Ni plan, ni estrategia: los asaltantes del capitolio se organizaron por redes sociales

  • Sin plan ni estrategia clara, los autores se organizaron a través de las redes sociales de extrema derecha

  • Unas 10.000 personas se concentraron en el Capitolio y alrededores, 5 murieron, al menos 68 han sido detenidas

  • Las autoridades ofrecen recompensa de hasta 1.000 dólares a quien ofrezca información para las detenciones de los asaltantes

Las imágenes de los fanáticos del presidente Donald Trump en el Capitolio continúan dando la vuelta al mundo. Con el planeta en estado de shock, empezando por todos los que se encontraban en el interior del ilustre edificio, seguido de la inmensa mayoría de los estadounidenses, nadie (excepto los propios autores), daba crédito a lo que estaba sucediendo en el Senado de los Estados Unidos en el momento en que se ratificaba al presidente electo, Joe Biden, como el 46 presidente de los Estados Unidos.

Pero además de la consternación por el violento ataque a la Constitución y la democracia del país, el aspecto freaky de algunos asaltantes ha dejado con la boca abierta a más de uno, y como era de esperar, las reacciones en las redes sociales, inundadas de memes y comentarios irónicos, no se han hecho esperar.

El exembajador francés en Washington, Gérard Araud, con gran sarcasmo lo expresó así el miércoles en su cuenta de Twitter: “Los estadounidenses no son revolucionarios franceses que se lanzan a las barricadas”, dijo para continuar escribiendo: “Nosotros, los franceses, somos mucho mejores que este montón de idiotas aficionados”, dando a entender que los estadounidenses tienen mucho que aprender a la hora de hacer revoluciones.

Un asalto planificado en redes sociales incitado por el presidente Trump

Hacía 206 años que el Congreso de EEUU no era asaltado. En aquella ocasión fueron los soldados británicos quienes perpetraron los acontecimientos, durante la guerra que enfrentó a EEUU y al Reino Unido entre 1812 y 1815. Pero el asalto al Congreso del miércoles, para muchos fue más un acto de vandalismo que un golpe al Estado, aunque con consecuencias legales igualmente. No en vano, Biden los ha calificado de "terroristas domésticos". No había un plan ni una estrategia clara. De hecho, el asalto inmediato de los incondicionales de Trump se organizó casi de manera improvisada en algunas de las plataformas sociales utilizadas por la extrema derecha, como Gab y Parler.

Aquella misma mañana, los usuarios intercambiaron comentarios a cerca de qué calles serían las más convenientes para evitar a la policía, así como qué herramientas convenía llevar para abrir las puertas del Capitolio. Al menos, una docena de personas apostaron por llevar armas al interior.

No obstante, teniendo en cuenta que el presidente Trump ya venía incitando el asalto al Capitolio desde hacía varias semanas, sus incondicionales fueron a la par calentando sus propios motores en las redes. Pero ¿quiénes son? ¿a qué se dedican en su día a día? ¿por qué algunos incluso aparecen disfrazados para asaltar el Capitolio?

Una gran parte de los implicados en los hechos están vinculados a los grupos de extrema derecha QAnon y Proud Boys, a los que el presidente Trump se negó condenar a repetidamente durante su campaña electoral el año pasado.

La rocambolesca indumentaria del “vikingo shaman”

Entre ellos, la figura de Jake Angeli, conocido por los seguidores QAnon Shaman, destaca como una de los personajes más llamativos y sorprendentes que irrumpió en el Capitolio, ataviado con una indumentaria vikinga, con los colores de la bandera americana pintados en su rostro, y su torso desnudo tatuado.

El joven de 32 años, natural de Phoenix (Arizona) se convirtió rápidamente en un símbolo del sorprendente y aterrador espectáculo cuando circularon por las redes fotos de él recorriendo los pasillos del Capitolio sosteniendo una bandera estadounidense pegada a una lanza en una mano y un megáfono en la otra.

Su imagen rocambolesca, con los cuernos sobre la cabeza incrustados en un gorro de piel, a modo de tocado de un búfalo nativo, ya era familiar en los mítines y protestas del presidente Trump, y captó especialmente la atención de los medios de comunicación cuando participó en el recuento de votos en Maricopa (Arizona).

El “Yellowstone Wolf” (Lobo de Yellowstone) como se denomina así mismo, asegura que es el enviado de QAnon, cuya misión es informar a la comunidad, basando su discurso en teorías conspiratorias infundadas y comparando a los Estados Unidos con la Alemania Nazi. "Q" que se supone es un agente gubernamental de alto nivel con autorización de seguridad de nivel Q.

“No tuvimos que irrumpir, simplemente entré y grabé"

Entre los asaltantes se encontraba también el fundador de Proud Boys Hawaii, Nick Ochs, quien el año pasado realizó una campaña sin éxito para la legislatura estatal, y que contaba (y cuenta) con el respaldo del polémico Roger Stone, confidente y asesor político de Trump, condenado por mentiras, obstrucciones y manipulaciones en la investigación de la injerencia rusa en las elecciones de 2016, aunque no entró en la prisión porque el mandatario republicano conmutó su pena de cárcel.

"Hola desde Capital jajaja", tuiteó Ochs el miércoles publicaba un selfie fumando un cigarrillo en el interior edificio, junto a otra persona que aún no ha sido identificada.

“No tuvimos que irrumpir, simplemente entré y gravé", dijo en una entrevista el miércoles por la noche. "Había miles de personas allí, no tenían control de la situación. No me detuvieron ni me interrogaron", apuntó el asaltante con orgullo, quien en su cuenta de Twitter hace llamar Dictador de Hawaii Electo Nick Ochs

20 minutos de retransmisión en directo desde el interior del Capitolio

Otro participante en la fatal irrupción en el Capitolio ha sido identificado como Tim Gionet - también llamado entre sus colegas por el seudónimo Baked Alaska-, quien durante más de 20 minutos retransmitió su intervención de la invasión del Congreso a través de la plataforma DLive, mientras cerca de 16.000 usuarios lo seguían en línea.

En un momento dado, incluso llegó a sugerir que dormiría dentro del despacho de un legislador y que usaría el teléfono de escritorio para llamar al presidente Donald Trump.

Al igual que la mayoría de los que insurrectos que se amotinaron el miércoles, Gionet es conocido por tener puntos de vista neonazis y supremacistas blancos, apoyar a Trump y promover teorías de conspiración antisemitas en internet. Su canal YouTube fue prohibido en octubre de 2020 después de que se grabó a sí mismo cometiendo delitos y acosando a personas durante la pandemia.

Quien no se sabe si tuvo intención de dormir, pero sí se sentó en el despacho de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, es el líder de un grupo a favor de los derechos de las armas en Gravette (Arkansas), llamado Richard “Bigo” Barnett, de 60 años.

Su fotografía ha sido una de las más compartidas y divulgadas a lo largo y ancho del mundo donde se le ve recostado en la silla de la presidenta con los pies apoyados en su mesa de despacho.

Al salir del edificio, Barnett no tuvo reparos en mostrar a los periodistas un sobre dirigido a un miembro del congreso, que dijo haber cogido del escritorio de Pelosi: “No lo robé. Dejé una moneda de veinticinco centavos en su escritorio a pesar de que no vale la pena”, explicó. Para más inri, por si no hubiera sido suficiente, el sujeto dejó una nota para Pelosi en la que decía: “Nancy, Bigo estuvo aquí, perra”.

Cuando la policía entró en el despacho con gas pimienta, Barnett, expuso a los periodistas ya a las puertas del Capitolio: “pagué por esto, es mío y me fui". Su cara estaba hinchada por los efectos del gas pimienta, pero se reía mientras entretenía a sus compañeros extremistas pro-Trump contando su “hazaña”.

En algunos videos divulgados en Facebook, Barret aparece caminando cerca de Capitolio días antes, y en una publicación también previa al asalto, pidió a sus seguidores rezos y oraciones “mientras hacemos todo lo posible para proteger a nuestros compatriotas en (Washington) DC”. Otra fotografía publicada esa misma mañana, en la que se le ve portando una bandera estadounidense, iba acompañada del texto “es la hora”. Barnett eliminó sus perfiles de redes sociales poco después de la protesta.

Adam Johnson “el padre que se queda en casa” y que robó el atril del Capitolio

Otro individuo que pasará a la historia del día en que se atacó a la sede de la democracia más antigua del mundo moderno es el saqueador que sonrió y saludó para una fotografía mientras se alejaba con un atril de madera con el sello de la presidencia de la Cámara de Representantes.

Se trata de Adam Christian Johnson, de 36 años, casado, con cinco hijos y residente de Parrish, una pequeña localidad al oeste del estado Florida. Según la publicación Bradenton Herald, “él es un padre que se queda en casa, fabrica y vende muebles, mientras que su mujer trabaja como doctora en Palmetto”, una ciudad cercana a su domicilio.

En otra de sus fotos que circulan por las redes, se puede ver al hombre posando junto a un letrero en el edificio del Capitolio que dice: "Cerrado a todos los recorridos". Junto a ella, escribió simplemente: "No".

Johnson tiene antecedentes penales que incluyen posesión de marihuana y violación de los cargos de libertad condicional. Sus perfiles en las redes también parecen haber sido eliminados.

Las miles de personas que se concentraron en el Capitolio y sus alrededores – se estima que fueron alrededor de 10.000-, izaron banderas de Estados Unidos, también confederadas como símbolo de opresión, racismo y supremacía blanca.

Los rebeldes blandían numerosas banderas a favor del presidente Trump porque es a él a quien le han jurado lealtad, negándose a aceptar su derrota en las elecciones de noviembre. "¡Estados Unidos! ¡Estados Unidos!”, gritaban.

Si algunos aparecieron disfrazados a conciencia, como si de una película de ficción de guerreros vikingos se tratara, otros se presentaron vestidos con ropa camuflaje con equipos de asalto completos, incluyendo chalecos antibala y casco. Los primeros, lo hicieron probablemente en un intento de llamar la atención y fanfarronear a toda cosa. Los segundos, las autoridades serán las encargadas de averiguarlo.

Muchos llevaba máscaras, no se sabe bien si por las recomendaciones para evitar la pandemia del coronavirus, o para ocultar su rostro, algo que en cualquier caso una gran mayoría reforzaba con gorros de lana, capuchas de chalecos, además de un factor muy común que lucía como un mar de gorras rojas, en las que se podía leer el eslogan de la campaña de Trump, MAGA (Make American Great Again), para hacer Estados Unidos grande de nuevo.

Según informes, se vieron también manifestantes que llevaban camisetas de 6MWE, lo que significa que seis millones no eran suficientes, en referencia a los seis millones de judíos asesinados durante el Holocausto.

Todos los hombres que se manifestaron son de raza blanca. La adrenalina les superaba.

5 personas han muerto y al menos 68 han sido detenidas

Cuatro personas han pedido la vida en el asalto entre las que se encuentra Ashili Babbitr, de San Diego (California) y una veterana de la Fuerza Aérea, que murió de un disparo de manos de un policía. El día antes de la protesta, tuiteó: "Nada nos detendrá ... pueden intentar y tratar de intentar, pero la tormenta está aquí y está descendiendo sobre Washington DC en menos de 24 horas ... ¡de oscuro a claro!".

Las otras personas que han fallecido como consecuencia de la revuelta son Roseanne Boyland, (34 años, Georgia), quien “probablemente fue pisoteada”, según ha declarado uno de los familiares; Kevin Greeson (55 años, Alabama), sufrió un infarto 'de la emoción'; y Benjamin Phillips (50 años, Pensilvania), que tenía la presión arterial alta, y sufrió un derrame cerebral, según reporta el periódico digital Dailymail. Un día después del asalto también ha fallecido un agente de la policía del Capitolio, Brian D. Sicknick, por heridas sufridas durante el asalto.

Recompensas de 1.000 dólares

El FBI está buscando información sobre cualquiera que irrumpió en el Capitolio y pide, a quienes hayan sido testigo de acciones violentas ilegales, que envíen información, fotos o videos a su página oficial.

Por otro lado, el Departamento de Policía Metropolitana con sede en Washington, publicó en su web fotografías de las personas implicadas en la ataque al Capitolio, y ofrece, a quien que proporcione datos que conduzca a su arresto y acusación, recompensas de hasta de hasta 1.000 dólares.