La trágica carretera A-132 suma tres muertes en un año y sitúan el puerto de Azazeta como un 'punto negro' en Álava
En 12 meses, tres personas han perdido la vida en este tramo de carretera
Mueren dos jóvenes de entre 17 y 19 años en un trágico accidente de tráfico en Okondo, Álava
Vitoria-GasteizLa carretera A-132, en el puerto de Azazeta (Álava) no aparece en ningún listado oficial de puntos negros de la red viaria alavesa, pero la cifra de fallecidos en esta vía no deja lugar a dudas sobre la peligrosidad de esta vía. En los últimos 12 meses, tres personas han perdido la vida aquí. La última fue un hombre, de 56 años, que moría en un choque frontal, el pasado 1 de septiembre.
La A-132, une la capital alavesa con Lizarra (Navarra), por el puerto de Azazeta. El tramo alavés arranca al este de Vitoria y transita por Montaña Alavesa, pasando por Maeztu y Santa Cruz de Campezo, para finalizar en la frontera con la Comunidad Foral. Esta carretera se suma a otras vías peligrosas en Euskadi.
Los vecinos de la zona llevan tiempo alertando de la peligrosidad de una carretera en la que, se alcanzan elevadas velocidades y donde ya se han sucedido varios accidentes de tráfico mortales.
Colisiones y muertes
El más reciente, ocurrido hace solo unos días, ocasionaba el fallecimiento de un trabajador de 56 años del servicio de asistencia a domicilio de Vitoria, que regresaba de una salida de trabajo, según denunció en su momento el sindicato ELA, cuando sufrió una colisión frontal con otro vehículo que le segó la vida.
La noticia de esta tragedia trajo a la memoria el accidente de tráfico entre un coche y una motocicleta que justo un año antes, el 30 de agosto de 2024, dejó sobre el asfalto del punto kilométrico 14 de la A-132, otras dos víctimas mortales: un hombre de 53 años y una mujer de 42, los dos ocupantes de la moto.
Al parecer, el goteo de muertes ha llevado a la Diputación Alavesa a considerar que la instalación de radares de velocidad podrían ayudar a reducir la peligrosidad de este punto negro. Una decisión que, en cualquier caso, no está en manos de la institución alavesa, sino del Gobierno Vasco.