Sólo una minoría de diputados del PP da crebilidad a la 'remontada' y ve "lógico" el efecto Rubalcaba
EUROPA PRESS
28/07/201121:05 h.Sólo una minoría de diputados del Grupo Popular en el Congreso da credibilidad a la última encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) sobre intención de voto y considera "lógico" que la designación de Alfredo Pérez Rubalcaba como candidato socialista a la Presidencia del Gobierno haya tenido como efecto la reducción de la ventaja electoral del PP sobre el PSOE.
Con todo, incluso los diputados que ven posible este recorte de distancia tras la sustitución oficial del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, por parte de Rubalcaba como cabeza de lista comparten el sentimiento generalizado de que el fenómeno no tiene "ninguna gravedad" y no supone ningún obstáculo para las perspectivas del principal partido de la oposición en las próximas elecciones generales.
La mayoría de los miembros del Grupo Popular consultados por Europa Press han insistido en que el barómetro del CIS no les genera "ninguna confianza", porque últimamente "no acierta nada" y porque consideran "evidente" que los datos están "maquillados". "Cualquiera que sepa un poco de sociología electoral sabe que el resultado es producto de retoques manipulados", ha asegurado un diputado.
De hecho, hay quien tilda de "repugnante" la "manipulación" e incluso denuncia la "falta de limpieza" del organismo público, cuyo "deterioro de los últimos años" está alcanzando sus máximas cotas dados sus "estrepitosos fracasos en predicciones".
"EL RUBALCÓMETRO"
En opinión de estos diputados, el objetivo del barómetro de opinión --al que han denominado irónicamente "el rubalcómetro" porque está "hecho a la medida de sus intereses"-- es sencillamente "animar" a las filas socialistas e insuflar energía a sus votantes, para "intentar reanimar el cadáver".
En general, la mayoría de los diputados ven "imposible" este repunte de la intención de voto del PSOE con el simple nombramiento de un candidato que ha sido "corresponsable de todas las decisiones del actual Gobierno" y ha estado en su "cogollo". "No es creíble que ahora levante este entusiasmo y genere estas adhesiones", afirman.
Argumentan que no ha ocurrido "nada positivo" desde las pasadas elecciones autonómicas y municipales que explique esa subida en la intención de voto para el PSOE, ni el candidato Rubalcaba ha presentado propuestas que puedan "provocar ilusión" entre los votantes "socialistas que se sienten desencantados".
LA VERDADERA ENCUESTA, EL 22M
De hecho, insisten en que la referencia son las últimas elecciones, las previsiones que hizo el CIS y la "verdadera encuesta" del 22-M, en la el "masivo apoyo al PP" es el resultado del efecto del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y de su renuncia a una nueva legislatura.
Con todo, hay quien reconoce que "puede haber influido" en el sondeo del CIS el nombramiento de Rubalcaba y el hecho de que las entrevistas en las que se ha basado se realizaron en los mismos días en que tuvo lugar la proclamación oficial del candidato socialista.
Una minoría de los consultados ha ido más allá y ha considerado "lógico" este recorte de ventaja, ya que Zapatero no generaba "ninguna confianza" y el cambio puede haber tenido un efecto positivo, aunque, en todo caso, minimizan el efecto y le restan cualquier "gravedad". "Eso en unas semanas se vuelve a remontar", afirman.
De hecho, algún diputado destaca que un recorte de tres puntos con un cambio de candidato "es muy poco" y recalcan lo "mínimo" de la repercusión, a pesar de que "los cambios suelen ser bien acogidos".
Por lo que se refiere al resultado del 'cara a cara' en la encuestra entre Rubalcaba y el líder del PP, Mariano Rajoy, y del que se desprende que los encuestados creen que el socialista sería mejor presidente, los diputados consultados han coincidido en que no genera preocupación en el PP. "No nos preocupa nada la imagen que muestra, cae en lo ridículo", ha asegurado un diputado.
Muchos explican este resultado en que los votantes de izquierda suelen ser más críticos con los líderes de derecha, mientras que el sector del electorado a la derecha son "más críticos" con los dirigentes de su tendencia y más benevolentes con los contrarios.