Los pasillos de urgencias del Hospital del Mar, en Barcelona, desbordados por la variante ómicron

  • La explosión de contagios provocado por la variante ómicron y las bajas de los propios sanitarios mantienen varios hospitales colapsados

  • En el Hospital del Mar, en Barcelona, los pasillos de urgencias están desbordados: "Debido a la pandemia hay un colapso continuo"

  • Los sanitarios denuncian estar al límite: falta personal, los turnos son eternos y hay un colapso permanente

La sexta ola del coronavirus está llevando al límite a la asistencia sanitaria. La explosión de contagios provocada por la variante ómicron, que ha dejado cifras que marcan récords absolutos desde el inicio de la pandemia, al igual que en el resto de Europa, ha provocado la saturación de hospitales y centros de Atención Primaria.

Su gran poder de contagio, del mismo modo, ha agravado aún más la situación con las bajas de los sanitarios contagiados, lo que ha hecho que se acentúe con más claridad la falta de personal y la necesidad de una mejora de las condiciones de trabajo de estos profesionales.

Los pasillos de urgencias del Hospital del Mar, colapsados

Como muestra, el estado actual de los pasillos de las urgencias del Hospital del Mar, en Barcelona, refleja este colapso y da buena cuenta de la actual situación. Enfermos de otras patologías, que no son atendidos en los centros de salud, tienen que acudir a Urgencias, ahondando en un escenario que desborda por completo a los sanitarios.

Sanitarios denuncian estar al límite: falta personal, los turnos son eternos y hay un colapso permanente

Denunciando el colapso, hoy decenas de sanitarios de varios hospitales de Barcelona se han manifestado a lo largo de la mañana. Subrayan que están en una situación muy compleja en esta sexta ola, y se quejan de la falta de personal, de los turnos eternos que tienen que hacer y del colapso permanente en urgencias.

Públicamente, los sanitarios denuncian que no pueden más, que esta sobrecarga les mantiene al límite, y claman por soluciones para poder seguir haciendo frente a una pandemia que se niega a terminar.

“Normalmente siempre se colapsan por invierno, pero debido a la pandemia es un colapso continuo”. “El personal está al límite. Ya no podemos más. Estamos hartos de ser los que tengamos que sufrir las consecuencias de una gestión penosa”, denuncian.