La conmemoración más triste del fin de la II Guerra Mundial: es momento de recordar las frases de Churchill

  • La plaza del Arco del Triunfo de París, habituada a grandes fastos cada 8 de mayo,. desangelada

  • En tiempos de coronavirius no viene mal recordar el sangre, sudor y lágrimas de Churchill

La plaza del Arco del Triunfo de París, habituada a grandes fastos cada 8 de mayo para celebrar el fin de la Segunda Guerra Mundial, apareció este viernes desangelada, escenario de una ceremonia marcada por las medidas de precaución que imponen la pandemia de la COVID-19. El presidente, Emmanuel Macron, tuvo que conformarse con medio centenar de asistentes todos ellos militares o autoridades, en el recuerdo del final de ese conflicto, del que se cumplen 75 años, y que tradicionalmente reúne a varios miles de personas.

Nunca antes, desde el final del conflicto, el lugar había mostrado ese aspecto un 8 de mayo, recordaban los historiadores, muestra de la huella que está dejando una epidemia que en Francia ronda ya las 26.000 víctimas y los 140.000 contagios. A dos días de que el país ponga fin a dos meses de confinamiento para iniciar el próximo lunes una lenta y prudente fase de desescalada, la frialdad fue la nota dominante de un acto que simbolizó el momento peculiar que atraviesa el país.

Macron, que durante días se planteó la suspensión del acto, prefirió finalmente mantenerlo pese a las circunstancias y no dejar de conmemorar el recuerdo de un conflicto todavía muy presente en la mente de los franceses. El presidente quiso simbolizar el momento de unidad nacional que, a su juicio, debe conducir a Francia a superar la actual crisis sanitaria, como 75 años antes sirvió, junto a la ayuda internacional, para derrotar al invasor nazi.

Para ello, la ceremonia comenzó con un homenaje al general De Gaulle, el héroe de la Francia libre, en la estatua que conmemora en los Campos Elíseos su entrada triunfante en la capital en 1944 recientemente liberada. Allí le esperaba Yves de Gaulle, nieto del general, héroe de la resistencia y padre de buena parte de las actuales instituciones del país. Posteriormente, Macron se dirigió al Arco del Triunfo, donde reposa la tumba del Soldado Desconocido y donde no pudo asistir a la tradicional estampa de antiguos combatientes y supervivientes de la resistencia, privados en esta ocasión de su momento de gloria por la precaución a la que obliga el coronavirus.

Apenas le aguardaban unas decenas de autoridades civiles y militares que, como el jefe del Estado, no portaban mascarillas, además de sus dos predecesores en la presidencia, el conservador Nicolas Sarkozy y el socialista François Hollande, invitados para mostrar que el momento que atraviesa el país invita más al consenso que a la discrepancia.

Pero ambos se apresuraron a través de sus colaboradores a asegurar que su participación en el acto no suponía un respaldo a la forma en la que Macron ha combatido el virus, en un momento en el que en Francia revive la brega política con el telón de fondo de la pandemia. El presidente reavivó la llama que bajo el Arco del Triunfo recuerda que allí reposa el Soldado Desconocido y firmó en el libro de honor del monumento.

El Elíseo precisó que lo hizo con su propia pluma, para evitar trasmitir el virus, al tiempo que señaló que el sable que le sirvió para reavivar la llama había sido convenientemente desinfectado. La sombra del virus no dejó de planear sobre el acto, sin contacto entre los asistentes, ni siquiera cuando un reducido coro castrense interpretó, a capela, La Marsellesa y las autoridades militares renunciaron a tocarse el hombro como suelen hacer en señal de unión y compañerismo en esos casos.

Macron, que tenía previsto viajar por la tarde a Moscú para asistir a la ceremonia del fin del conflicto en Rusia, renunció a ese desplazamiento también a causa de la COVID-19. El presidente quiso que una gran bandera de Francia ondee hasta el próximo día 15 en la Torre Eiffel, uno de los monumentos más emblemáticos de la ciudad.

El ejemplo de Churchill

Final de la Segunda Guerrra Mundial: tal vez debemos recordar de Churchill en plena pandemia en la que la seriedad, la soledad y la tristeza que ha marcado el día de la victoria donde lo más llamativo ha sido las mascarillas negras de los escoltas del presidente alemán.

En 2013, PwC publicó una encuesta entre 1.330 CEO de 68 países de todo el mundo para saber quién era el líder más admirado entre la comunidad empresarial. El resultado fue poco sorprendente. Winston Churchill, primer ministro británico durante la Segunda Guerra Mundial, fue el más votado. Los encuestados valoraron sobre todo su determinación y su capacidad de resistencia frente a la adversidad. Además de conducir a Gran Bretaña a la victoria frente a Alemania, Churchill fue un brillante escritor y orador, y acuñó numerosas reflexiones que han pasado a la historia de las citas famosas. Muchas de ellas son aprovechables en la actual situación de crisis y de incertidumbre. Estas son algunas de las más conocidas que tal nos vengan bien ahora para enfrentarnos al coronavirus

“Lo único que puedo ofrecer es sangre, trabajo duro, lágrimas y sudor”.

Si estás atravesando el infierno, sigue corriendo”

“Nunca, nunca, nunca te rindas”

“Siempre es inteligente mirar hacia adelante, pero lo difícil es mirar más allá de lo que se puede ver”

“Durante mi vida me he tenido que comer muchas veces mis palabras, pero debo confesar que siempre me han parecido una dieta saludable”

“Hay solo un camino seguro: no temer hacer o decir lo que crees que es correcto”

“La actitud es una pequeña cosa que hace una gran diferencia”

“El éxito es la habilidad para ir de fracaso en fracaso sin perder el entusiasmo”

“El pesimista ve la dificultad en cada oportunidad; el optimista ve la oportunidad en cada dificultad”

“Hay un montón de mentiras circulando por el mundo, y lo peor de todo es que la mitad de ellas son verdad”.

“El esfuerzo continuo, no la fuerza ni la inteligencia, es la llave para liberar todo nuestro potencial”

“Siempre estoy preparado para aprender, pero no siempre me gusta que me enseñen”

“¿Tienes enemigos? Bien. Eso significa que has luchado por algo alguna vez en tu vida”