Los cardenales, totalmente incomunicados en Santa Marta antes del cónclave: ya han entregado sus móviles
Los cardenales ya han entregado sus teléfonos móviles a su llegada la Casa Santa Marta, donde residirán hasta la elección del nuevo papa
Permanecerán totalmente incomunicados durante el tiempo que dure el cónclave, sin teléfono, prensa ni radio
Roma y el Vaticano se preparan para el cónclave: turistas y peregrinos, expectantes ante la elección del nuevo papa
En Roma y la Ciudad del Vaticano ya está todo listo para el comienzo del cónclave, la ceremonia en la que se elegirá al próximo papa. Los actos comienzan mañana a las 10:00 horas y desde esta noche, los cardenales permanecerán totalmente incomunicados.
Al llegar a la Casa Santa Marta, donde residirán hasta que se elija el nuevo papa, ya entregan sus teléfonos móviles. Todo comenzará con una misa en San Pedro donde el cardenal decano hará un retrato del papa ideal, el papa que necesita la Iglesia. Comenzará entonces un proceso altamente secreto con los participantes ya aislados. Sin prensa, sin radio y sin teléfono móvil para evitar interferencias externas.
No solo ellos, el personal que les acompaña, unas 100 personas entre laicos y religiosos, desde electricistas hasta cocineros, han tenido que jurar confidencialidad. La primera votación llegará por la tarde, pero faltan ya pocas horas para el comienzo del cónclave más numeroso y el más plural, con 133 cardenales de más de 70 países.
Última congregación
Este martes se ha celebrado la última congregación antes del cónclave, es el momento solemne de anular el anillo del pescador y el sello de plomo del papa Francisco. Se trata de la última reunión para entrar en una suerte de jornada de reflexión. No más confidencias antes de elegir al nuevo Sumo Pontífice.
Los cardenales guardan silencio ante las preguntas de los periodistas. A la salida no sueltan prenda, momento de regates y de hacer oídos sordos ante tanta curiosidad.
"Recen por nosotros" es lo más que sale de sus bocas selladas. Todo el mundo está ya en sus puestos para que todo esté listo en la Capilla Sixtina para el cónclave.
Juramento de confidencialidad
El 'Juicio final' sobre el altar y sobre las mesas un lugar reservado para cada cardenal en edad de votar, perfectamente numerados, hilo y aguja para ensartar las papeletas.
Y todos a prestar el juramento de confidencialidad, cocineros, limpiadores o personal médico con la mano sobre el Evangelio. Cualquier tentación mundana de romper el misterio será castigada con la excomunión inmediata.
Todo preparado en Roma para la fumata, ya sea negra o ya sea blanca, el cielo puede y tendrá que esperar al menos hasta mañana
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