La fórmula china para controlar el coronavirus sin esperar a la vacuna

  • La situación en China está controlada y describimos algunas de las razones para conseguir el control de la pandemia

China ha dado por controlada la epidemia en su territorio, donde en ocasiones todavía se producen pequeños rebrotes aislados. A diferencia de otros países, la vida ha vuelto a la normalidad para la gran mayoría de la población y no se espera que haya una gran segunda ola de contagios.

Los datos oficiales: China continental (sin Hong Kong, Macao) son los siguientes a día de hoy:

  • 86.400 contagios desde el principio de la epidemia, 68.148 de ellos en la provincia de Hubei. La inmensa mayoría se dieron entre enero y marzo
  • 4634 muertos. De ellos, 4512 en Hubei
  • >3700 casos importados, entre una y dos decenas al día. En su mayoría son ciudadanos chinos que vuelven del extranjero

China ha cambiado en varias ocasiones su método de conteo. En la actualidad, los casos asintomáticos se cuentan aparte. Además, al comienzo de la epidemia solo se realizaban test a las personas ingresadas graves. La cifra de contagios podría haber sido mayor entonces

Principales medidas que ha puesto en marcha el Gobierno chino para conseguir frenar el número de casos:

*Asterisco 1: Las siguientes medidas no pueden ser tomadas como una receta infalible contra el coronavirus, puesto que hay, además, factores sociológicos y del sistema político en China que hacen posibles los resultados o influyen en los mismos.

**Asterisco 2: Las medidas varían entre provincias

Confinamiento

China ha tenido niveles de confinamiento variables. A finales de febrero, casi 800 millones de personas vivían bajo algún tipo de restricción de movimientos.

Confinamiento extremo. El cierre perimetral de municipios enteros solo se dio en algunas ciudades, en su mayoría en la provincia de Hubei. La más poblada de ellas fue Wuhan, que se mantuvo cerrada entre el 23 de enero y el 8 de abril. Los cierres totales de ciudades afectaron a cerca de 60 millones de personas.

Además, no estaba permitida la salida de la vivienda o de la comunidad de vecinos. En otras zonas menos estrictas, solo podía salir de casa un miembro de cada familia cada dos días para comprar comida. En otros municipios fuera de Hubei, como Wenzhou, Harbin o Hangzhou, hubo también confinamiento domiciliario.

Confinamiento medio. La mayor parte de las grandes ciudades del país optó por restricciones de movimiento más laxas. En Pekín, por ejemplo, se podía salir a la calle, pero solo se permitía la entrada en casa de residentes previa identificación y con toma de temperatura. Los repartidores, muy habituales en China, debían dejar los paquetes fuera del portal.

La mayor parte del país optó por cerrar colegios, lugares turísticos, parques y negocios (salvo supermercados y farmacias) y no pudieron reabrir hasta que las cifras de contagio bajaron. Primero, atendiendo a los clientes desde la puerta y, posteriormente, con aforos limitados o límite de hora.

Confinamiento localizado. Desde la gradual vuelta a la normalidad a partir de finales de marzo, se han realizado confinamientos selectivos por comunidades de vecinos o distritos en las zonas donde aparecen pequeños brotes.

Cuando se produjo el rebrote del mercado al por mayor de Xinfadi, en Pekín, se pusieron en confinamiento las comunidades de vecinos cercanas, se prohibió a los residentes del distrito afectado salir de la capital y se pospuso la apertura de colegios y gimnasios en toda la ciudad.

Comités vecinales

Son el órgano más bajo de la estructura del Gobierno, están formados mayoritariamente por afiliados al Partido Comunista. Comenzaron a instituirse en 1949 tras la llegada de Mao Zedong al poder.

Se encargan de hacer cumplir las políticas a nivel de barrio y ayudan a resolver los problemas del vecindario. Cada comunidad de vecinos cuenta con uno, formado por varias personas. Su papel durante los confinamientos ha sido clave. Se han encargado de controlar las entradas y salidas de personas de las comunidades, de la toma de temperatura, de la localización de posibles contagiados, de la desinfección y del reparto de comida para los que no podían salir de casa.

Ocho millones de voluntarios han reforzado durante la epidemia la labor de los comités.

Hospitales temporales

En Hubei. Se pusieron en marcha nuevos centros a cargo del ejército.

  • 16 hospitales temporales en Wuhan y sus alrededores a principios de año para pacientes leves de covid, en su mayoría en edificios municipales
  • Tres hospitales construidos de cero en menos de 10 días con módulos prefabricados: Leishenshan y Huoshenshan en Wuhan, y otro más pequeño en la ciudad de Ezhou. Acogieron a pacientes graves
  • La capital de Hubei amplió su número de camas hospitalarias de 5000 a 23.000 en pocas semanas y recibió 42.000 médicos y enfermeros del resto de China
  • Fuera de Hubei. En Pekín, se reabrió el hospital de Xiaotangshan, construido en siete días para la epidemia del Sars en 2003 y que sirvió como modelo para los de Wuhan. Otras provincias también habilitaron nuevos espacios.

En la actualidad, permanecen cerrados sin ser desmantelados por si hay una segunda ola. Los centros de Wuhan cerraron el 15 de abril.

Desplazamientos

En la actualidad, la práctica totalidad del territorio chino es de riesgo bajo, salvo zonas concretas donde aparecen rebrotes, que pueden ser de riesgo medio o alto.

Viajes interprovinciales restringidos. Las primeras prohibiciones de desplazamiento interprovincial se impusieron en Hubei con el cierre perimetral de Wuhan el 23 de enero. A partir de entonces, numerosas provincias redujeron el transporte público y aplicaron límites de viaje, que incluían cuarentenas y test obligatorios para los pasajeros. Salvo para zonas de riesgo medio y alto, ahora ya no hay restricciones.

Todavía prohibidos los desplazamientos entre provincias para estudiantes universitarios y ciertos trabajadores de empresas estatales. Cierre de fronteras a extranjeros a partir del 28 de marzo, a excepción de aquellos con pasaporte diplomático y otros permisos especiales de entrada. Los chinos pueden volver al país.

A partir del 28 de septiembre, se permitió la entrada de ciudadanos extranjeros con visado de trabajo o permiso de residencia, que se revocó para ciertos países (no España) el 4 de noviembre. El turismo sigue vetado.

Requerimientos actuales para entrar en China

  • Tres PCR. La primera, en los dos días antes de la salida. Si se vuela y hace escala, se debe repetir en el país de conexión del vuelo. La segunda, a la llegada a China. La tercera, al final de los 14 días de cuarentena obligatoria

· Test de anticuerpos en las 48 horas anteriores a la salida

· Código QR de salud emitido por las autoridades chinas antes de la salida

  • Cuarentenas. 14 días. Dependiendo de las provincias y las circunstancias personales:
  • En hoteles designados. El pasajero no puede salir de la habitación y debe cubrir los gastos. Son más baratos para ciudadanos chinos. Recibe una bandeja con comida tres veces al día
  • En casa. El pasajero no puede salir de casa. El comité vecinal vigila que cumpla las normas. Suelen instalarse cámaras de videovigilancia en la puerta del domicilio durante la cuarentena

Rastreo

China afirma que es una de las claves de su éxito. Se realiza mediante:

Apps. Cada provincia cuenta con una o varias, lo que ha producido problemas. No son obligatorias, pero sin ellas no se puede acceder a ningún lugar. Por lo general son de dos tipos:

· Aplicaciones que solo comprueban que no se ha salido de la provincia en los últimos 14 días mediante la geolocalización de la señal del móvil

· Aplicaciones que cruzan distintos datos, como lugar de residencia, zonas en las que se ha estado y desplazamientos. Generan un código de color verde, amarillo o rojo. Además, registran los establecimientos a los que se accede

Toma de datos y temperatura en la entrada de edificios de viviendas, establecimientos y lugares de ocio. Se exigía apuntar el nombre, documento de identidad, teléfono y temperatura, que debía ser menor de 37,3 grados. Ahora basta con utilizar la app.

SMS

En caso de rebrote, es habitual recibir en el móvil un mensaje de texto de las autoridades informando sobre el lugar donde se ha dado y pidiendo a los que hayan estado cerca que vayan a hacerse una PCR.

Los comités vecinales van en busca de posibles infectados casa por casa y preguntan si se ha estado cerca del lugar de un brote, si se ha viajado en los últimos días o si se tienen síntomas. Cuando se detecta un caso, todas las personas relacionadas con el infectado son rastreadas. Contactos cercanos, compañeros de trabajo, vecinos y los que se encontraban en los mismos establecimientos por los que pasó el infectado.

Test

China realiza PCR a todas las personas remotamente relacionadas con un infectado. Durante los primeros meses de la epidemia solo se realizaban a los pacientes más graves y sus contactos cercanos. Últimamente, se ha optado por los test masivos.

Ciudades enteras. Pekín, Qingdao, Wuhan o Kashgar han hecho test a la práctica totalidad de sus millones de habitantes en pocos días cuando han sufrido rebrotes. Son obligatorios en las zonas en las que se detecta un brote. De hacerlo cumplir se encargan los comités vecinales, los centros de estudio, las empresas y, en los peores casos, la policía.

En la calle. Se instalan centros de recogida de muestras en tenderetes en cada barrio, donde se han llegado a formar colas de cientos de personas. Se utiliza un reactivo para cada cinco o diez personas. Si da positivo, se realizan pruebas individuales.

Precio. Los test masivos por rebrote son gratuitos. En hospitales públicos, el precio se sitúa entre 40 y 270 yuanes (5 y 34 euros). En centros privados rondan los 500 yuanes, (64 euros).

Mercados de alimentos

El mercado de Huanan, en Wuhan, continúa siendo el lugar más probable de origen del coronavirus. Sin embargo, China mantiene que no hay pruebas de que la primera transmisión se diera en las instalaciones y afirma que algunos de los primeros infectados no tenían relación con el recinto.

¿Murciélago? La comunidad científica coincide en que el origen del virus se encuentra en ciertas especies de murciélago, que rara vez se consumen en China. Todavía se desconoce cuál fue el animal intermediario entre los quirópteros y los humanos.

Animales salvajes. Aunque su consumo no es tan común como en el pasado, sí sigue siendo tradicional en ciertas zonas del país, en especial la serpiente, la rata del bambú, el puercoespín o la civeta.

El Gobierno chino prohibió la cría, el comercio y el consumo en febrero. Varias ciudades, como Wuhan, y provincias, como Cantón, donde son comunes estos hábitos alimenticios, han aplicado normativas similares. Quedan fuera de las prohibiciones la industria peletera, los zoos o el sector médico. 10.000 mercados y negocios relacionados con este tipo de comercio se han cerrado.

Hasta hace poco, las autoridades incentivaban el comercio de animales salvajes en las zonas rurales para combatir la pobreza. 14 millones de personas viven de ello en China.

Congelados importados. China ha detectado trazas de coronavirus en los envoltorios de alimentos congelados importados de países como Francia, Alemania, Brasil o Arabia Saudí. Las autoridades han prohibido la importación a varias empresas y han llegado a retirar de los supermercados durante semanas productos como el salmón.

Vacunas

Hay cinco vacunas chinas en fase 3 en la actualidad, que utilizan distintas técnicas.

  • Sinopharm estudia dos vacunas con virus inactivados
  • Sinovac, una vacuna con virus inactivados
  • CanSino y la Academia Militar de Ciencias, una vacuna que emplea un adenovirus como vector
  • Anhui Zhifei Longcom Biologic Pharmacy, una vacuna de proteínas recombinantes

Ensayos en terceros países. La fase 3 y última de las pruebas requiere la vacunación en miles de voluntarios en zonas de riesgo. Por ello, China ha llegado a acuerdos con países como Brasil, Emiratos Árabes, Perú, Pakistán o Turquía.

Vacunas ya disponibles. China vacuna desde julio a ciudadanos de sectores clave sin esperar a los resultados de los ensayos. Miles de soldados, médicos o trabajadores que viajan al extranjero han recibido ya la inyección de Sinopharm.

En la provincia de Zhejiang, varias ciudades ofrecen vacunas de Sinovac a personas que tengan que viajar fuera de China por unos 200 yuanes (26 euros).