Psicología

Anna Sibel, psicóloga: "Si alguien con quién hablamos no nos mira a los ojos, su sistema nervioso manda señales”

Mirar a los ojos
¿Tú también evitas mirar a los ojos a la gente?. UNSPLASH
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La mirada es uno de los elementos fundamentales dentro de la comunicación no verbal. Nuestro cuerpo comunica, aunque nosotros no seamos conscientes de ello. Las emociones que transmitimos, muchas veces, no pasan por las palabras que decimos en voz alta, sino por los gestos, movimientos, muecas, e incluso, la propia posición corporal. 

En el caso de los ojos, estamos ante un escenario en el que hay múltiples elementos a los que prestar atención. En este sentido, la psicóloga Anna Sibel —fundadora del centro Amb2— nos da las claves de qué puede estar ocurriendo cuando alguien con quién estamos hablando nos evita la mirada. 

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“Es como un código secreto que nuestro cerebro usa para comunicarse”

La experta explica un primer fenómeno que tiene que ver con la evolución de la especie humana: “La evitación del contacto visual es como un código secreto que nuestro cerebro primitivo usa para comunicarse. Si alguien con quién hablamos no nos mira a los ojos, entonces su sistema nervioso nos está mandando señales muy específicas”. 

¿En qué consisten? Hay un primer elemento, el cual está relacionado con la supervivencia: “Nuestro cerebro primitivo entiende la mirada directa como un desafío o amenaza. Retiramos la vista cuando nos sentimos vulnerables”, explica. 

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A partir de este momento de vulnerabilidad, la especialista ilustra varios escenarios por los que esto se podría estar dando. “La vergüenza silenciosa es uno de los más comunes. La persona siente que ha hecho algo malo, o bien, tiene una autoestima muy baja”. 

También pone encima de la mesa situaciones en las que se quiere evitar ser juzgado por algo en específico, cuando hay emociones “demasiado intensas” de por medio, o bien, cuando se quiere salir de una conversación de forma sutil. 

Evitar la mirada no siempre tiene que ver con sentimientos negativos

Aunque Anna Sibel destaca varias casuísticas estrechamente relacionadas con situaciones negativas o incómodas, también pone de manifiesto algunas excepciones que también pueden darse. 

La primera de ellas es cuando se lleva a cabo un “procesamiento mental profundo”. Tal y como explica, “cuando nuestro cerebro está trabajando a máxima velocidad, mirar hacia otro lado y evitar el contacto visual directo nos está liberando de recursos cognitivos”. Dicho de otra forma: nuestro cerebro necesita ahorrar energía a la vez que trabaja y presta atención. 

También pone encima de la mesa el interés romántico. Lo califica de “paradoja” ya que “evitar la mirada, en ocasiones, puede suponer interés. Nuestro sistema nervioso se activa tanto que, de vez en cuando, necesita pausas visuales. Esto puede darse, sobre todo, en primeras citas con alguien que nos gusta”, explica. 

La cultura es también un factor importante

Aunque el lenguaje no verbal tiene un fuerte componente evolutivo, también es importante no olvidarse del entorno en el que se produce esta situación. En este sentido, Sibel explica que “en muchas culturas, evitar la mirada es señal de respeto. No siempre es negativo, sino que puede ser señal de buena educación. Es importante tener en cuenta el contexto cultural de la otra persona cuando se tiene comunicación”. 

“El contacto visual es tan intenso ya que se ha descubierto que activa las mismas áreas del cerebro que el contacto físico. Por esta razón es tan intenso. Y cuando alguien evita nuestros ojos, sus niveles de cortisol podrían estar disparados, hecho que pone al cerebro en modo de supervivencia”, concluye.