El trágico asesinato de Hannah
Hannah iba en su vehículo con Cheslin, al que iba a dejar en su casa en la ciudad sudafricana de Stellenbosch, cercana a Ciudad del Cabo. Aparcaron el vehículo en unos aparcamientos próximos a la casa de Cheslin cuando cuatro hombres de entre 27 y 33 años se acercaron.
Según el relato de uno de los acusados, su intención inicial era robar el vehículo de Hannah, pero al comprobar que tanto ella como Cheslin estaban en el vehículo cambiaron de planes. Les robaron todo su dinero y sus móviles. Con el efectivo fueron a comprar metanfetaminas mientras tenían secuestrados a los estudiantes en el vehículo. Hasta aquí todo está grabado por una cámara de seguridad.
Tras su vuelta al vehículo, fueron a otro lugar, donde agredieron brutalmente a Cheslin, haciéndole que se acostase boca abajo y golpeándole con piedras y ladrillos, hasta tal punto que lo dejaron tirado creyendo que estaba muerto.
Después violaron a Hannah entre los cuatro y la metieron en el maletero del coche. La llevaron hasta un viñedo, y a pesar de suplicar por su vida, cuando abrieron el maletero del vehículo, uno de los violadores la apuñaló y otro rompió su cráneo con fuertes impactos con una piedra hasta que murió.
Mientras tanto, Cheslin volvió a estar consciente tras su paliza y fue a una casa cercana a pedir ayuda. Fue entonces cuando comenzó la búsqueda de Hannah hasta que hallaron su cadáver.
El juicio
Los acusados son Geraldo Parsons (27 años), Eben van Niekerk (28), Nashville Julius (29) y Vernon Witbooi (33). El primero y el más joven, Parsons, ya ha testificado ante el tribunal y ha aportado nuevos datos a la investigación. Ha desvelado que Hannah no se resistió a la violación y permitió que mantuvieran relaciones con ella si después la dejaban viva.
Parsons se ha derrumbado en el juicio diciendo que él no quería violarla porque tenía pareja e hijos, pero aún así, lo hizo, según News24. Tras la violación, Parsons señala a Eben como el que apuñaló a la joven y Vernon como el que la asesinó definitivamente golpeándola en la cabeza con un piedra grande.
Deidre Abrahams, patóloga del estado, ha denunciado ante el tribunal la violencia y brutalidad de los acusados contra la víctima, añadiendo que Hannah sufrió mucho dolor durante la violación. Además, desvela que la mataron con mucha fuerza ya que lograron romper su cráneo, a pesar de la dureza de este.
Además, uno de los acusados envió una carta a los padres de la víctima asesinada diciendo "No se enojen conmigo, por favor". Esta misiva se ha aceptado como parte de las pruebas para el juicio. Los acusados pueden ser condenados por asesinato, violación, secuestro y robo.