Incendio

Las llamas arrasan San Vicente, en Ourense: "Nos dijeron que no iba a venir nadie, que íbamos a morir aquí"

El pueblo de San Vicente, arrasado por las llamas: "Nos dijeron que no iba a venir nadie, que íbamos a morir"
Pepi, una de las vecinas que perdió su casa en el incendio cuenta entre lágrimas, cómo el fuego acabó con todo.. vídeo Informativos Telecinco
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Las llamas han arrasado con la aldea de San Vicente, en Vilamartín de Valdeorras. En este pueblo de Ourense, como tantos otros, solo han sobrevivido al fuego una decena de casas. Los vecinos miran emocionados lo que antes eran sus vidas sin poder dar crédito al desastre que ocurrió en apenas una hora cuando el fuego bajó desbocado y dejó todo convertido en cenizas. Así lo ha narrado en vídeo, el periodista Jorge Arenas.

Pepi no puede contener las lágrimas ante la pérdida de su casa. Solo quedan las paredes centenarias de piedra, pero el resto, incluido el tejado es ceniza que tiñe de un color oscuro lo que ha costado años levantar y llamar hogar. Tampoco hay nada en este paisaje del pueblo, donde no hay electricidad, ni agua, porque solo les queda el dolor.

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En esta comarca, la de Valdeorras, están habituados a los grandes incendios, pero esto ha sido demasiado. El paso arrollador del fuego ha dejado una aldea devastada por las llamas que en apenas una hora entraron sin piedad arrasando todo a su paso.

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"Todo el pueblo está calcinado, esto es un desastre"

"Todo el pueblo está calcinado, todo, esto es un desastre", dice un vecino que fue de los que se quedó tratando de extinguir el incendio sin recibir ayuda. Fueron los propios vecinos, solos, los que tuvieron que hacer frente a incendio, que bajaba ladera abajo sin control. Con tractores, cubas de agua, palas y todo lo que encontraron a mano, que podía servir se enfrentaron al fuego.

Otra vecina nos cuenta que "vino un taxi a desalojar a la gente del pueblo", pero la gente "decía que no se iba a ir aquí, que no iba a pasar nada". Así que aguantaron hasta que ya fue imposible, porque "nos dijeron que no iba a venir nadie, que íbamos a morir aquí".

Hoy, un día después recorren lo poco que queda de sus calles y de sus hogares. "Es mi pueblo, le tengo tanto, tanto cariño. Las flores las puse yo todas", nos cuenta Pepi y otra vez el llanto le impide seguir.

La cámara muestra lo que ha quedado de San Vicente, uno de los pueblos más grande de la comarca de Valdeorras, reducido a cenizas, donde los muros se caen a pedazos y solo queda una imagen que no podrán olvidar sus habitantes en mucho tiempo.