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El pasado 23 de agosto, el afroamericano Jacob Blake recibía siete disparos por la espalda a manos de un policía blanco en la localidad de Kenosha, Wisconsin. Ocurrió después de que los servicios de emergencia recibieran una llamada por un incidente doméstico y delante de su expareja y con sus tres hijos dentro del vehículo.
Lo que comenzó como una disputa familiar pronto acabó en tragedia. Al parecer Blake se bajó del coche para mediar entre dos mujeres cuando llegó la Policía. Las imágenes del vídeo muestran cómo Blake no obedece las órdenes de los agentes e intenta entrar en su coche de nuevo. Es entonces cuando el agente dispara a bocajarro. La policía encontró después un cuchillo en el suelo del vehículo.
Blake fue operado de urgencia e ingresado en la unidad de cuidados intensivos. Podría quedarse tetrapléjico. Su caso que volvió a encender las protestas raciales y los violentos disturbios. Durante una de esas protestas, el joven ultraderechista de 17 años Kyle Rittenhouse abrió fuego contra los manifestantes, matando a dos personas.
Ahora, Blake ha querido enviar un mensaje de ánimo y esperanza a la comunidad negra desde la cama del hospital: "Sólo quería decir, para todos los jóvenes ahí fuera y también para los más mayores, más mayores que yo: hay mucha vida que vivir ahí fuera.
Tú vida, y no sólo tu vida, tus piernas -algo que necesitas para moverte y avanzar en la vida- te puede ser arrebatada de un plumazo y os puedo prometer que la cantidad de mierda que tendrás que superar… Tengo grapas en mi espalda, grapas en mi estómago.
No quieres tener que lidiar con esta mierda. 24 horas, cada 24 horas llega el dolor, no hay otra cosa que dolor. Me duele al respirar, me duele al dormir, me duele al moverme de un lado a otro, me duele al comer.
Por favor, os lo digo, cambiad vuestras vidas ahí fuera. Podemos mantenernos unidos, ganar algo de dinero, ponérselo más fácil para nuestra gente ahí fuera, porque ya se ha perdido tanto tiempo."
El candidato demócrata a las próximas elecciones presidenciales, Joe Biden, visitó el jueves a la familia de Blake. Unos días antes, Trump también estuvo en Kenosha, pero prefirió mostrar su apoyo a las fuerzas de seguridad sin hacer mención al caso Blake.