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Empezaron como otras famosas empresas de éxito: en un garaje, el de la casa de sus padres. Los hermanos Pilar y Roberto Domínguez comenzaron utilizando como almacén un sótano de la casa familiar y han pasado a tener el más grande de España: 7.000 metros cuadrados para disfraces.
Hay que retroceder todavía más, hasta el bazar que regentaban sus padres, y que vendía un poco de todo, desde juguetes a chucherías, para explicar el origen de Don Disfraz, la empresa que desde Ponteareas, una pequeña localidad de Pontevedra, disfraza a media Europa. En aquel bazar primigenio también se ofrecía a los clientes disfraces para alquilar, tanto para carnavales como para las ferias medievales que se celebraban en muchos pueblos.
“Cuando mis padres se jubilaron vimos que el tema de los disfraces tenía tirón. Seguimos un año con el alquiler, pero era muy laborioso porque eran trajes de mucha calidad que había que reparar tras ser usados. Pero vimos que mucha gente demandaba disfraces menos elaborados y más económicos. Así que apostamos por la venta. Adquirimos un pequeño stock y empezamos”, relata Roberto Domínguez, gerente y fundador junto a su hermana de la empresa. Era 2007 y así nacía Don Disfraz. En aquel momento todavía era una pequeña tienda en el pueblo pero pronto comenzaron a crecer.
online“Ya desde que tenían el almacén en el garaje de su casa vendían online, aunque en aquel momento, más que vía internet, era por teléfono, la gente sobre todo llamaba para pedir su disfraz. Parece que fue hace nada, pero las cosas han cambiado mucho”, comenta Lía Novoa, responsable de marketing de Don Disfraz.
Pronto el garaje de casa se les quedó pequeño y se mudaron a una nave industrial, de ahí pasaron a otra más grande, y hasta hoy, con un almacén de 7.000 metros cuadrados y una tienda de 600. A pesar de que casi todo su negocio es a través de la web.
“En 2012 comenzaron a vender en Francia, porque allí había una gran demanda de disfraces, sobre todo medievales. Se incorporó a la plantilla una persona que hablaba francés y cinco años después llegó la versión en alemán. En 2018 empezaron con la web también en italiano. A través de web operan en cinco países y por marketplaces como Amazon o AliExpress en ocho”, explica Lía Novoa.
Hoy en día la plantilla es de veinte personas fijas todo el año y, en momentos de picos de venta como carnaval o Halloween, llegan a ser setenta empleados.
Desde sus instalaciones de Ponteareas salen a diario disfraces para toda España y parte de Europa. El último año sin pandemia fue 2019 y entonces tramitaron 180.000 pedidos.
Este año están vendiendo en estas fechas próximas al carnaval hasta 4.000 disfraces al día. “Tenemos un catálogo con 25.000 productos y, al tener un almacén tan grande, podemos tener 15.000 en stock”, subraya Roberto.
La mayor parte de sus disfraces son de proveedores de España, China y Estados Unidos, pero en algunas ocasiones son ellos mismos quienes idean algunos modelos y se los encargan a un colaborador de Zaragoza. “Muchas veces surgen tendencias para las que tienes poco tiempo para responder. Pasó con el 'Satisfyer', que se convirtió en un bum. Ningún proveedor lo tenía y decidimos fabricarlo. Con el de 'El juego del calamar' pasó lo mismo, la serie se estrenó en octubre, justo en Halloween, y lo sacamos a tiempo”, señala la responsable de marketing.
Y esa capacidad para adaptarse a la actualidad la han demostrado este año, en el que tienen lista de espera para los disfraces de la ‘Teta Rigoberta’, en homenaje a la canción ‘Ay, mamá’ con la que Rigoberta Bandini participó en el Benidorm Fest, y el de test de antígenos.
Desde que comenzaron, hace ya quince años, el disfraz del que más unidades han vendido es el de la serie 'La casa de papel'. “Vendimos más de 10.000 unidades, el récord de toda nuestra historia. Porque tuvo mucho éxito en muchos países. Fue en escalada, empezó en España y al año siguiente comenzó a venderse fuera”, resalta Lía Novoa. Y, como curiosidad, el artículo más vendido de toda la historia es el casco de bombero. “Llevamos más de 30.000 unidades, es todo un clásico”, señalan.
Cada país tiene sus peculiaridades. En Italia venden muchos disfraces de 'Los Picapiedra' y también de Mickey Mouse. En Alemania lleva varios años como traje estrella el de la superheroína adolescente ‘Ladybug’ y en Francia triunfa un clásico: Astérix y Obélix. “Intentamos estar al día de las tendencias de cada país y las series de moda, porque al final los disfraces son un reflejo de la actualidad”, explican desde la empresa.
Así, han convertido a Ponteareas en el epicentro de los disfraces en España.