"Peor que la misma muerte": la cárcel en la que el Chapo pasará el resto de sus días

Rubén Fernández 14/02/2019 07:14

Ubicada en el condado de Freemont, Colorado, la ADX Florence, que abrió sus puertas en 1994, está diseñada para privar a sus presos de casi todo contacto humano. Más allá de sus muros inexpugnables se encuentran más de 400 presos dentro de unidades de control meticulosamente estudiadas para imposibilitar la comunicación entre ellos. Sus celdas, automatizadas, están insonorizadas para evitar que el sonido salga al exterior.

"Peor que la misma muerte"

Los inquilinos más infames se enfrentan aquí a un lugar estremecedor, donde solo ven el cielo una hora al día en un patio lleno de jaulas al que delimitan muros de seis metros de altura.

“Peor que la misma muerte”, dice su antiguo director cuando le preguntan por la prisión, que cuenta con 490 celdas individuales construidas enteramente de hormigón y con unas dimensiones de 2,1 por 3,6 metros.

Más allá, posee hasta 1.400 compuertas de acero que son manejadas por control remoto, además de multitud de cámaras; rayos laser de detección; torres de vigilancia con francotiradores; perros guardianes; alambradas de púas que se alzan más allá de los 3,5 metros en la parte exterior y un sistema especial de seguridad fuera de la prisión para incrementar, todavía más, la seguridad del complejo.

No solo eso, la ‘Supermax’, –prisión clasificada de máxima seguridad–, cuenta con un módulo específico para encerrar en él a los presos más peligrosos entre todos. 148 celdas reservadas a lo peor entre lo peor.

En este contexto, sometidos a un confinamiento de 23 horas al día y habida cuenta de los delitos que les han llevado hasta el lugar, la mayoría de los internos tienen algún problema mental y casi todos terminan atormentados tras un tiempo en el complejo.

Los presos más peligrosos

Reducidas prácticamente al máximo las posibilidades de que establezcan comunicación y con todos sus movimientos vigilados con extrema rigurosidad, los trabajadores de la prisión lidian en el lugar con algunos de los presos más peligrosos del mundo.

Entre ellos destacan algunos como:

Dzhokhar Tsárnayev, tristemente conocido por perpetrar el atentado en la maratón de Boston, donde murieron 3 personas y 282 resultaron heridas tras la explosión de dos artefactos de fabricación casera.

Theodore Kaczynski, más conocido como el ‘Unabomber’, matemático, filósofo… y terrorista estadounidense que se dedicó a enviar cartas bomba y plasmar a través de un popular manifiesto su aversión por el desarrollo tecnológico y la sociedad contemporánea.

Zacarias Moussaoi, uno de los que conspiró el 11S, el terrible atentado a las Torres Gemelas, que se cobró la vida de más de 3.000 personas.

También Terry Nichols, el ultraderechista que perpetró el atentado de Oklahoma en el que asesinaron a 168 personas se encuentra en la ADX Florence.

El peor confinamiento para ‘el Chapo’

Con todos ellos se ‘reunirá’ el ‘Chapo’ Guzmán, declarado culpable este martes día 12 de febrero de todos los cargos que pesaban contra él como cerebro de una red de narcotráfico internacional.

Encarcelado desde hace casi dos años en Manhattan en casi total aislamiento, está acusado de introducir y distribuir 457 toneladas de cocaína, heroína, marihuana y metanfetaminas en EEUU, además de como jefe del cártel de Sinaloa ser el responsable de decenas de asesinatos vinculados con el tráfico de drogas.

Será el día 25 de junio cuando Guzmán, –que ya fue encarcelado dos veces y logro dos fugas de dos prisiones de mexicanas de máxima seguridad en 2001 y 2015–, regrese a la corte judicial para ser sentenciado, previsiblemente, a cadena perpetua.

Su más que probable destino: el inhóspito ‘Alcatraz de las Rocosas’.

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