El espejismo de la vuelta al cole presencial en Estados Unidos

  • No ha sido hasta hace pocos días que los dos principales sindicatos del país - la Federación Estadounidense de Maestros (AFT) y la Asociación Nacional de Educación (NEA)- han alentado al profesorado a vacunarse

La ansiada vuelta física a las aulas de la potencia estadounidense, con un aprendizaje que a diferencia de la mayoría del resto del mundo desarrollado seguía siendo virtual, no está siendo posible en una parte importante del país debido al repunte de casos de coronavirus y a una interpretación propia de los estados sobre cómo combatir la pandemia.

Así, mas de 80 distritos escolares han cerrado de nuevo las clases o retrasado el retorno presencial en una docena de estados, de zonas rurales principalmente, lo que disminuye las esperanzas de un regreso generalizado a las aulas, tras casi dos años de escolarización interrumpida por la pandemia.

Causas

La peligrosidad de la variante Delta, que ha disparado el número de infecciones infantiles (1 de cada 100 niños ha dado positivo en Covid en sitios como Georgia); la imposibilidad de vacunar aún a los menores de 12 años; las distintas regulaciones de la política educativa, que dependen de los estados y distritos escolares; la ambigüedad de los sindicatos de educación, que no han querido entrar en la guerra ideológica que divide al país y la guerra política entre el gobierno federal demócrata y los estados donde mandan los republicanos, con el cuestionamiento incluso del uso de la mascarillas o el mandato de vacunación de los docentes, son las principales razones de esta situación.

De hecho, como señala el Washington Post, la administración Biden se ha visto obligada a abrir una investigación sobre el cumplimiento de los derechos civiles en cinco estados que en estos momentos aún prohíben la exigencia de llevar mascarillas en los centros escolares. Es el caso de Utah, Carolina del Sur, Oklahoma, Iowa y Tennessee.

Consecuencias

Hay otros estados, como Florida, Arkansas, Texas y Arizona, que aunque no han sido sometidos a investigación por no haber prohibido las leyes federales tampoco las respetan, lo que aumenta el riesgo de contagio y las secuelas. Es el resultado de una política educativa fragmentada basada en regulaciones que dependen no solo de los estados sino de los propios distritos educativos.

Según el Departamento de Educación, las consecuencias de la negativa a la vacunación por parte de algunos docentes y al uso de mascarillas en las aulas van más allá del aumento del número de contagios, ya que hay ciertos estudiantes, como aquellos con necesidades especiales, que corren más riesgo de caer gravemente enfermos si son infectados de Covid.

Estudiantes

Dicho riesgo se suma a la falta de atención y medios que ya desvelaba un informe del Center for Civil Rights Remedies, y que alerta de la falta de atención de las necesidades de más de un millón de estudiantes con discapacidad, que tienen el derecho legal a recibir apoyo y servicios.

Otras consecuencias de un aprendizaje virtual alargado en el tiempo, como señaló la Primera Dama y profesora de profesión, Jill Biden, a través de un comunicado emitido recientemente desde la Casa Blanca, es la sensación de aislamiento y soledad de los estudiantes. Desde “la niña de preescolar que está agotada al concentrarse constantemente en la pantalla de su computadora...al estudiante de secundaria que no puede obtener la orientación práctica que necesita y comienza a creer que es un fracasado...o la talentosa estudiante de secundaria que espera obtener una beca deportiva en una actividad que no puede practicar porque ha sido cancelada”.

Docentes

La exigencia de vacunación para los profesores tampoco es obligatoria en la mayor parte del país. Según una encuesta del Center for Reinventing Public Education, publicada por la revista Time, de los 100 distritos escolares urbanos más grandes de los Estados Unidos, solo 13 exigen algún requisito de vacunación a los profesores y solo siete de ellos (Chicago, Denver, Washington DC, Portland, Seattle, Los Ángeles y la ciudad de Nueva York) obligan a la vacunación completa de todo el personal escolar.

En algunas zonas concretas del país, sin embargo, las exigencias son distintas. Es el caso del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles, que solicita pruebas de coronavirus PCR semanales a todos los estudiantes, maestros y resto del personal de los centros educativos, independientemente de su estado de vacunación. Y las personas que dan positivo en la prueba son enviadas a casa a realizar una cuarentena, durante 10 días, de acuerdo con las pautas de salud federales.

Sindicatos

Un colectivo especialmente criticado durante la pandemia ha sido los sindicatos nacionales de educación, ya que en un principio no aceptaron los mandatos federales de vacunación, priorizando la decisión de sus filiales locales, lo cual indignó a un alto número de padres y madres que vieron peligrar la salud de sus hijos.

No ha sido hasta hace pocos días que los dos principales sindicatos del país - la Federación Estadounidense de Maestros (AFT) y la Asociación Nacional de Educación (NEA)- han alentado al profesorado a vacunarse aunque dejan la decisión final a la negociación de los docentes con sus distritos escolares.

Padres y madres

La opinión mayoritaria de los padres, a estas alturas de la pandemia, es de conformidad con la apertura presencial de las escuelas. Como señala a Nius Teresa Valcarce, madre de dos chicos y una chica en edad escolar en el estado de Maryland, “los colegios, de forma conjunta con los sindicatos de la zona, han hecho un esfuerzo enorme para que esto haya sido posible, garantizando que esta vuelta al cole sea segura tanto para alumnos como para profesores. El año pasado fueron los colegios privados los que abrieron y este lo están haciendo, finalmente, también los públicos”.