La guerra de los Akhmedov, el divorcio más caro de la historia del Reino Unido

  • Tatiana Akhmedova denuncia a su hijo por ocultar la fortuna de su padre, que está obligado a pagarle 500 millones de euros tras divorciarse

  • Un tribunal de Londres le concedió esta indemnización por la separación en 2016 pero su exmarido dice que “quemará el dinero antes que entregárselo”

  • Los abogados del hijo acusan a la madre de estar respaldada por una firma financiera que va detrás del patrimonio del oligarca ruso

Es el divorcio más caro de la historia del Reino Unido y tiene tintes de convertirse en una versión moderna y exagerada de ‘La guerra de los Rose’, la película de 1990 con Kathleen Turner y Michael Douglas, pero con oligarcas rusos, contables que cambian de bando, madres que denuncian a hijos, superyates y obras de arte. Esta semana ha empezado en las cortes londinenses la vista por la querella de Tatiana Akhmedova, de 48 años, contra su exmarido, Farkhad Akhmedov, de 65 años, por no haberle pagado los 500 millones de euros que fijó un tribunal de Londres en 2016 como compensación por su divorcio. Y contra su propio hijo, Temur, de 27 años, al que acusa de ser el testaferro de su padre y de haberle ayudado a esconder su fortuna.

El caso está llenando portadas de diarios. Todo empezó cuando en 2013 Tatiana inició los trámites de divorcio de su marido, un oligarca ruso azerbaiyano amigo del presidente Putin. El divorcio se resolvió en 2016 con la obligación de Akhmedov de indemnizar a su esposa con 500 millones de euros, el 41,5 por ciento de su fortuna, valorada en unos 1.150 millones. Farkhad y Tatiana se habían casado en Moscú en 1993 y tienen dos hijos en común. El mayor es Temur. Durante el juicio, Akhmedov alegó que ya se divorció de su esposa en el año 2000 en Moscú pero el tribunal londinense no reconoció aquel divorcio y le instó a pagar los 500 millones. Él se niega a hacerlo porque, dice, no reconoce las cortes británicas.

Un porcentaje importante del pastel

La situación se complicó cuando Akhmedova contrató a la firma de litigaciones financieras Burford Capital en 2018 a cambio de llevarse un tanto por ciento importante de los 500 millones de su exmarido. Se ha publicado que Burford le habría entregado 15 millones a Akhmedova para que pudiera mantener su nivel de vida.

Los abogados de Temur argumentan que la denuncia de su madre es ilegal porque está financiada por una tercera parte que tiene interés en llevarse una parte del dinero de Akhmedov. Esta es una práctica que se llama ‘champerty’ y que data de la Edad Media, cuando los nobles avalaban reclamaciones legales a cambio de llevarse un porcentaje de la propiedad recuperada. Los abogados del hijo sostienen que el 'champerty' es ilegal en los juicios de divorcio en Reino Unido.

Explican también que Akhmedov ofreció de buena voluntad a su exesposa 88 millones de euros y 4,4 millones por año de manutención y un escritorio que coleccionaba de Napoleón Bonaparte valorado en 33 millones de euros, pero que ella no lo aceptó porque Burford espera sacar más dinero. A todo esto hay que añadir que Akhmedov despidió a uno de sus más allegados asesores financieros y fue fichado por el equipo de Akhmedova. O sea que disponen información de primera mano sobre sus números.

El superyate de Abramovich

A partir de 2018 Akhmedova intentó conseguir los 500 millones de su exmarido a partir de la confiscación de sus bien materiales. Akhmedov posee una importante colección de arte moderno con cuadros de Rothko, Andy Warhol y Damien Hirst valorada en 126 millones de euros, helicópteros, un avión privado, un Aston Martin de 380.000 euros. Pero la joya de la corona es el superyate ‘Luna’, el segundo yate de expedición más grande del mundo con nueve cubiertas, dos helipuertos y una piscina de 20 metros que compró por 370 millones de euros a Roman Abramovich, el propietario del equipo de futbol del Chelsea.

El superyate estaba atracado en el puerto de Dubai y Akhmedova solicitó a un tribunal dubaití su confiscación. La justicia aceptó la demanda y requisó la majestuosa embarcación. Akhmedov apeló la decisión y finalmente consiguió que se la devolvieran. Pero la apelación duró un año y todo este tiempo el superyate estuvo amarrado y abandonado en Port Rashid. En octubre de 2019 el oligarca azerbaiyano interpuso una demanda de 55 millones de euros contra Burford Capital y su exesposa por daños y perjuicios por el tiempo que ‘Luna’ estuvo inmovilizada y no la pudo alquilar.

Farkhad Akhmedov nació en Bakú, en la antigua república soviética de Azerbaiyán en 1955. Cuando era muy pequeño vio como condenaban a muerte a su padre por malversación de fondos públicos. Era director de una planta estatal de producción de bebidas. A los 15 años se marchó a Moscú con cuatro chavos en el bolsillo para buscarse la vida. Estudió para ser mecánico y estuvo unos años en el ejército. Luego estudió veterinaria, se especializó en pieles y empezó a exportar a Londres pieles de marta cibelina.

Durante esos años hizo buenos contactos que le sirvieron para posicionarse y en 1991, con el fin del comunismo y la desintegración de la Unión Soviética, fue uno de los oligarcas que se beneficiaron de la privatización de las empresas públicas junto con otros como Abramovich o Berezovsky. Se hizo multimillonario con el negocio del gas y el petróleo y llegó a ser el principal accionista de Northgas.

Dinero quemado

Akhmedova acusa a su hijo de haber recibido 98 millones de euros de su padre para construir un entramado de compañías y trusts para esconder su dinero. El yate, por ejemplo, estaba a nombre de uno de estos trusts. Consiguió, además, una orden judicial para que la policía entrara en el apartamento de su hijo. Se llevó una cincuentena de aparatos electrónicos en busca de alguna pista del dinero. El apartamento está en el exclusivo barrio de Knightsbridge y fue un regalo de su padre de 33 millones de euros cuando tenía 19 años.

La justicia ha congelado todas las cuentas del padre y del hijo. Akhmedov se enfrenta a pena de cárcel si pisa suelo británico. A Temur únicamente se le permite sacar 3.300 euros de su tarjeta a la semana para vivir. Temur Akhmedov trabaja como agente de bolsa en Londres. Durante el juicio se ha sabido que a los 21 años perdió 38 millones de euros en una inversión de bolsa, una pérdida que atribuyó a “un golpe de mala suerte”. Tras conocer la demanda de su madre se marchó a Moscú con su padre y está declarando por videoconferencia.

En la vista se ha sabido también que su padre le envió un mensaje de Whatsapp en el cual le decía “quemaré todo mi dinero antes que dárselo a ella”. Y otro mensaje en el que Temur decía que su madre era una “puta”. Explicó al ‘Mail on Sunday’ que su madre no ha trabajado nunca, que se pasa todo el tiempo yéndose de vacaciones y que una madre no lleva a su hijo a juicio. También dijo que con los 3.300 euros a la semana no tenía para vivir en Londres.

También que sus padres se querían divorciar ya en 1999 pero que su madre esperó a que su marido vendiera su compañía de petróleo y gas, Northgas, en el 2012, por 1.100 millones de euros para pedir el divorcio. Inició los trámites un año después. Y presentó la demanda en Londres, considerada la capital de los divorcios del mundo donde se dan las mayores indemnizaciones. El suyo fue el divorcio más caro de la historia del país superando el del financiero británico Christopher Hohn, que en 2014 tuvo que pagar 369 millones a su esposa y el de Abramovich, que en 2007 pagó 165 millones a su primera esposa Irina. Pero la guerra de los Akhmedov todavía no ha terminado.