La carta de despedida del periodista Anas Al-Sharif: “Si os llegan estas palabras, Israel ha logrado matarme y silenciar mi voz”
Ha muerto en un ataque de Israel, que le acusaba de estar integrado en la estructura del brazo armado de Hamás, algo desmentido por él y por Al Jazeera
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Los incesantes ataques de Israel en Gaza continúan cobrándose más y más vidas. Una de las últimas ha sido la del periodista Anas Al-Sharif, –uno de los reporteros más destacados en su cobertura de la guerra en la Franja–, fallecido tras atacar Israel una tienda de campaña para medios de comunicación, matando también a otros cuatro de sus compañeros en la cadena Al Jazeera, así como a otras dos personas.
El propio Ejército de Israel, a través de la red social de Elon Musk, ‘X’, confirmaba la muerte de Al-Sharif en un ataque efectuado en el enclave palestino, reiterando al mismo tiempo que el periodista de 28 años estaba integrado en la estructura del brazo armado de Hamás, algo desmentido tanto por el medio como por el propio Anas Al-Sharif, que en vida afirmó ser víctima de una “campaña de amenazas debido a (su) trabajo como periodista”.
“Reafirmo: Yo, Anas Al-Sharif, soy periodista sin afiliación política. Mi única misión es informar la verdad desde el terreno, tal como es, sin sesgos”, aseguró en ‘X’, denunciando que “en un momento en que una hambruna mortal asola Gaza, decir la verdad se ha convertido, a los ojos de la ocupación, en una amenaza”.
Ahora, Israel ha acabado con su vida.
La carta póstuma de despedida de Anas Al-Sharif
Sin renunciar a su compromiso para informar de la situación en Gaza y relatar los horrores causados por los de Benjamin Netanyahu, Anas Al-Sharif, consciente de las amenazas de Israel, dejó además preparada una carta de despedida para realizar una última denuncia de forma póstuma.
“Esta es mi voluntad y mi mensaje final. Si os llegan estas palabras, sabed que Israel ha tenido éxito en matarme y silenciar mi voz”, empieza su misiva.
“Lo primero, que la paz sea contigo y que Alá os bendiga. Alá sabe que di todo mi esfuerzo y mis fuerzas para ser un apoyo y una voz para mi pueblo, desde que abrí los ojos a la vida en los callejones y calles del campo de refugiados de Jabalia. Mi esperanza era que Alá prolongara mi vida para poder regresar con mi familia y seres queridos a nuestra ciudad natal, la ocupada Asqalan (Al-Majdal), pero la voluntad de Alá fue primero, y su decreto es inapelable", señala, antes de denunciar “la masacre” sufrida en Gaza y subrayar su compromiso con “la verdad”.
“He vivido el dolor en todos sus detalles, he experimentado el sufrimiento y la pérdida muchas veces, pero nunca dudé en transmitir la verdad tal como es, sin distorsión ni falsificación, para que Alá dé testimonio contra quienes guardaron silencio, quienes aceptaron nuestra muerte, quienes nos ahogaron y cuyos corazones permanecieron impasibles ante los restos dispersos de nuestros niños y mujeres, sin hacer nada para detener la masacre que nuestro pueblo ha sufrido durante más de un año y medio”.
“Te confío Palestina, –la joya de la corona del mundo musulmán–, el corazón de cada persona libre de este mundo. Te confío a su pueblo, a sus hijos agraviados e inocentes que nunca tuvieron tiempo de soñar ni de vivir en seguridad y en paz. Sus cuerpos puros fueron aplastados bajo miles de toneladas de bombas y misiles israelíes, destrozados y esparcidos por los muros”, denuncia, realizando un reclamo a continuación.
“Les insto a no dejar que las cadenas los silencien ni que las fronteras los limiten. Sean puentes hacia la liberación de la tierra y su gente, hasta que el sol de la dignidad y la libertad se levante sobre nuestra patria arrebatada”.
“Les encomiendo el cuidado de mi familia. Les encomiendo a mi querida hija Sham, la luz de mis ojos, a quien nunca tuve la oportunidad de ver crecer como soñé”. “Os confío a mi querido hijo Salah, a quien he deseado apoyar y acompañar durante toda su vida hasta que fuese suficientemente fuerte para llevar mi carga y continuar la misión”.
“Te confío a mi querida madre, cuyas benditas oraciones me trajeron hasta donde estoy, cuyas súplicas fueron mi fortaleza y cuya luz guio mi camino. Ruego que Alá le conceda fuerza y la recompense en mi nombre con la mejor de las recompensas”, expresa, antes de dirigirse también hacía quien era su mujer.
“También te confío a mi compañera de toda la vida, mi amada esposa, Umm Salah (Bayan), de quien la guerra me separó durante largos días y meses. Sin embargo, se mantuvo fiel a nuestro vínculo, firme como el tronco de un olivo que no se doblega, paciente, confiando en Alá y asumiendo la responsabilidad en mi ausencia con toda su fuerza y fe”.
“Te insto a que los apoyes, a que seas su apoyo después de Alá Todopoderoso. Si muero, moriré firme en mis principios. Testifico ante Alá que estoy contento con su decreto, seguro de encontrarme con él y convencido de que lo que está con Alá es mejor y eterno”, sentencia, antes de finalizar la misiva con una proclama y un ruego:
“Oh Alá, acéptame entre los mártires, perdona mis pecados pasados y futuros, y haz que mi sangre sea una luz que ilumine el camino de la libertad para mi pueblo y mi familia. Perdóname si he fallado y ruega por mí con misericordia, pues cumplí mi promesa y nunca la traicioné. No os olvidéis de Gaza… Y no os olvidéis de mí en vuestras sinceras oraciones de perdón y aceptación”.