Las excentricidades de Donald Trump marcan el rumbo diplomático: el Despacho Oval recuerda cada vez más a un salón del trono

Trump transforma el Despacho Oval en un símbolo de poder dorado: Zelenski y otros líderes siguen su juego. Informativos Telecinco
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En una semana en la que hemos visto cómo se aceleran las negociaciones sobre el futuro de Ucrania, Rusia no se detiene. Ha lanzado varios ataques sobre el país causando al menos 13 muertos y numerosos heridos. Los miembros de la OTAN se reúnen este miércoles de forma virtual para avanzar con las garantías de seguridad para Ucrania.

La cuestión es que el futuro de la guerra de Ucrania, como tantas otras cuestiones de política internacional, depende de las decisiones que tome Donald Trump. Un presidente con muchas excentricidades que se ven hasta el el propio Despacho Oval.

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Las excentricidades de Donald Trump: el Despacho Oval recuerda cada vez más a un salón del trono

Según informa Javier Zabalza desde el plató de Informativos Telecinco, “desde que llegó Donald Trump a la Casa Blanca en enero hemos visto cómo ha ido llenando el despacho de cosas doradas”. “Son cosas que a él parece que le gustan particularmente. Lo último que ha hecho ha sido colocar delante de la chimenea un protector de chispas dorado. Es lo que tuvo el martes en la reunión con Zelenski, y parece que esta es la manera que él tiene de poder de proyectar poder a través de la riqueza, a través de lo dorado, de tal manera que ha convertido un Despacho Oval que suele ser un lugar sencillo, en realidad bastante austero, en algo que recuerda cada vez más a un salón del trono”.

Es mucha ostentación, pero también los líderes internacionales tienen cada vez más claro cómo relacionarse con él para no ser considerado de enemigos. “Todo el que llega a la Casa Blanca, por ejemplo, ya lo vimos en el primer mandato, cuando Zelenski se sentó junto a Trump. Parece una tontería, pero nunca cruza las piernas. Algunos sí lo hacen, pero en general no, porque todos tratan de copiar esa postura dominante e hipermasculina característica de Trump. Y hay otra cosa también que hacen los líderes. Todo aquel que sabe jugar al golf ha vuelto a practicar. Cuando ganó Trump las segundas elecciones sabemos que el presidente de Corea, que llevaba casi una década sin jugar, se puso a practicar. Y sabemos también que el presidente de Finlandia ha jugado con él al golf y que gracias a eso ha conseguido expresarle su preocupación y su desconfianza personal con Vladimir Putin", explica Zabalza.

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También cabe destacar otra imagen muy llamativa que se dio en la Casa Blanca; tres líderes internacionales observando su propio merchandising. Es Donald Trump en su máxima potencia. “Cuando un líder va a la Casa Blanca lo que le espera es esto, es hacer un Tour por aquellos lugares que Trump considera oportunos y que él quiere mostrar. Y siempre es tradicional, mostrar empatía, mostrar que te gusta, mostrar que está bien. Pero en el caso de Trump es casi imprescindible, porque es fundamental antes de poder pasar a temas sustantivos y a temas mayores”, sentencia Zabalza. Hay que agradarle, porque incluso se fija en la vestimenta.

En su vuelta a la Casa Blanca, Zelenski aceptó los códigos de Trump

Puede parecer frívolo, pero la moda influye en la diplomacia ¿Recuerdan lo que pasó en febrero? "¿Por qué no lleva traje?", dijo Trump. La austeridad de Zelenski, líder de un país en guerra, fue interpretada como desprecio en la Casa Blanca. Una astilla más para que prendiera el desastre. "Usaré un traje cuando termine esta guerra", dijo el ucraniano.

Zelenski aprendió la lección y su diseñador, Viktor Anisimov, también. Las camisetas verde oliva, botas y pantalones negros con las que había exhibido la solidaridad con sus tropas en parlamentos, palacios y en la Casa Blanca, dejaron paso a la chaqueta; la primera vez, en el funeral del Papa Francisco. Luego en la cumbre de la OTAN.

Unos pueden ver sumisión, otros habilidad para utilizar el lenguaje no verbal en beneficio de la paz. En su vuelta a la Casa Blanca, Zelenski aceptó los códigos Trump. Chaqueta y esta vez con abertura trasera para que recordara más la indumentaria civil. Un talismán, dice su diseñador, que funcionó. Trump, encantado, y el periodista que le criticó en febrero, también: "Presidente Zelenski, está maravilloso con ese traje". Complejo el lenguaje diplomático, donde hasta un traje cortado en Girona se convierte en simbolo u oportunidad para la paz. Cuando Zelenski la firme, retomará su anterior indumentaria de presidente.