Cianuro, sobornos y corrupción: la leyenda negra del 'caso Odebrecht' crece con otro testigo muerto

telecinco.es 08/01/2019 19:46

El caso Odebrecht parece ese juego inocente de las 'muñecas rusas' o Matrioska. Una ilegalidad esconde a otra y así hasta que llegamos al origen. A principios de 2014 las investigaciones de la Policía Federal de Brasil destapó un gigantesco caso de corrupción y lavado de dinero negro conocido como el 'caso autolavado'. Los agentes se referían a él de esta forma porque era en una red de estaciones de limpieza de vehículos en dónde se realizaban las transacciones fraudulentas.

La investigación destapó a su vez otro caso aún mayor de corrupción y en el que también estaba presente la gran petrolera semipública de Brasil, Petrobras: la corporación Odebrecht. En ambos casos se trataba de sobornos o 'coimas' a presidentes, expresidentes y altos funcionarios para que otorgasen millonarios contratos de obras de infraestructuras a las empresas implicadas.

Las dimensiones de ambas tramas asustan. En el 'caso autolavado' se realizaron sobornos por casi 2.000 millones de euros afectando a casi 300 personas de las que más de 130 ya han sido condenadas en firme a penas de cárcel.

Por su parte, en la trama Odebrecht las cifras también son abrumadoras. Así, la investigación iniciada por el Departamento de Justicia de Estados Unidos, determinó que el gran conglomerado privado brasileño había pagado en sobornos casi 700 millones de euros en diez países americanos (Argentina, Brasil, Colombia, República Dominicana, Ecuador, Guatemala, México, Panamá, Perú, Venezuela) y en otros dos africanos (Mozambique y Angola). Toda una estructura delictiva que permitió a Odebrecht hacerse con más de 100 proyectos de obra pública en estos países.

Una trama internacional

Las investigaciones ha logrado privar de libertad al máximo representante familiar de la empresa, Marcelo Odebrecht al tiempo que ha implicado al expresidente brasileño, 'Lula' da Silva presentarse a la reelección tras impedírselo la justicia del gigante sudamericano.

Venezuela, Argentina y Perú son otros países en los que los tentáculos de Odebrecht han llegado a lo más profundo de la clase política. En el caso venezolano, la amistad entre los presidentes 'Lula' y Chávez abrió la puerta a la entrada de la corrupción la empresa brasileña que ha llegado también a afectar al actual presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.

En Argentina, la trama ha salpicado a varios exministros de la república así como a secretarios de estado. Algunas de las investigaciones afectan a personas muy próximas al actual presidente argentino, Mauricio Macri.

El escándalo en Perú afecta a las más altas autoridades del país andino. De los cuatro últimos presidentes de la república, tres están implicados en el 'caso Odebrecht'. Se trata de Alejandro Toledo, Ollanta Humala y Pedro Pablo Kuczynski. Este último tuvo que renunciar al cargo y ser sustituido por su vicepresidente.

El cianuro que mató a un padre y a un hijo

A pesar de la dimensión internacional de esta gran trama de corrupción hay otro elemento que ha disparado todas las alarmas de las instituciones encargadas de desmontar la trama y llevar a la cárcel a los principales implicados en los sobornos. Se trata de las muertes que han afectado a testigos de primer nivel que venían colaborando con la justicia en el esclarecimiento de este caso.

El pasado 18 de noviembre, a Policía de Colombia hallaba cianuro en el baño de la vivienda de Jorge Enrique Pizano. Pinzano había fallecido el pasado 8 de noviembre y en un primer momento se atribuyó su muerte a un posible infarto de miocardio. Pero su consideración como uno de los testigos clave en la investigación del caso de corrupción de Odebrecht hizo sospechar a las autoridades

Pizano, auditor de la Concesionaria Ruta del Sol en la que la gigante Odebrecht era socia, había ayudado a los fiscales a investigar acusaciones de que la empresa brasileña pagó unos 30 millones de dólares en sobornos a cambio de contratos de infraestructura en Colombia.

Aunque los restos de Pizano fueron incinerados, el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses ha asegurado que se tomaron muestras con las que se buscará establecer o descartar que murió envenenado con cianuro.

Quién sí está confirmado que murió envenenado por esta sustancia tóxica ha sido precisamente el hijo de Jorge Enrique Pizano, Alejandro Pizano.

Según el relato de algunos testigos, "la víctima habría encontrado el cianuro en una botella de agua que se hallaba en el escritorio de su padre, de la cual ingirió un sorbo". Pero nada más beberla, advirtió de que el agua tenía mal sabor y trató de expulsarla de su cuerpo sin tener éxito.

Los familiares del joven le trasladaron a un centro médico por molestias estomacales, pero llegó sin signos vitales.

La tercera víctima de esta leyenda negra del caso Odebercht ha sido Rafael Merchán, exsecretario de Transparencia de la Presidencia de Colombia. Merchán, de 43 años y quien fue además cónsul colombiano en Londres, había aceptado declarar a favor de Luis Fernando Andrade, antiguo director de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), en el marco del escándalo de sobornos relacionado con la constructora brasileña.

Aunque en un principio la familia de Merchán desvinculó su muerte con el curso de las investigaciones en las que estaba colaborando, la confirmación de que se han hallado restos de cianuro en su organismo ha obligado a replantearse la causa de su fallecimiento.

En el caso de Colombia, la Fiscalía sostiene que Odebrecht llegó a pagar unos 30 millones de dólares (26,5 millones de euros) en sobornos para conseguir obra pública.