Las claves del escándalo que sacude al Parlamento Europeo

  • El socialista Francesco Giorgi, fundador y presidente de la ONG "Fight Impunity" en el centro de las investigaciones

  • Entre los detenidos Luca Visentini, secretario general de la Conferencia Europea de Sindicatos, el principal órgano representante de los trabajadores frente a la UE

La Justicia belga desató el viernes un terremoto en el Parlamento Europeo. Los últimos tres días se vivieron en Bruselas entre anuncios de detenciones, descubrimientos de bolsas con cientos de miles de euros en efectivo y rumores de quiénes se preguntaban quién sería el siguiente. Seis personas, entre ellas una de las vicepresidentas del Parlamento Europeo, fueron detenidas. Dos, entre ellos su padre, están en libertad condicional desde este domingo. Cuatro fueron enviados a prisión incondicional. ¿Habrá más detenciones? ¿Quiénes serán los siguientes? NIUS resume los hechos acaecidos desde el domingo a través del relato de la prensa belga y de varias fuentes parlamentarias. Al alba del viernes, unidades especiales de la Policía Federal belga hacen guardia de incógnito frente al domicilio de Eva Kaili, la socialista griega, antigua presentadora de televisión, y vicepresidenta de la Eurocámara. La inmunidad parlamentaria protege su domicilio en la Rue Wiertz, a pocos metros de su oficina.

El primero que sale de casa es su compañero sentimental y padre de su bebé, el italiano Francesco Giorgi. Es asesor parlamentario y trabaja también para la ong ‘Fight Impunity’, una ong oficialmente dedicada a luchar contra la impunidad de los violadores de derechos humanos. Giorgi no es sólo la pareja de Kaili, es para la Justicia belga una de las piezas clave de la trama corrupta que habría aceptado pagos del régimen qatarí a cambio de beneficiar sus intereses en el Parlamento Europeo. Las investigaciones estaban en marcha desde julio.

El caso, dirigido por el juez de instrucción Michel Claise, un experto en criminalidad financiera, es muy sensible por su contenido político al afectar al Parlamento Europeo y al régimen qatarí. Desde el principio quedó en manos de la Oficina Central para la Represión de la Corrupción, un órgano judicial especializado en crímenes financieros. 

La historia de la detención

Giorgi sale temprano de casa y es detenido e interrogado. Se le requisa el teléfono móvil. A las pocas horas la Policía judicial belga lanza hasta 16 redadas y el caso salta a los medios. Decenas de agentes entran en domicilios de asistentes parlamentarios, en las oficinas de la ong ‘Fight Impunity’ y sellan oficinas en el Parlamento Europeo. Uno de los objetivos es la vivienda de Pier Antonio Panzeri, antiguo eurodiputado socialista italiano y ahora presidente de la ong donde trabaja Giorgi. Panzeri fue hasta 2019 el presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento Europeo. En su casa encuentran 600.000 euros en efectivo.

La Justicia belga cree que en la cúspide la trama corrupta está este hombre, quien durante años habría recibido dinero a cambio de influencia política. Panzeri, muy conocido en Bruselas, presidió también la delegación para las relaciones con los países del Magreb y ya fue obligado en 2017 a devolver 83.764 euros después de una investigación administrativa de OLAF, la oficina europea anti-fraude. Es miembro de un grupúsculo político llamado ‘Articolo Uno’, una escisión del Partido Demócrata italiano. Los investigadores tienen más objetivos. El siguiente es Luca Visentini, recién elegido director de la Confederación Sindical Internacional. El cuarto es también italiano. En pocas horas, para el mediodía del viernes, ya habían caído esas cuatro personas y se habían requisado cientos de miles de euros en efectivo además de ordenadores y teléfonos móvil con información sobre el caso.

Pero las decenas de agentes siguen trabajando la tarde del viernes, visitando decenas de dirección de domicilios de otros asistentes parlamentarios, de funcionarios del Parlamento Europeo y de personas relacionados con ellos. Se fijan en dos eurodiputados belgas de origen italiano: Marie Arena y Marc Tarabella.  A media tarde se produce uno los momentos más peliculeros de la operación policial. A las puertas del Sofitel, un hotel de lujo cercano al Parlamento Europeo, los agentes detienen al padre de Eva Kaili, que pasaba unos días de visita en Bruselas acompañado de su esposa. La visita habitual de unos padres a su hija en Bruselas tiene algo más. En la maleta que llevaba al salir del hotel rumbo al aeropuerto, el padre de Kaili cargaba cientos de miles de euros en fajos de billetes de 50 y 20 euros. 

La detención del padre de Kaili cargado de billetes hace que la inmunidad parlamentaria de la griega salte por los aires ante un delito flagrante. Los agentes se dirigen entonces a su domicilio acompañados del juez de instrucción. La redada resuena en toda Bruselas. En la vivienda de la vicepresidenta del Parlamento Europeo encuentran, según el relato del diario económico ‘L’Echo’, bolsos de mano y bolsas de viaje llenas de billetes. Además, los agentes dan con objetos de valor de origen catarí, desde relojes de alta gama hasta medallas. Llega el turno de Marc Tarabella. El eurodiputado socialista belga de origen italiano, que años atrás había sido un crítico furibundo de la decisión de celebrar el Mundial de fútbol en Qatar, es ahora uno de sus más fervientes defensores. 

La oficina de su asistente parlamentaria ya fue sellada. La policía no encuentra dinero en casa de Tarabella, en la localidad de Anthisnes, pero sí se hacen con material informático y el teléfono móvil del eurodiputado. En un comunicado al diario ‘Le Soir’, asegura que no tiene nada que esconder. Tampoco tiene nada que esconder, asegura, el ex presidente de Baleares por el Partido Popular y ahora eurodiputado de Ciudadanos José Ramón Bauzá. Es el español que más se ha significado en los últimos meses en la defensa del régimen qatarí, su legislación laboral y el hecho de que se le concediera el Mundial de fútbol. Bauzá se reunió en los últimos meses con las dos figuras qataríes señaladas en este caso de corrupción: el ministro de Trabajo y el embajador ante la Unión Europea.

La delegación de Ciudadanos en Bruselas niega cualquier relación con el caso. Fuentes del grupo recuerdan que han sido de los más exigentes a la hora de exigir respeto a los derechos humanos en el emirato árabe, aunque la posición de Bauzá ha sido distinta.

El domingo fue el día en que la Justicia empezó a separar el grano de la paja. El sindicalista Luca Visentini y el padre de Kaili fueron puestos en libertad condicional. Panzeri, Kaili, su pareja y una cuarta persona fueron encarcelados sin finanza. Su detención se puede prolongar hasta el jueves, cuando será confirmada o anulada por el tribunal. En el relato de estos tres días de nervios en el Parlamento Europeo aparecen otros nombres, como el de la eurodiputada belga Marie Arena, el italiano Andrea Cozzolino y la también italiana Alessandra Moretti.