David Chipperfield, el 'nobel' de arquitectura que encontró su hogar en un rincón de Galicia y allí abrió un bar

Tiene famosas obras por todo el mundo y oficinas en Londres, Berlín, Milán y Shangái, pero el lugar escogido por David Chipperfield para descansar y recargar pilas está en una esquina de Galicia. Corrubedo es su refugio, un lugar donde hace mucho que ya no es un turista ni un visitante distinguido, sino un vecino más. 

El británico, distinguido esta semana con el premio Pritzker, considerado el 'Nobel de arquitectura', descubrió esta pequeña localidad marinera de la provincia de A Coruña hace ya tres décadas. Fue su colega arquitecto Manuel Gallego Jorreto quien lo invitó por primera vez, a principios de los 90. Se enamoró y ya no dejó de ir durante sus vacaciones.

Acabó fijándose en una construcción que había en la fachada del pueblo que da al mar, al lado de la playa. La compró en 1996 y transformó el inmueble por completo. Diseñó la que sería su casa de veraneo. Una vivienda que destaca entre las de alrededor por sus amplios ventanales, pero ha conseguido que esta nueva edificación se integre con las vecinas y se adapte al entorno. 

El parque natural más visitado de Galicia pero, sobre todo, el hogar de Chipperfield

Corrubedo está situado entre la ría de Arousa y la de Muros y Noia y es conocido por albergar el parque natural más visitado de Galicia, con una enorme duna de más de un kilómetro. Pero este pueblo del Ayuntamiento de Ribeira (A Coruña) es desde hace años también famoso por tener un vecino tan especial. Chipperfield es un reclamo para los visitantes. Muchos amantes de la arquitectura buscan entre las viviendas de la localidad la diseñada por el premio Pritzker. 

Y aunque es una estrella de la arquitectura, en Corrubedo lo conocen como David (con pronunciación inglesa). Lo definen como un hombre entrañable y que hace vida tranquila y aseguran estar encantados con él. “Es una forma de visibilizar el pueblo”, opina un vecino, que se muestra orgulloso del premio conseguido por Chipperfield. 

Ha abierto un bar en el pueblo, "el bar del inglés"

Su amor por Corrubedo ha ido creciendo año a año. Ha adquirido más viviendas y él y su familia hacen a menudo de anfitriones para muchos amigos que acuden a visitarlo y pasan unos días en el pueblo. Y la saga continúa porque su hijo, que lleva toda la vida veraneando allí, ha construido también su propia casa para su familia. 

Pero Chipperfield ha ido más allá y decidió comprar y rehabilitar uno de los bares históricos del pueblo. El Bar do Porto, un local mítico para los marineros, que llevaba mucho tiempo cerrado y el arquitecto reabrió en verano de 2020. Siguiendo su filosofía, mantuvo la identidad y la esencia del local, dejando, por ejemplo, a la vista las antiguas losas de granito del suelo. 

Ahora ya se le conoce como “el bar del inglés”. “Le encanta este sitio, es muy habitual que venga hasta aquí a tomar algo desde su casa incluso descalzo, porque tarda un minuto en llegar, está al lado”, cuentan en el bar. 

Pasó toda la pandemia en Corrubedo y ya es su primera residencia

Los responsables del bar también aseguran que la que comenzó siendo su casa de veraneo ahora se puede ya considerar su primera residencia. Durante la pandemia él y su familia estuvieron casi todo el tiempo en Corrubedo y ahora continúa pasando prácticamente todo el año aquí, también durante el invierno. Solo se marcha cuando tiene compromisos profesionales. 

Chipperfiel asegura que pasar allí el confinamiento le hizo enamorarse todavía más del lugar. “Durante nuestro año de pandemia fue bueno experimentar la forma en que el pueblo y la gente cambian a lo largo del año. Imaginaba que pasar más tiempo en Corrubedo haría que me aburriera del lugar, pero creo que mi mujer, Evelyn, y yo, lo amamos más que nunca”, reconoce.

Comprometido con Galicia con la Fundación RIA

Chipperfield entiende la arquitectura como un agente transversal y está muy concienciado sobre el papel que tiene para lograr un desarrollo sostenible. Ha querido plasmar ese compromiso con el entorno en la Fundación RIA, con sede en Santiago. Este organismo, que él preside, busca aportar ideas para mejorar la relación entre lo construido y lo natural y proteger los valores naturales y culturales de Galicia. Ya tiene en marcha varios proyectos. 

También ha colaborado con la firma de cerámica gallega Sargadelos, diseñando la colección REDE. Un trabajo que “nace del profundo cariño que Chipperfield siente por Galicia”, aseguran desde la empresa. La vajilla, de vivos colores, está inspirada en las tradicionales redes de pesca.