Pablo, el enfermero que vive en una furgoneta camper: “Tengo todo en 4 metros cuadrados”

  • Este joven de 29 años lleva desde finales de 2018 viviendo sobre ruedas al tiempo que trabaja como sanitario en atención primaria

  • Tiene un canal de Youtube donde cuenta cómo se organiza, cuánto ahorra y cuáles son las ventajas y desventajas de vivir sobre ruedas

Responde al teléfono desde una zona de acantilados situada junto al faro de Lariño, en Muros (A Coruña). Esas son las vistas que tiene desde la cocina de su casa. No serán las mismas que tendrá mañana. Porque Pablo Campos se despierta cada día en un sitio diferente. “Es una de las ventajas de vivir los 365 días del año en una furgoneta campervivir los 365 días del añoen una furgoneta camper”, cuenta a NIUS.

Este joven de 29 años, enfermero de profesión, vive en cuatro metros cuadrados. “Es algo paradójico, porque me suelen agobiar los espacios reducidos”, explica. Pero para él, su hogar con ruedas es sinónimo de libertad. “Tengo todo lo que se puede tener en una casa en cuatro metros cuadrados, incluso una cama más grande que la que tenía en el último piso en el que viví”, confiesa.

La aventura de Pablo comenzó en 2017. En aquel otoño tuvo que abandonar el piso en el que residía y esa circunstancia precipitó la idea que tenía desde hace años: comprarse una furgoneta y camperizarla. Eso suponía convertirla en una vivienda, con todo lo que ello supone: fontanería, electricidad, carpintería… Se gastó unos 15.000 euros. “Al principio pensé en adaptarla yo, pero después me di cuenta de que tenía que recurrir a profesionales”, reconoce.

Así lo hizo y, a finales de 2018, con la obra terminada, se lanzó a recorrer Galicia en su hogar con ruedas. No lo hace solo. Su perro Hummer, un golden retriever de cuatro años, le acompaña.

No tener un puesto fijo como enfermero, una ventaja

Pablo trabaja como enfermero en atención primaria. Es eventual, lo que supone no tener ni un puesto ni un lugar de trabajo fijo. Sus contratos son por semanas. A veces por días. Se recorre los centros de salud del área sanitaria de Santiago de Compostela. “Lo que para otros es una desgracia, para mí es genial”, reconoce. Para Pablo, cada destino supone la oportunidad de descubrir lugares recónditos.

Pablo decidió vivir ‘sobre ruedas’ “por elección, no por necesidad”. “Hay gente que puede pensar que tengo problemas económicos, pero no es así. Este es el estilo de vida que yo quiero”, recalca. En estos tres años solo ha abandonado la furgoneta durante el confinamiento. “Estuve unas semanas en la casa de mi familia, en Ourense, porque me paraban continuamente por la carretera”, confiesa.

Lo mejor, dice, es tener siempre la sensación de que, esté donde esté, su casa siempre está cerca. “No me siento forastero en ningún sitio”, explica. Lo peor, la lluvia. “Estar encerrado porque no para de llover durante días y que Hummer salga a pasear y vuelva empapado… Eso es fastidiado”, reconoce.

¿Es posible tenerlo todo en cuatro metros cuadrados?

Cuando le preguntan si es posible tener todo lo necesario para vivir en cuatro metros cuadrados, Pablo responde que sí. En su furgoneta tiene una cama, televisión, ordenador, cocina, nevera, microondas, fregadero, un váter portátil, un grifo de ducha e, incluso, un sofá y una mesa para comer. No le hace falta más.

“El tema de cómo te las apañas para hacer tus necesidades y para ducharte es siempre la pregunta más recurrente”, reconoce Pablo. Lo dice porque es lo que más les interesa a sus seguidores en redes sociales. “Yo decidí no hacer un baño para ahorrarme ese espacio. Pero tengo un grifo para poder ducharme y un wc químico portátil”, explica.

Un ahorro anual de más de 6.000 euros

A través de su canal de Youtube (The Alternativan) cuenta esas y otras cuestiones, como el dinero que ha conseguido ahorrar anualmente al no vivir en un piso. Ahora no tiene que pagar alquiler, ni garaje, ni luz, ni agua, ni contribución. La luz la consigue a través de la batería y de las placas solares. El agua, en cualquier estación de servicio o en las fuentes. El ahorro anual, con respecto a lo que gastaba en el piso, ronda los 6.600 euros.

No sabe cuánto tiempo más vivirá en la furgoneta. No sabe qué hará si algún día quiere formar una familia. “El espacio está pensado para Hummer y para mí, el tema se complica cuando tengo visitas. Pero yo estoy siempre abierto al cambio. Aun así, no lo veo una limitación. Hay familias con tres niños que viven en autocaravanas grandes”, defiende.

Pensando en el aquí y el ahora, lo que tiene claro es que quiere seguir disfrutando de su ‘van life’ (vida en furgoneta).