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6 de enero de 2021. Estados Unidos vivió una jornada difícil de olvidar. Una turba irrumpió en el Capitolio de Washington empuñando hachas, bates de béisbol, palos de hockey y todo tipos de armas, obligando a aplazar la sesión que debía ratificar a Joe Biden como presidente. Fueron más de cuatro horas que pusieron en jaque a la democracia estadounidense.
Para el general Milley, el militar de mayor rango en Estados Unidos, el ataque por parte de los simpatizantes de Donald Trump le "recordó al incendio del Reichstag", en 1933, que aupó a Hitler al poder. Así figura en las últimas transcripciones reveladas por el comité parlamentario que ha investigado el asalto, publicadas esta misma semana, y que recoge The New York Times.
Entre los asaltantes, hombres a pecho descubierto con cuernos y tocados de piel de oso maquillados con la bandera norteamericana o tipos que con gesto extasiado profanaban el despacho de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, plantando los pies en su escritorio. Cinco personas murieron durante los disturbios y 140 policías resultaron heridos.
Dos años después, más de 950 personas han sido arrestadas por delitos relacionados con los disturbios de aquel 6 de enero, según cifras del Departamento de Justicia, que lleva a cabo una de las investigaciones policiales "más grandes, compleja y que más recursos ha requerido en nuestra historia", según el Fiscal General Merrick B. Garland. Emitió más de 5.000 citaciones, revisó más de 20.000 horas de vídeo y confiscó alrededor de 2.000 dispositivos electrónicos.
Eso sí, la policía sigue buscando a otros 350 sospechosos de participar en el ataque, a los que no ha logrado todavía identificar. "Nuestro trabajo no ha terminado. Seguimos decididos a enjuiciar a todos los responsables del asalto a nuestra democracia", explica Garland. En total, más de 400 han sido declarados culpables de delitos federales, de los cuales 192 han sido condenados a penas de cárcel. Entre los casos más destacados:
"Ninguno de los acontecimientos del 6 de enero habría ocurrido sin su participación". El informe final de la comité de la Cámara de Representantes sobre el asalto al Capitolio fue demoledor para Donald Trump. Concluyó, tras 18 meses de investigación paralela y no vinculante para el Departamento de Justicia, que el entonces presidente en funciones conspiró para revertir el resultado electoral de noviembre 2020 y no impidió que sus partidarios atacaran el Congreso.
El comité respaldó la recomendación de que Trump sea juzgado por incitar a una insurrección, que "puso en riesgo la vida de los legisladores de Estados Unidos", con su discurso previo al asalto arengando a las masas. seguidores. "Caminaremos hasta el Capitolio y vitorearemos a nuestros valientes senadores y congresistas", dijo el expresidente, incluyéndose en la marcha en la que, sin embargo, nunca participó. Y entonces pidió "luchar como demonios" porque si no, les dijo a sus seguidores, "ya no van a tener país".
Además le consideran culpable de otros tres delitos: obstrucción de un procedimiento oficial del Congreso, intento de fraude a Estados Unidos y conspiración para presentar falsos testimonios electorales al Congreso y los Archivos Nacionales. Ahora el destino de Trump está en manos del Departamento de Justicia que es el que decide si juzga a Trump por la vía penal.
El informe, publicado el pasado 23 de diciembre, contiene más de 800 páginas y se basa en casi 1.200 entrevistas, cientos de miles de documentos y en los fallos de más de 60 tribunales federales y estatales. Algunas de las personas llamadas a declarar se han negado a hacerlo; como el exasesor y exjefe de campaña de Trump Steve Bannon. El comité recomendó al Congreso que impida al expresidente presentarse a otras elecciones. El magnate escribió en su red Truth Social que era víctima de una "caza de brujas".
El jefe de la Policía del Capitolio de Estados Unidos, Tom Menger, admitió esta semana la posibilidad de un nuevo asalto como ocurrió el 6 de enero de 2021, a pesar de que ha destacado las medidas implementadas para mejorar la respuesta a un incidente de este calibre.
"A medida que nos acercamos al segundo aniversario de uno de los días más oscuros en la historia de nuestra nación, debemos responder a esta pregunta crítica: '¿Podría volver a ocurrir el 6 de enero?'", se preguntó el jefe de la Policía del Capitolio. "Con el estado polarizado, se podría intentar nuevamente un ataque como el que sufrió nuestro Departamento", ha reconocido el agente de Policía, que ha añadido que "si sucede las autoridades estarán listas".
Esta misma semana, AXIOS denunciaba que a mayoría republicana que se ha estrenado en la Cámara de Representantes, retiró algunos de los detectores de metales colocados tras los disturbios del 6 de enero, para reforzar la seguridad en el templo de la democracia estadounidense.