La carta de la Federación Galega de Balonmán al espectador fallecido tras una agresión en Sanxenxo: “Querido Andrés, qué injusto”
La Federación Galega de Balonmán estaba muy pendiente del estado de salud del aficionado, en coma desde la agresión
Andrés Rico, de 68 años, era un hombre muy querido en su tierra, donde regentaba un negocio familiar
Muere el abuelo de un árbitro de balonmano que fue agredido en un partido en Sanxenxo tras dos meses en coma
PontevedraLa Federación Galega de Balonmán, que desde el pasado mes de diciembre estaba muy pendiente del estado de salud del aficionado agredido en un partido por defender a su nieto de 16 años, árbitro del encuentro celebrado en Sanxenxo, lamenta su fallecimiento y pide perdón, entre otras cosas, “por no ser capaces de impedir el fatídico suceso”, en una publicación que se ha hecho viral en la red social X.
Ya el pasado viernes informaban, a través del mismo medio, que haría falta “un milagro para revertir su pronóstico”, un milagro que no llegó a producirse.
“Perdón por llegar tarde, perdón por no avisar”
Andrés Rico, de 68 años, sufrió una caída al ser empujado por el padre de una jugadora que participaba en el encuentro de categoría cadete y su muerte, tras dos meses en coma, ha consternado la localidad pontevedresa de O Grove donde residía y regentaba un negocio familiar.
A través de su perfil de X, la Federación Galega de Balonmán, agradece públicamente a todo el personal del Hospital Álvaro Cunqueiro, “su profesionalidad, atención y empatía a lo largo de todo este tiempo”, pero sobre todo hace hincapié en mostrar su “impotencia e indignación” por lo sucedido.
"Perdón por llegar tarde, perdón por no avisar y por no haber sido capaces de transmitir de manera eficiente que sin respeto nada de esto tiene sentido", señala el comunicado, que también pide disculpas por "no lograr que quien legisla y regula, por lo menos intuya que lo que hay no llega", reza el texto.
“Siempre estarás con nosotros”
"Perdón por el despropósito de quien provocó tu partida aún tenga más que decir y siga haciendo vida normal”, añade la carta, “perdón por todas esas personas que no ven el problema porque no le tocó de cerca, perdón por no ser capaces de impedir tu viaje", prosiguen.
La carta también da las "gracias" por haber permitido conocer a la "estupenda y unida" familia del fallecido y ser "un ejemplo" para promover lo que "el balonmano debería sembrar".
La misiva termina con un emotivo: "Gracias por estar ahí Andrés, gracias porque sabemos que, aunque no te veamos en nuestros pabellones, siempre estarás con nosotros".
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