Una enfermera destapó la página en Facebook donde miles de hombres colgaban fotos íntimas de su parejas: "Lo he hecho por conciencia"

Interfaz gráfica de la página web 'Mia Moglie' donde más de 31.000 hombres colgaban fotos íntimas de sus parejas sin su consentimiento.
Interfaz gráfica de la página web 'Mia Moglie' donde más de 31.000 hombres colgaban fotos íntimas de sus parejas sin su consentimiento.. Facebook
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Una enfermera de 35 años ha sido quién ha hecho público la página en Facebook de 'Mia Moglie' (Mi Mujer), donde 32.000 hombres difundían fotos íntimas de sus novias y esposas para presumir y para que otros opinaran sobre sus cuerpos. Lo peor, es que todo esto ocurría a espaldas de las interesadas que no podían imaginar lo que 'ellos' hacían. "Lo he hecho por conciencia cívica", ha explicado a los medios italianos.

Federica, 'tropezó' por casualidad con el anuncio de la página Mia moglie, donde estos novios y maridos hacían públicas las fotografías íntimas de sus parejas. Todo parecía funcionar bien en la 'comunidad' masculina en Facebook, la red social que censura los pezones de las obras de arte, pero que esta vez no actuó. La enfermera, italiana, recibió en su perfil la imagen de una mujer apenas publicada por uno de los miles de inscrito en la página: bajo la foto, una pregunta "¿cómo la véis?".

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En la imagen se veía una parte del cuerpo de una mujer, no estaba desnuda, con el texto invitando a la comunidad a opinar. La interesada, ajena a lo que hacía su pareja con su fotografía. Por un momento la ha mirado y ha pensado 'no pueden seguir sin consecuencias'. Gracias a su denuncia ha conseguido bloquear la página y a la clausura definitiva de la comunidad virtual en la red social.

Era una página abierta: "Se podía participar sin inscribirse"

Federica, ha contado al Corriere della Sera qué ocurrió cuando la foto de la mujer con el comentario le apareció en su perfil de Facebook. “¿Qué es esto?”. Había sido colgada por un usuario anónimo. "Era el pecho de aquella mujer en primer plano y era evidente que el que la había publicado buscaba comentarios de un cierto tipo, que de hecho, ya habían. La clásica lista de vulgaridades. Tuve la curiosidad y pensé: 'Quiero entender qué hacen estos'.

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No tuvo que registrarse ni hacer nada en particular: "Era una página abierta a todos", ha contado la mujer que ha tomado cartas en el asunto para acabar con esto, que consideraba un ataque a la privacidad de estas mujeres que aparecían en las fotografías. Así ha explicado que denunció a Facebook lo que estaba ocurriendo y no recibió ninguna respuesta. Le pidió a alguna amiga que la señalara y la red social a esta sí le contestó que "no había ninguna violación de sus normas".

La mujer también denunció a la Policía a través del correo electrónico, pero tampoco recibió respuesta. Así que decidió escribirle a la escritora italiana,  Carolina Capria, a la que sigue por Instagram, pidiéndole ayuda para hacer público este asunto. Ella lo hizo y al día siguiente "el caso explotó".

"No me esperaba esta reacción", ha reconocido Federica al importante periódico. "Se tiende a subestimar este asunto y tratar de colar la idea de que se trata de un inocente juego", asegura esta mujer que cita lo que dicen algunos de los responsables a sus parejas ahora que han sido pillados 'in fraganti'. "Pero no es ningún juego, ni una cuestión de moralismos", aclara. "Cada uno es libre de hacer lo que quiera, pero esto es otra cosa: si un hombre 'alimenta' a la web con fotos de su mujer sin pedirle permiso hay un problema".

"Estoy contenta de saber que las masas se mueven, como ha ocurrido después de mi denuncia, que las cosas se pueden cambiar y lograr resultados. Pero es la primera vez que denuncio algo", ha confesado esta enfermera que no ha querido dar su apellido para evitar ser reconocida públicamente. La escritora Carolina Capria, ha recibido un montón de insultos a través de las redes lo que demuestra "cuando camino falta por hacer en este país". "Esta denuncia ha sido el inicio: Podía hacer este pequeño paso y lo he hecho", ha confesado la mujer que asegura haberlo hecho por un cuestión de civismo.