Huelga

Los jardineros de Vitoria más cerca de volver a enfundarse el uniforme tras medio año de huelga: "El final no va a tardar mucho"

Esta es la descuidada imagen que lucen muchas zonas verdes, sin cuidar desde hace seis meses
La reunión prevista el lunes 6 podría ser la definitiva para desbloquear este conflicto laboral.. Redacción Euskadi
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Vitoria-Gasteiz191 días de huelga indefinida y ocho negociaciones infructuosas han sido necesarias para que uno de los conflictos laborales más largos que se recuerdan en la capital alavesa empiece a ver el final. Los jardineros de Vitoria están hoy más cerca que nunca, desde hace medio año, de volver a enfundarse el uniforme y las botas de trabajo. "No hay acuerdo todavía, pero empezamos a ver el final de tubería", explica Iñigo López de Arroiabe del sindicato ESK.

El hastío de la plantilla tras más de seis meses sin cobrar la nómina y sin visos, hasta esta semana, de una resolución próxima, había llevado a los trabajadores a amenazar con una huelga de hambre. Ahora, tras el último capítulo, parece que no será necesaria: "El final no va a tardar mucho", concluye López de Arroiabe a la salida de la asamblea que han mantenido este viernes 3, para valorar el punto en el que se encuentran las negociaciones.

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Después de muchas reuniones infructuosas, por fin, el encuentro entre la plantilla y la empresa Enviser, adjudicataria del servicio municipal de mantenimiento y limpieza de parques y jardines en la capital alavesa culminó este 2 de octubre con avances.

Los sindicatos acudieron al encuentro con la última propuesta salarial, una nueva oferta ante la que, esta vez, la empresa parece mostrarse receptiva. Fueron cuatro horas y media de reunión en el Preco, el Consejo de Relaciones Laborales del Gobierno vasco, y esta vez sí, se vislumbra la posibilidad de desbloquear este conflicto: "Tras muchos meses de tensiones y desgaste evidente, muchos estamos ya viendo el final de tubería", remarca López de Arroiabe.

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Sin embargo, no será hasta el próximo lunes 6 de octubre, cuando está fijada una nueva reunión, cuando se sepa si se pone fin a la huelga indefinida convocada desde el 26 de marzo para exigir mejoras salariales y laborales, así como un convenio propio.

Seis meses sin sueldo

El camino hasta aquí no ha sido sencillo, ya que, tal y como confesaba a la web de Informativos Telecinco, Rafael Bustos: “Estar en huelga es lo peor que le puede pasar a un trabajador”. Este jardinero, con 15 años de experiencia, confesaba sentirse “en tierra de nadie” tras tantos meses sin llegar a un acuerdo y reconocía que este medio año se lo ha pasado haciendo “malabares” para poder hacer frente a la hipoteca y los gastos habituales sin cobrar la nómina.

La huelga indefinida del personal de mantenimiento y limpieza de parques y jardines de Vitoria, responsable además de ocho grandes zonas verdes del municipio, ha puesto en evidencia la fundamental labor de estos profesionales. Hasta que el pasado mes de julio se decretaran servicios mínimos, la falta de poda y siega, entre otras actuaciones, convirtió la ciudad en una jungla. Los parterres se desbocaban, la hierba crecía desmesuradamente, salían malas hierbas, y en general los espacios verdes se desmadraban.

Comenzaron entonces a detectarse víboras en zonas urbanas, proliferaron los insectos: garrapatas y pulgas, entre otros, y la escasa visibilidad provocó accidentes a los animales domésticos de menor tamaño que se golpeaban y tropezaban con elementos urbanos ocultos por la vegetación. Más tarde, llegaron las quejas de los conductores, ya que había puntos del trazado urbano en el que la visibilidad se había reducido considerablemente.

Por otra parte, este medio año de conflicto laboral enquistado, no ha estado exento de polémicas. La teniente de alcaldesa y concejal de Espacio Público, Beatriz Artolazabal, denunció estar siendo acosada por los jardineros, que se quemara un muñeco con su rostro en la hoguera de San Juan y que la caracterizaran con un bigote hitleriano.