El río más importante de Italia se seca

  • El Po está atravesando su peor crisis en 70 años

  • Más de 100 ayuntamientos al norte de Italia podrían sufrir restricciones en el suministro de agua

  • Más de 100 ayuntamientos al norte de Italia podrían sufrir restricciones en el suministro de agua

En 80 ayuntamientos de la provincia de Turín y en 25 de la provincia de Bérgamo, cercana a Milán, se piensa en racionalizar el consumo de agua en las casas a causa de la sequía en la zona, la llamada Pianura Padana. Según el observatorio que se encarga de la cuenca del río Po (AdBPo en sus siglas en italiano) los recursos hídricos se encuentran en una situación crítica. Más concretamente la peor situación en los últimos 70 años. Señalado por el examen técnico, en casi todos los puntos del río Po en donde se mide el nivel del agua los parámetros están por debajo de las medias habituales en esta época. Otros recursos hídricos presentes en la zona como los grandes lagos, el más famoso el de Como, pero también otros como el de Garda o el Iseo, han registrado mínimos históricos y la nieve se ha derretido ya completamente en los Alpes de Piemonte y Lombardía, una de las grandes causas del escaso abastecimiento.

Ha habido pocas lluvias primaverales y un aumento de las temperaturas en las últimas semanas (dos grados por encima de las medias habituales en la zona). Las grandes consecuencias no se limitan solo al ámbito privado, la sequía hace sufrir a los que viven de la producción agrícola y se habla ya de cosechas completamente destrozadas como el “tomate tardío” u otras verduras que sin riego no pueden, ni tan siquiera, plantarse. En la zona se prevé entre un 30% y 40% menos de melones y sandías y un 50% de maíz y soja que no podrán ser recogidos por los problemas, así como en la recogida del arroz, que representa el 50% de la producción del país. Aunque el problema es particularmente grave al norte, el Tiber, a su paso por Roma, baja con menos caudal de lo habitual dejando ver cómo la sequía se extiende a lo largo y ancho de Italia. 

Luca Lombroso, meteorólogo del Observatorio Geofísico de Modena y de Meteored Italia nos habla de las dificultades de individuar el fenómeno de la sequía: “Nunca se sabe cuánto va a durar, depende de muchos factores”. Se muestra preocupado por la situación que atraviesa el país en este momento y habla de las causas que han llevado a esta situación límite. “Este año ha habido poca nieve en los Alpes y en Los Apeninos, partiendo de esa situación las reservas se han derretido muy pronto y ahora no hay agua que baje de las montañas para proveer los ríos”, explica. Además, hay una clara tendencia de cambio climático donde las olas de calor son cada vez más comunes. “Hace unos años a finales de junio aún ibas a las montañas y encontrabas nieve, esa imagen ya no existe y con los años será siempre peor. El cambio climático ya está aquí y lo que vemos se convertirá en norma”, explica. 

La falta de agua no afectará en gran manera a las familias, aunque noten una ligera reducción de suministro, lo peor se encuentra en otros dos sectores. “La situación es dramática para la agricultura y para la energía. Para la producción energética, no solo la hidroeléctrica, también en las centrales de gas, se necesita agua y la falta de recursos se añadirá a una situación geopolítica legada a la energía ya muy delicada”, explica el experto. “En los próximos días se avecina en Italia una gran ola de calor que significa: más evaporación de agua y más gasto energético para soportar las altas temperaturas. Es un mix muy preocupante”, añade. 

Además de la gestión a nivel personal, lo que uno puede hacer en su casa para ahorrar energía y agua, Lombroso cree que estamos ante un punto en el que una decisión política tendrá que llegar antes o después. Desde la región del Piemonte, una de las más afectadas, se pide ya un stato di calamità (declarar zona catastrófica) para afrontar lo antes posible un problema que está haciendo pagar los errores del pasado y la poca prevención ante la sequía del país.