ha tenido que hacer frente a otro contratiempo, mientras avanzaba la campaña en Catalunya, en la primera semana, el extesorero del PP Luis Bárcenas señalaba a Mariano Rajoy como conocedor de los pagos en 'b' de la formación y en la segunda, comenzaba el juicio contra el partido por la misma causa.

El líder del PP, Pablo Casado, se había volcado en la campaña electoral consciente de la importancia que tienen para la gobernabilidad del Estado los resultados en comunidades de peso como Catalunya, para tratar de frenar el impulso que Vox había mostrado en las generales a costa de los votos populares.

Conscientes de que dejar de ser el interlocutor principal de la derecha constitucional en Cataluña les restaría credibilidad de cara a ser la oposición en España con visos de ganar las próximas generales, Casado ha participado en hasta 9 ocasiones en actos de la campaña catalana, con 7 visitas presenciales.

García Egea dice que el PP no va a cambiar el rumbo y achaca su mal resultado al "juego sucio" por Bárcenas

El secretario general del PP, Teodoro García Egea, ha afirmado esta noche que el PP no va a "cambiar el rumbo" tras el mal resultado electoral en Cataluña y ha dejado claro que los resultados obtenidos en Cataluña no son extrapolables a nivel nacional. Dicho esto, ha achacado su derrota electoral al "juego sucio" que ha sufrido en campaña electoral tras las nuevas declaraciones del extesorero del PP Luis Bárcenas.

"Ésa es la última factura que vamos a pagar de ese pasado. No vamos a cambiar el rumbo y vamos a seguir trabajando en el proyecto en el que creemos y que estamos construyendo", ha declarado García Egea en una rueda de prensa en la sede del PP al filo de la medianoche tras el batacazo electoral del partido, que ha cosechando el peor resultado de su historia con tres escaños y ha sido superado ampliamente por Vox, que ha logrado más representación que PP y Cs juntos.

El 'número dos' del PP ha resaltado que un partido "nunca" había recibido "tantos ataques a pocos días de votar" y ha recordado que la expectativa de voto de su formación estaba en 10 escaños dos semanas antes y que lo recogía "hasta el CIS catalán". Sin embargo, ha afirmado que esas expectativas se desplomaron tras conocerse "el pacto de la Fiscalía con Bárcenas".