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Roma acoge la jornada del sábado y del domingo el G20, que tiene como temas centrales el clima y la pandemia. Una Roma blindada por un despliegue de seguridad que va de punta a punta de la capital italiana y una ciudad que ha inaugurado los encuentros de los líderes europeos con la llegada del presidente de los EE.UU, Joe Biden, durante la madrugada, que aterrizaba en el aeropuerto de Fiumicino con su mujer Jill Biden.
En su agenda se ha encontrado primero con el Papa Francisco, luego con Sergio Mattarella, presidente de la República, más tarde con el primer ministro Draghi y ha finalizado el día con un encuentro, del que se extraen conclusiones muy positivas, con el primer ministro francés Emmanuel Macron.
Joe Biden es el segundo presidente católico americano, después de J.F Kennedy que viaja al Vaticano. Llegaba además dentro de una polémica que podía determinar su encuentro con el Papa Francisco. El encuentro duró unos 90 minutos, por encima de lo habitual, donde las fuentes, tanto de la Casa Blanca como del equipo de Bergoglio, afirman que el ambiente era distendido y acogedor en el que incluso se intercambiaron regalos. Han hablado de pobreza, inmigración, vacunas y clima, uno de los temas más delicados para Francisco. Biden, a su salida, ha declarado que lo consideraba el mayor combatiente a favor de la paz que haya conocido jamás.
El tema más tenso podría haber sido el del aborto, que no se ha tocado, tras las recientes polémicas de la iglesia católica conservadora americana que habían amenazado con excomulgar al presidente por sus declaraciones “demasiado blandas” sobre el aborto. El Papa no se ha referido a la problemática, pero le ha dado la “bendición” y lo ha animado a “seguir recibiendo la comunión”.
En su siguiente parada, en el Quirinal, palacio presidencial italiano, Biden se ha encontrado con Sergio Mattarella durante 45 minutos para luego encontrarse con el primer ministro Mario Draghi en el Palacio Chigi. El presidente americano ha transmitido la aprobación de su gestión al dirigente de consenso italiano. “Estás haciendo un gran trabajo. Tenemos que demostrar que las democracias funcionan y que podemos producir un modelo económico nuevo. Tú lo estás haciendo”, ha dicho el presidente norteamericano.
El último gran encuentro dentro de la agenda de Biden era con Emmanuel Macron, encima de la mesa las tensiones que se habían generado por el acuerdo entre Estados Unidos, Reino Unido y Australia para proveer a este país de submarinos nucleares que originó pérdidas millonarias para Francia. Sin embargo las relaciones diplomáticas se han relajado, Biden ha pedido disculpas, y el camino para la reconciliación se ha inaugurado con la firme intención, según Macron, de concentrarnos en los retos del futuro.
En agenda este viernes estaba también el primer encuentro dentro de la agenda oficial, antes de los dos días principales de encuentros del fin de semana, de los ministros de economía y sanidad de los países asistentes. En el comunicado oficial tras el encuentro se transmitía el compromiso más importante: “El objetivo de llegar al 70% de la población mundial vacunada en 2022”. Se adelantan así los tiempos previstos en anteriores encuentros y se delimita uno de los principales temas de las reuniones de estos días en Roma.
El ministro de la salud italiano, Roberto Speranza, expresaba a su salida la intención de aumentar la capacidad de producción local y regional, incluso mediante centros de transferencia de tecnología para garantizar el acceso a las vacunas a todos los países del mundo. Lo había pedido Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, en un tuit a su llegada a Roma: “Mi mensaje a los líderes es que para salir del COVID-19, tenemos que incrementar la vacunación global y comprometernos con el clima de cara a la Cop26”, que se será el evento climático celebrado en Glasgow que unirá a los líderes internacionales después del G20.